02/05/24

¿Y si de verdad la task force de Bannon guía el camino del presidente Milei?

«¿Y si de verdad detrás de cada ‘enemigo’ que elige Milei está la Inteligencia Artificial de Steve Bannon»?
La pregunta parece contener una respuesta en sí misma. Y se la hacía días atrás un muy conocido – y no menos polémico- representante de la comunidad judía argentina.
La pregunta envenenada se la hizo horas después que se hiciera pública la entrevista que le realizó al Presidente Benjamin Aaron Shapiro, el presentador de TV y comentarista de radio más popular de la ultraderecha de los Estados Unidos.

En esa charla Milei desarrolló su fanatismo extremo por la figura bíblica de Moisés. A quien describió como una especie de superhéroe bíblico, contradiciendo al prestigioso historiador británico Paul Johnson (una conservador en toda la linea), que se cansó de explicar que las representaciones humanas que aparecen en la Biblia, siempre están sujetas a ser figuras simbólicas.
Pero el punto no es lo que Milei le dijo a Shapiro sobre Moisés: «el día que lees la historia de Moisés, te convertís en un talibán de la libertad». Sino ¿cómo llegó a la agenda del gurú mediático de la ultraderecha norteamericana? O mejor dicho: ¿Quién le «operó» la entrevista con Shapiro?
No es por desmerecer su influencia, pero parece difícil que el recién ascendido a Secretario de Estado Manuel Adorni, haya gestionado tamaña entrevista. La nota que el ultraortodoxo Shapiro le hizo al Presidente, tiene puntos de contacto con la que antes de su triunfo el 19N pasado le hizo otro periodista ultraderechista, Tucker Carlson, que batió récord de audiencia global con caso 350 millones de visualizaciones por streaming.

A Shapiro y Carlson no accede cualquier presidente, por mas liberal que sea. En esa escueta nómina figuran Bukele, Orban, Vucic en Serbia, y sólo un par más de estrellas del firmamento ultraderechista.
Es muy cierto que la narrativa (y ahora la praxis) anarco capitalista de Milei resulta exquisitamente seductora para Steve Bannon. Porque se ajusta de manera exacta con la estrategia de insurrección global de ultraderecha que promueve Bannon.


Y a esta altura de los acontecimientos, la intermediación del estratega nacido en Mar del Plata pero formado en Washington, Fernando Cerimedo, ya no resulta tan relevante como lo pudo haber sido a principios de 2023. Hoy Milei está en el radar de Bannon y viceversa.
Por eso no parece un delirio la pregunta inicial de la fuente de la comunidad judía en Buenos Aires. ¿Cómo es posible que Milei siempre salga ganando capital político, aún cuando su «enemigo» mediático circunstancial sea una figura del show business local como Lali Esposito, o ahora mismo el colectivo de estudiantes universitarios que le prometen una marcha en contra histórica la próxima semana? ¿Quién le avisó al Gobierno que tenía que soltarle la mano a Claudio Belocopitt y convertir a las empresas de medicina prepagas en su nuevo enemigo?

¿Sobre qué reportes de inteligencia exterior se apoya Milei para animarse a sentar al embajador de Israel (nunca ningún embajador de los Estados Unidos gozó de ese privilegio) en la cabecera de una reunión del gabinete de crisis, horas después del ataque de Irán a Israel? ¿O como desafiar a los Moyano hasta torcerse el brazo en el modo de presentar los aumentos y paritarias de los Camioneros?
Sobran los ejemplos del presidente eligiendo «enemigos» – siempre en el ring de las redes sociales, claro -en apariencia muy populares que lo terminan fortaleciendo políticamente. Esos triunfos mediáticos y de opinión públicas parecen ser el motivo de la suba de su imagen positiva en 5 puntos en el último mes, y con el ajuste a máxima velocidad.


Por eso la pregunta inicial de esta nota sigue repiqueteando: ¿estará la task force de Steve Bannon allanando el camino de Milei para tener a la veleidosa opinión publica de su lado? Como en todo gobierno, todo es cuestión de tiempo para conocer, por lo menos, la post verdad o la meta verdad.

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