Finalmente, sucedió. Anoche, la sinagoga The Shul, Our Jewish Home de Chabad Lubavitch, de Bal Harbour, Miami, condecoró al presidente Javier Milei y su hermana Karina. Los distinguieron por su «inquebrantable dedicación a difundir la libertad, esperanza y positividad” y reconoce “los incansables esfuerzos para Israel y la comunidad global”.
Video de "El Canciller"
En un auditorio «sold out» que lo ovacionó de pie, Milei ratificó su alianza con el movimiento jasídico ultraortodoxo Jabad Lubavitch, una organización que tiene más de 200 instituciones en el mundo y 230 años de vida.
Pero no todo fue ganancia para el presidente libertario. La fuerte aproximación hacia el sector ultraortodoxo le genera tensiones en la interna de la comunidad judía en la Argentina.
Uno de los líderes del sector ortodoxo es el empresario Eduardo Elsztain, que viene acercándose de manera muy notable al presidente.
La distinción de anoche es el punto de máximo acercamiento que tienen esos sectores. En el hilo de ayer de Visión Liberal, se anticipó que el principal herido por esta proximidad es el embajador de Israel en Argentina Eyal Sela, que -con paciencia y talento diplomático- había logrado convertirse en solo cuatro meses en el nexo directo entre Milei y el estado de Israel.
Sela interpretó con gran habilidad las señales que dio Milei a Tel Aviv, de un alineamiento irrestricto. De ahi que el acto de ayer haya sido un dolor de cabeza para el embajador israelí en Buenos Aires. De hecho ayer, el embajador israelí no subió una solo foto del evento en sus redes sociales.
