En el emblemático CCK y bajo la gestión Milei, “Planeta Gasalla” cerró por dos noches la grieta política

Actuar es tan difícil como vivir, y vivir la vida de otro es aun mas difícil.” (Antonio Gasalla)

Quizás porque ser uno mismo es tan difícil, Antonio Gasalla se refugió en un planeta paralelo y creó una realidad menos gris y pesada, ojalá tan naif y simple como la de su emblemático alter ego, Mamá Cora. Como estrella, armó un universo donde la locura no sorprende y ahí vive. Con una profunda y avanzada demencia senil que lo mantiene lejos de la realidad, el único capocómico vivo que queda en la Argentina tuvo un homenaje a su medida.

CCK – Ballena

En el emblemático CCK -ahora, bajo la administración Milei- se vivieron dos jornadas dedicadas a su trayectoria, seis décadas de historia y humor argentinos en su piel y en su nombre. Una obra teatral, una retrospectiva fotográfica y pictórica –quizás la más grande que se le haya realizado a un artista vivo- y la proyección de sus películas fueron algunas de las obras de ese multievento llamado “Planeta Gasalla”.

González y Florencia, dos empleadas públicas evocan el famoso “atráaaas” de aquel personaje despeinado y algo vago que jamás resolvía un problema, da la bienvenida al “astronauta” de ese viaje espacial que culminaba en La Ballena, el corazón del centro y de la cultura contemporánea.

Los intérpretes: Julián Sierra, Walter Canella, Laura Silva, Flavia Pereda, Luis López Morera, Silvina Tordente, Ezequiel Carrone, Marcelo Amante, Claudia Lavalle y la participación especial de Carlos Perciavalle; nos muestran un recorrido por la vida artística de Antonio Gasalla, desde sus comienzos hasta hoy, en el que transitó por el off, el pop art, el Instituto Di Tella, el Teatro Maipo, la Televisión y el Cine.

Explorando los trazos más visuales de su humor, con la ambientación musical de Federico Vilas y Mauro Frances, la obra recorre los grandes éxitos de sus entrañables personajes y recupera la alegría de todos los presentes, que somos parte del mismo show, al incluirnos en un “Stand Up” que llevan adelante los protagonistas mientras recorren los pasillos de entre las butacas para acercarnos los micrófonos y hacernos preguntas sobre Antonio.

En la búsqueda de la Alegría que Gasalla nos puede devolver, aparecieron todos los emblemáticos personajes que él interpretó, La Abuela, Soledad Solari;  Matilde;  Noelia, la maestra; Mecha, la millonaria; Flora, la empleada pública; Barbara Don’t Worry, entre tantos otros; y al final de todo, los exploradores espaciales, lo encontraron a él representado en una silueta oscura, ausente pero tan presente a la vez.

Un Antonio Gasalla que no estaba en su cuerpo pero si en su espíritu, un capocómico que trasciende los tiempos y las grietas, ajeno al debate de cómo debe llamarse el CCK.

Finalmente el humor no tiene ideología. Y la alegría de sus personajes permutan en el tiempo y se convierten en estrellas, que brillan en todos los cielos y se extienden a todos los planetas.

Un homenaje a la altura del capocómico. Un aplauso que vale la pena.

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