18/05/24

«El efecto de la innovación en nuestras vidas es infinitamente más positivo que negativo»

Para Federico N. Fernández, la creatividad es, al mundo de las ideas, lo que el algodón es a la industria textil o el acero para la industria: imprescindible, vital, nuclear. Tanto que él mismo hizo de la innovación su destino: desde Rosario, donde fundó y preside la Fundación Internacional Bases se fue a Europa, pero no a España o Italia, destino «clásico» de los migrantes latinos. Él se radicó en Polonia. Y desde allá dirige Somos Innovación (una alianza latinoamericana) y es CEO de We Are Innovation, la «hermana» de SI en Europa. Pero no le alcanza, no: preside el comité organizador de la conferencia internacional de la Escuela Austríaca, el evento más convocante del universo liberal que se hace, alternativamente, en Europa y Latinoamérica todos los años.

Esa cosmovisión del mundo, producto de su prédica por los continentes, sus campañas originales (desde «bajar» las estatuas del Che Guevara hasta promover ideas inéditas que ayuden al progreso), lleva a que sus reflexiones sean profundas y con una mirada global imprescindible para comprender estos tiempos. Asegura que aunque «la foto es mala», la guerra abre también una oportunidad para mirar alternativas, desde el uso de combustibles hasta la relación entre los países. Habla de la otra peste que asoló a Europa y al mundo, la «estatolatría» y la inflación, un virus altamente contagioso. Fernández dejó definiciones innovadoras, reflexivas, que compartió en esta entrevista con Visión Liberal. Para leer con tiempo.

Visión Liberal – Todos los pronósticos sostienen que éste será el peor invierno de Europa de los últimos 50 años. ¿Compartís ese diagnóstico?

Federico Fernández – Será un invierno con turbulencias, sin dudas. Pero me parece que se exagera el impacto que va a tener la guerra, sobre todo, para Europa.

VL: ¿No es para tanto el efecto «Rusia» en las economías del mundo?

FF: Hay que separar las distintas regiones del mundo. En países como EE.UU. y Canadá no tendrá grandes repercusiones. Para países como la Argentina no debería tenerlas (las tiene por problemas argentinos, no porque haya sido consumidora de gas ruso y ahora deja de consumir) y en Europa hay que generar escalas. Va a pegar fuerte, sin dudas, pero se están buscando alternativas para éste invierno y también para el mediano plazo que tiene que ver con una combinación de energía nuclear, a lo que hay que sumar un gasoducto que se acaba de inaugurar entre Noruega y Polonia que va a proveer a éste último, y hay líneas que conectan a Italia con países como Azerbaiyán y probablemente Turkmenistán, líneas que terminarán proveyendo de gas y petróleo al resto de  Europa.

VL – ¿O sea que sos optimista respecto a lo que sucederá en Europa respecto a las restricciones de gas que impone Rusia?

FF – Si creo es que se generó un “espantapájaros” con lo que supuestamente va a pasar en Europa, y a mi juicio el punto central es lo que está pasando en Rusia.

VL – ¿Y qué está pasando en Rusia?

FF –  La devastación de lo poco de economía real que tenían. Al margen de lo que está pasando en el teatro de operaciones militar, que es mucho peor para Rusia, se agita el fantasma de un invierno penoso en Europa para tratar de tapar el desastre que está pasando por culpa de su gobierno.

VL – Pero hace 50 años que Europa no vive una inflación como la que tiene y recién está empezando. no se sabe hasta dónde va a llegar. ¿Eso no es un “fantasma”, o sí?

FF – Comparto. La inflación es a nivel mundial y la situación energética y de la guerra en general, no es la causante de la inflación. En todo caso puede serlo sólo de una partecita. Y sí este – el de la inflación- es un problema muy grande de Occidente, muy serio, que viene desde comienzo del siglo XXI, desde la caída de las Torres Gemelas y exacerbado desde 2008, por una política monetaria muy laxa, tasas de interés cero o negativas mucho tiempo, y la idea de que se puede crear dinero sin ningún tipo de consecuencias. Y ahora estamos viéndolas.

Pero me parece que el problema de la inflación va más allá de esta cuestión, y desgraciadamente tiene raíces más profundas.

«La pandemia fue el éxtasis del despilfarro público. A eso le tenemos que agregar el suicidio energético de Europa»

VL – ¿Cuáles? ¿La pandemia, por ejemplo?

FF – Sí, la pandemia fue el éxtasis del despilfarro público y de vivir en un mundo en el que supuestamente no hay consecuencias. Desgraciadamente ahora las estamos viendo. A eso le tenemos que agregar el suicidio energético de Europa. Ese es un problema grande. En eso creo que Europa está separada de buena parte del mundo porque hace un tiempo largo – y por motivos ideológicos- decidió suicidarse energéticamente y entregarse a las garras de Putin y Rusia.

VL – ¿Cómo analizás que Angela Merkel haya creído en Putin?

FF – Hay algo peor. En Alemania sucedió algo hace muchos años y nunca provocó el espanto ni la repugnancia que debería haber generado. Gerhard Schröder (N de R: canciller de Alemania por la socialdemocracia entre 1998 y 2005), el antecesor de Merkel, pasó -por ponerlo jocosamente- de ser primer ministro alemán un día viernes al lunes que se fue a trabajar para Gazprom (la empresa estatal de gas de Rusia), como lobbysta, básicamente. Eso no pasa ni en Sudamérica. Es el equivalente a que Néstor Kirchner hubiera dejado de ser presidente en 2007 y hubiese empezado a trabajar para una compañía petrolera en las Islas Malvinas bajo dominio británico. Esa es la situación. La clase política alemana -con grandes salvedades- tiene mucho por responder. Porque entre cierta inocencia y probablemente con otro tipo de incentivos, se entregó al gas de Putin.

Comprar gas a Rusia, país copado por Putin y su banda, ¿es comercio?

VL¿Cuál es la situación frente al tema del actual gobierno alemán?

FF – Hoy por hoy, el gobierno alemán encabezado por Olaf Scholz tiene una política ambigua. Los socios minoritarios del gobierno del FDP son mucho más pro Ucrania y pro Occidente que el partido social demócrata. Lo vemos a eso. Y Merkel dijo, respecto al gas de Rusia y el Nord Stream que no era un proyecto político sino un proyecto económico. Y eso le va a salir caro a Alemania.

VL – ¿Es probable que haya proyecto económico si no lo hay en términos políticos?

FF – Soy defensor acérrimo del libre comercio, pero esa es una pregunta que todos nos tenemos que hacer. No tengo la respuesta, pero tenemos que tener en cuenta que una cosa es libre comercio entre privados, y otra muy diferente cuando uno comercia con empresas como Gazprom, o con empresas dependientes del gobierno de China, donde la estructura de incentivos y los intereses de la empresa no son los intereses que tienen que ver con el comercio directamente.

Yo comercio con alguien en pos de mejorar mi situación y la otra parte lo mismo, si llegamos a un punto de acuerdo ambos nos beneficiamos. Pero en el caso de comprar gas a Rusia, que básicamente es comprarle al estado ruso que está copado por Putin y su banda, ¿eso es comercio?

VL- El otro tema que no se alcanza a ver desde América Latina es que Europa está en guerra, por más que el teatro de operaciones militares está focalizado en el territorio ucraniano.

FF – Si, comparto esa mirada. Igual a medida que fue pasando el tiempo, esa percepción fue cambiando. La invasión rusa a Ucrania empezó en 2014, no ahora. Vivimos años como si no hubiera pasado nada. Imaginemos que Brasil ocupe un tercio de Paraguay (por poner una situación hipotética) y todos seguimos en América Latina como si nada.

En 2014, en Europa el tema le importaba a muy poca gente. Merkel tuvo mucho que ver, al darle a entender a Putin que podía quedarse con la península de Crimea (territorio estratégico sobre la costa septentrional del Mar Negro) sin ningún tipo de represalia. Después Putin le agregó un pedazo más a eso, las mal llamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, y así fue avanzado hasta la invasión abierta de febrero de este año. Es posible que desde América Latina la guerra no se perciba en toda su dimensión por la lejanía, pero en Europa éste es el peor conflicto desde la Segunda Guerra Mundial, por lejos. Y no porque no hayan pasado conflictos graves en el medio. Sólo hay que recordar lo que fue el desmembramiento de Yugoeslavia en los años ´90. Pero las cifras de muertos de hoy tremendas. Las bajas rusas son más de 55.000, y las ucranianas otros tanto. Éste no es un conflicto de baja intensidad, es una guerra donde hay muchos países que si bien no forman parte de manera beligerante, apoyan uno u a otro lado. Es un conflicto muy complejo, donde el Kremlin amenaza todas las semanas con usar bombas nucleares. Y tampoco sabemos cuándo ni cómo terminará.

VL – En canciller ruso dijo que usaría bombas nucleares en la mismísima ONU.

FF – El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia es un mentiroso profesional. El Kremlin, lo que ha mostrado, es que para que uno pueda creer algo que dice Rusia, antes es necesario que lo niegue. Semanas atrás, cuando Putin dio el discurso donde llamó a la movilización total o parcial (está por verse) amenazó con el uso de armas nucleares y aclaró que no era un bleff. En política, y en la vida, si alguien tiene que aclarar que lo que está diciendo no es un bleff, es porque su credibilidad es nula. La amenaza de usar armas nucleares viene desde febrero, cuando todo el tiempo decían que esa posibilidad estaba sobre la mesa.

VL – ¿Y entonces?

FF – Lamentablemente, todo puede pasar con esta gente.

VL ¿Cómo es la vida de un liberal argentino en Europa? Días atrás ganó la ultra derecha en Italia, ¿cómo evalúas ese giro?

FF – Es una buena pregunta. En Europa “pasan cosas”. Desde hace un tiempo largo se está produciendo una disgregación de los partidos y las representaciones tradicionales. Probablemente sea algo que pase en el mundo. Y también estamos viendo el agotamiento del modelo social demócrata y de “estatolatría” que hubo en Europa durante décadas.

VL – Estatolatría”, muy buen neologismo…

FF –  Europa fue víctima de su propio éxito, porque la vida en muchos aspectos es muy buena, muy sencilla, y no han tenido problemas demasiado importantes durante décadas. Y, a mi juicio, eso llevó a los europeos a vivir en una situación donde casi que los problemas hay que inventarlos. Lamentablemente no vivimos en el paraíso y los problemas de verdad están golpeando la puerta, y hoy ya los tienen en el living de su casa. Eso vale para Europa en general. Ahora bien, ése no es el caso de Italia. Lo que veo allí y me da mucha pena porque gran parte de mi familia fue a la Argentina desde Italia, es que es un país que desde hace un par de décadas largas tiene una impotencia absoluta para solucionar sus problemas. Y está en esa situación de estar atrapados y no poder salir. Dio la sensación cuando Mateo Renzi llegó al gobierno con ganas de hacer reformas (Italia necesita desesperadamente reformas en el ámbito laboral, eliminar la mitad o más de las regulaciones de su economía, bajar impuestos y el gasto público) y no logró hacerlas, que nadie podría hacerlas. Así Italia va a los tumbos cambiando de signo político, de orientación ideológica, pero sin nadie con la capacidad y voluntad de hacer las reformas que el país necesita.

VL – ¿Italia sería un espejo deformado de lo que necesita Europa para despegar?

FF –  En Europa, en general, hay grandes posibilidades para generar un crecimiento espectacular. Si en Europa se eliminaran la mitad de las regulaciones que existen, habría un boom de productividad pocas veces visto en la historia. La economía europea funciona bien pero podría funcionar infinitamente mejor. Tiene un montón de rigideces y lastres absolutamente innecesarios. Italia sería un caso modelo. En tema regulaciones y anquilosamiento de la legislación es probablemente uno de los peores ejemplos. Pero, por otro lado, tiene un potencial muy grande. Por cuestiones de incentivos del sistema político, por intereses -hay grupos y sectores que lucran con este estancamiento y les va bien-. no se ha podido hacer lo que hay que hacer. No espero grandes cosas de la señora Meloni, ni para bien ni para mal, porque creo que estará muy limitada en muchos aspectos. No tengo grandes esperanzas ni grandes temores.

VL – ¿Cómo ves a Alemania, la locomotora de Europa?

FF – Alemania va a sufrir esto. Es la principal adicta al gas ruso, No la única, pero sí la principal. Esto la va a afectar mucho. Hay cálculos de varias consultoras que dicen que en 2023 la economía alemana entrará en recesión. Alemania es la locomotora de Europa. Es la economía más grande de la Unión Europea, y aumentó su peso relativo, al salir de la UE el Reino Unido. La situación alemana será compleja de acá a un tiempo y va a llevar a una reconversión grande.

Me quiero quedar con esto porque si no vemos la foto y entramos en pánico. La foto es mala, pero estos procesos son dinámicos.

Al final, Putin fue quien más hizo por dar vigor a la Unión Europea y a la OTAN. (…) Estos procesos desatan un montón de innovación, de incentivos para buscar energías alternativas que sirvan»

VL¿O sea que este punto también sos relativamente optimista?

FF – Si lo comparo con el día que Rusia invadió Ucrania, sí claro. Ese día, uno decía: «Europa está languideciendo, la Unión Europea se quedó sin el Reino Unido, la OTAN es un chiste”. Y veamos todo lo que se desató desde ese día. Al final, debemos concluir que Putin es quien más ha hecho por dar nuevo vigor a la Unión Europea y a la OTAN. La OTAN ahora tiene dos nuevos miembros que nunca creíamos que se fueran a sumar. No es que los alemanes, que además es gente muy capaz, están sentados de brazos cruzados llorando y diciendo ¡qué vamos a hacer! No. Es un momento difícil, pero se buscan alternativas. Obviamente, durante un tiempo se dependerá del gas licuado que es más caro, la industria lo va a sentir, pero habrá un reacomodamiento para mejor. No quiero hacer futurología, pero estos procesos desatarán un montón de innovación, de incentivos para tratar de buscar energías alternativas que sirvan. No perdamos la esperanza porque la foto es mala. La película es larga y esto desatará creatividad e innovación en un montón de lugares.

VL ¿Para Argentina también?

FF – Lo que está pasando es muy triste y creo que nadie que sea una persona con corazón puede estar feliz con una guerra. Pero la oportunidad para Argentina es fantástica. Todo lo que produce y vende Argentina tiene precios que están por el cielo, van a estarlo durante un tiempo y Argentina se podría posicionar. Lo mejor para la mesa de los argentinos es vender todo lo que haya para vender. Lo que vendemos sube de precio, ¿Qué más podemos pedir? Lo mismo energéticamente: podría volverse un jugador estratégico clave y un proveedor de energía para Europa. Pero bueno, me parece que como siempre que gobierna el peronismo, no va a perder la oportunidad de perder la oportunidad. Eso me da mucha tristeza.

VL – Un dato, el 20 de junio de 2023 se inaugurará el gasoducto que trasladará el gas que sale de Vaca Muerta.

FF – Ojalá se concrete. Todo lo que demanda el mundo Argentina lo tiene: energía, comida y minerales. Argentina puede proveer todas eso.

Leer mas: Un grito de corazón en Latam: la innovación al palo

VL – En todo ese esquema, ¿cómo entra “Somos Innovación”, tu proyecto laboral?

FF– Sin dudas hay muchas cosas por las que ser optimista, en el presente y en el futuro. En el campo de la innovación hemos visto avances increíbles. Se relaciona con muchos aspectos que desde la Fundación Bases y otras instituciones queremos defender, que tienen que ver con la economía de mercado, el libre comercio, con la toma de riesgos, con el emprendedorismo.

La innovación es cómo tratar de encontrar soluciones con cosas que ya tenemos a la mano, pero que no hemos sabido combinar de manera correcta.

La innovación tiene más que ver con transpiración que con inspiración. El innovador toma lo que se le ocurrió a un genio y lo populariza. Logra que los precios bajen y ese bien o producto sea accesible a la mayor parte de la población.

¿Uber sí o no? ¿Rappi genera empleo o lo destruye? ¿Queremos innovar o no?

Cuando uno ve cómo nació Uber, entiende el concepto. Nació de la cabeza de dos emprendedores y sobre todo de uno que vivía en San Francisco y se hartó de que los taxis fueran un desastre. Y se dio cuenta que, gracias a los celulares, y que había 3G, había GPS. Y así, inspirado en una película vieja de James Bond, donde JB maneja un auto con una pantallita viendo un mapa, se dio cuenta que si juntabas todo eso podía llamar un auto y ver en un mapita en el celular cómo estaba yendo el auto a tu casa. Así nació Uber. Por eso es fundamental que los innovadores puedan llevar sus ideas adelante sin que le estemos poniendo trabas regulatorias antes de que puedan hacerlo.

VL – Insistís con las trabas regulatorias, y la Argentina, como Italia, son países con excesivas trabas.

FF – Desgraciadamente, en Argentina tenemos un prejuicio peligroso, que es que si algo no está regulado es ilegal y, es al contrario: si algo no está regulado y es novedoso, por definición no estará regulado.

Los buenos modelos de negocios tienen que ser presentados a la sociedad y después veamos cómo funcionan. El efecto de la innovación en nuestras vidas es infinitamente más positivo que negativo. La diferencia es abismal. Las más potentes te cambian la vida, y no podemos estar todo el tiempo aterrorizados pensando qué puede pasar de malo para abortar lo bueno

VL – Decime dos innovaciones que pueden cambiarle la vida a la gente en los próximos diez años.

FF – Algo a lo que le tenemos que prestar atención es todo lo que tenga que ver con la industria FinTech y las criptomonedas. Bitcoin sigue creciendo, y se está creando una infraestructura muy importante y beneficiosa para la humanidad. 40% de los adultos en América Latina no tiene una cuenta bancaria, eso te lleva a la informalidad en el peor de los sentidos. Es triste y malo para muchísimos individuos tener ese grado de informalidad. En Brasil hay un llamado Neo Banco, que es el más grande del país y ahí podemos dar saltos impresionantes. El otro punto para mirar que va a traer novedades positivas es todo lo que tenga que ver con el cambio energético. El petróleo y los combustibles fósiles han hecho muchísimo por la humanidad; demonizarlos es una tontería. Pero hay ciertas cuestiones que se pueden hacer mejor y en ese punto vamos a tener buenas noticias. Te digo una más: el mensajero RNA que empezó con las vacunas para el Covid tiene un potencial enorme, y permitirá terapias para curar enfermedades y males que no tenemos noción aún. Y solo es la punta del iceberg de su potencialidad del RNA Mensajero

VL – El próximo domingo (N de R: la entrevista se realizó 72 horas antes de la primera vuelta en Brasil) hay elecciones en Brasil y en noviembre en EE.UU, ¿Qué pronósticos tenés?

FF – En Brasil todas las encuestas afirman que Lula ganará con amplio margen, pero en general las encuestas han estado equivocadas. El manejo de la economía de Bolsonaro ha sido más que correcto y me parece que la figura de Bolsonaro, con luces y sombras, no es menor. Veo una elección completamente abierta y no me jugaría mi casa porque ninguno vaya a arrasar. Se tendrán que contar voto por voto. No veo escenario donde ninguno gane por paliza. Respecto a EE.UU.: las elecciones de medio término el gobierno de turno las pierde y la situación de la economía es mala para lo que es EE.UU. Tiendo a pensar que los republicanos terminarán con mayoría tanto en el Senado como en Cámara baja.

VL – ¿Esto puede vaticinar el regreso de Trump?

FF – No necesariamente. Creo que hay otra figura en los EE.UU. que está tomando preponderancia en el campo republicano y es Ron DeSantis en Florida, una persona muy hábil. El futuro del Partido Republicano puede ir por ahí. Pero claro, Trump sigue siendo popular y genera atractivo, no hay que darlo por muerto. En 2016 Trump era un hazmerreir hasta que ganó las elecciones. No le voy a firmar yo el certificado de defunción.

Compartir:

Más publicaciones