Encerradas y sin verse de por vida: separaron a la madre, madrastra y asesinas del pequeño Lucio Dupuy

Finalmente ayer comenzó la auténtica pena para Abigail Páez y Magdalena Espósito Valenti, madre, pareja y asesinas del pequeño Lucio Dupuy. Una en Mendoza, otra en San Luis comenzarán el perpetuo castigo por ser responsables del brutal crimen de su hijo.

Hace un año que el abuelo y la tía del pequeño reclamaban que las dos mujeres fueran separadas, ya que convivían en la misma celda y compartían talleres de laborterapia. «Vivían una luna de miel», decían las demás presas, en el Complejo Penitenciario 1 de San Luis.

Ahora, la pareja ya no podrá verse más. Tras una reunión con la ministra Patricia Bullrich, los familiares pidieron que las dos mujeres fueran separadas porque consideraban que era un beneficio para ellas estar juntas y eso era lo único que les importaba. Ellas mataron a Lucio porque era un obstáculo para la vida de pareja. Entonces, al estar juntas en una celda lograron su cometido. No es una pena, es un privilegio, argumentó la familia Dupuy.

Desde la madrugada del jueves Abigail Páez se quedó en la cárcel de San Luis y Magdalena «Maqui» Espósito Valenti fue trasladada al Complejo Penitenciario n° 6 de Mendoza. Allí sí purgarán la pena del homicidio triplemente calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento. Una muerte brutal -ocurrida el 26 de noviembre de 2021- para un niño de cinco años que murió por golpes, mordeduras y quemaduras de cigarrillo. Y con marcas de abuso sexual. La golpiza mortal incluyó, también un pisotón en la espalda del niño.

Generó tanta conmoción su caso que el 3 de mayo de 2023 se promulgó la «Ley Lucio», destinada a fortalecer los mecanismos de protección para los menores, a través de la prevención y detección temprana de situaciones de vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes.

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