El edificio de la calle Fernando el Santo lo cuidaron los británicos en la Guerra Civil y lo compró Argentina en 1957. Allí, un diplomático de la embajada prepara el ‘Plan Nimo’, que seduce al presidente Milei. La información, lanzada por el diario El Mundo, habla de un ensayo de 20 páginas entregado al Presidente donde se explica cómo acabar con el Servicio Exterior de la Nación. «He hecho circular el documento entre otras embajada, las de Estados Unidos, Reino Unido y México, todos me han dicho que les parece fantástico“, asegura Nimo desde España.

Artículo publicado en El Mundo. De tanto en tanto, el aroma a asado se esparce por la calle Fernando el Santo, pleno corazón de Chamberí y las calles que se cuentan entre las más elegantes de Madrid. Sucede en el Palacete de los Marqueses de Argüeso y tiene todo el sentido, porque es la sede de la embajada de Argentina en España. Pero lo que se está asando a fuego lento en estas semanas allí ya no son deliciosos cortes de carne, sino un plan asombroso: la dinamitación de la diplomacia del país.
«El primer paso es el achicamiento y el segundo paso es la desaparición», dice a Crónica Marcelo Alejandro Nimo. El plan, llamativo en tiempos de convulsión global de las relaciones internacionales, podría ser tomado como inviable si no fuera por dos detalles: Nimo es el agregado para promoción de inversiones y comercio internacional de la representación argentina en España. Y su proyecto llegó a manos de Javier Milei, que lo recibió con entusiasmo.
💸 El FMI confirmó que llegó a un entendimiento con Argentina por un préstamo a 48 meses, aunque no dio mayores precisiones sobre montos iniciales ni fechas.
— Visión Liberal (@vision_liberal) April 9, 2025
⭕ Las nuevas implicancias del programa se conocerán este viernes, durante el cónclave del Directorio Ejecutivo del… pic.twitter.com/J28jtj6qOb
El palacete conoce de convulsiones: dos obuses lo dañaron durante la Guerra Civil, y el gobierno británico se hizo cargo del edificio entre 1936 y 1939, antes de que en 1957 lo adquiriera el Estado argentino. Tras varios intentos de demolerlo y construir allí otro edificio, en los 70′ se optó por renovarlo y recuperar su brillo. Milei decidió no alojarse allí en sus explosivas visitas a España de mayo y junio del pasado año en las que atacó, también con la potencia de obuses, a Pedro Sánchez. Néstor y Cristina Kirchner, en cambio, disfrutaron de sus salones y habitaciones en los años en que estuvieron en el poder. En la embajada se recuerda aún una imagen de la entonces senadora y primera dama vestida con un chándal a las puertas del palacete. Aquello fue en 2003. Ya presidenta, en 2009, llegó 40 minutos tarde a la cena de gala que le ofreció el Rey Juan Carlos en el Palacio Real.
Hoy, el Palacete no tiene jefe, porque Wenceslao Bunge, designado embajador argentino en España tras la crisis de 2024, aún no tomó posesión. Nimo pisa fuerte en medio de la transición y avanza en un plan enraizado en una convicción profunda de Milei: el Estado no debería existir. Como acabar con el Estado difícilmente sea posible, Nimo apunta a una de sus representaciones más claras, el Servicio Exterior de la Nación argentina.
Un ensayo de 20 páginas, titulado Diplomacia de la Libertad, sintetiza la propuesta del agregado comercial, que la firma presentándose como «anarcocapitalista».

«Apunto a la casi desaparición, respaldado por el profesor Alberto Benegas Lynch hijo, quien le ha manifestado al presidente Milei que hay que cerrar lisa y llanamente todas las embajadas y consulados», añade Nimo. Benegas Lynch (h) es definido por Milei como un «prócer» del liberalismo argentino, y es el mismo que, en el cierre de la campaña electoral en 2023, pidió la ruptura de relaciones con el Vaticano hasta que se supere la etapa del Papa Francisco, argentino, para más datos: «Hay que suspender la relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras en la cabeza del Vaticano prime el espíritu totalitario».
Milei no le hizo caso a Benegas Lynch (h), y tras haber definido a Francisco como «el maligno en la Tierra», se disculpó y se abrazó al jesuita. ¿Sucederá lo mismo con el proyecto que apunta a dejar a Argentina, miembro del G20, sin embajadores ni embajadas? Nimo intenta que no.
«Vivo la realidad de una embajada desde adentro, específicamente la de Argentina ante el Reino de España y he podido conocer los pormenores de su funcionamiento, las formas de relacionarse con sus ciudadanos en el exterior y especialmente los costos (los que considero excesivos) que el pueblo argentino tiene que pagar por sostener esa visión de que una misión diplomática forma parte de una simulación de falso estado de bienestar de su país, reflejo del socialismo», dice el agregado comercial, que cobra un sueldo de 9.600 dólares, cuenta con pasaporte diplomático y se declara discípulo del fallecido presidente peronista Carlos Menem.
Pese a no ser un experto en el fútbol, el académico @ABENEGASLYNCH_h se mete en el barro y habla de un tema que preocupa a las familias argentinas: la violencia desmedida en las tribunas, capitaneadas por las llamadas barrasbravas.
— Visión Liberal (@vision_liberal) April 8, 2025
Y abre la puerta a las SAD, que podrían pueden… pic.twitter.com/CgBYgkoyBD
«Se sugiere modernizar la diplomacia a través de una diplomacia móvil y el teletrabajo, permitiendo que los consulados operen eficientemente desde Buenos Aires, y que entidades privadas, como las cámaras de comercio, gestionen asuntos comerciales», agrega.
Nimo, de 47 años, está cursando un Máster de Economía en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, idolatra allí al profesor Jesús Huerta de Soto, e insiste en que el sistema de diplomáticos, embajadas y consulados está caduco. «La casta del Servicio Exterior pretende el monopolio de las relaciones internacionales», critica, antes de proponer convenios con bancos o notarías en España para que cumplan funciones de los consulados.
«Tengo el agrado del presidente para bajar el gasto de las misiones diplomáticas», aseguró a Crónica el agregado comercial, que añadió que Milei le pidió que hablara de su plan con el canciller Gerardo Werthein, cosa que espera hacer este mes, cuando visite Buenos Aires. Werthein lleva semanas en silencio y desarrollando su propio plan de fusiones de misiones diplomáticas y achicamiento del servicio exterior, pero está claro que el Plan Nimo va mucho más allá.

«Hablé de mi propuesta con el presidente Milei estando en Roma y me dijo que avala todo lo que sea la reducción de estructuras del Estado para bajarle los impuestos a la gente», confesó.
Tan convencido está de que su plan tiene recorrido, que Nimo aspira a internacionalizarlo: «He hecho circular el documento entre otras embajadas en España, las de Estados Unidos, Reino Unido y México me han dicho que les pareció fantástico. (Dicen) que es la manera correcta de llevar la diplomacia en el futuro».
¿Y en Argentina? «Tuve mucho respaldo de diplomáticos de alto rango del exterior, no así de Argentina».



