Exhibición obscena
Como es sabido, el arranque de las eliminatorias para la Copa del Mundo de Fútbol Qatar 2022 se da sin público en los estadios. Medidas de prevención de la salud adoptadas por los gobiernos así lo disponen.
Pero en Argentina siempre hay particularidades que llaman la atención. Porque si bien la gente tiene que conformarse con ver a la selección nacional enfrentar a Ecuador por televisión, también tiene que ver desplegada la exhibición obscena que ya detenta sus lugares reservados en las tribunas de la cancha de Boca. Los “trapos” de “la 12”, la barrabrava del club, lucen esta vez los colores celeste y blanco a los ojos del mundo.

La complicidad dirigencial
La gente no puede ir a la cancha porque supuestamente la están cuidando. Pero se permite a los violentos del fútbol ingresar a la cancha horas antes para colgar sus banderas, y que estas queden a la vista durante el juego. Parece que hay ciertos temas que no requieren protección, como por ejemplo lo que significan las barras para el deporte.
Y aquí hay triple responsabilidad dirigencial, que lejos de cumplir un papel que el mínimo decoro demandaría, sigue prendida a las turbiedades. Responsabilidad del gobierno, responsabilidad de la AFA, y responsabilidad de Boca.
Dirigentes que, al usar a los violentos como grupos de choque, contarlos como cómplices en las estructuras de corrupción, y armar redes colaborativas en el manejo del dinero negro proveniente de recaudaciones, permiten que criminales desplieguen sus consignas bajo sus narices.
Peor aun, este tipo de exposiciones de la cultura criminal son alentadas por indecentes que se excusan en “el folcklore del fútbol”, “el aguante de la hinchada”, y demás eufemismos que pretenden encubrir bajo la fachada festiva la promoción de la violencia y los beneficios que ella trae para las arcas institucionales y los bolsillos dirigenciales. Ya hemos visto público inocente asesinado, jugadores extorsionados, autos prendidos fuego, amenazas repartidas a diestra y siniestra, pero nada es suficiente. Los límites son manejados por los beneficiarios del enriquecimiento ilícito y la brutalidad.
Cuidate del virus, no de la violencia
El mensaje es: no vayas a la cancha, cuidate. Pero mirá el decorado que te arman los asesinos y ladrones de “la 12”, porque a la violencia la tenés que vivir, aceptar y hasta aplaudir. Cuida a tus hijos del virus durante el día, pero a la noche exponelos al simbolismo del “aguante”, al aliento de quienes los acribillarían para robarles el auto o por lucir una camiseta con los colores equivocados.
Vaya manera de preocuparse por la gente tienen los dirigentes políticos y del fútbol en Argentina. Vaya manera de cuidarla. La violencia no respeta la cuarentena. Y los dirigentes no respetan la decencia.