24/05/2025

Un hombre de Massa le dio la llave a Milei para sacar por DNU otro préstamo del FMI: ¿Qué piensan Cachanosky, Abram, y Rodríguez?

Milei apeló a un decreto de necesidad y urgencia. La maniobra, ideada por Leonardo Madcur, ex negociador en jefe de Sergio Massa y actual representante argentino ante el FMI, le permite al Gobierno ahorrarse ese paso, en el convencimiento que nunca se reunirán las mayorías para rechazar el decreto. Aldo Abram, Carlos Rodríguez, Roberto Cachanosky y otros economistas opinaron sobre el asunto.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró este jueves que Argentina podrá acceder a los desembolsos extras que se asignen en el futuro acuerdo, incluso si se rechaza el programa en el Congreso o se imposibilita debatirlo en el Parlamento. “Asegurar el apoyo del Congreso es una decisión de las autoridades tal como lo establece la legislación interna argentina”, (es decir, no es un requisito del Fondo) explicó Julie Kozack, directora de comunicación del FMI en una conferencia en EEUU.

Agregó que “al mismo tiempo, por supuesto, como acabo de señalar, un amplio apoyo político y social puede mejorar la implementación del programa. Las preguntas relacionadas con el proceso específico para lograr o buscar el apoyo del Congreso deben dirigirse realmente a las autoridades argentinas porque es una cuestión de derecho interno”.

La portavoz aseveró además que las negociaciones siguen adelante, y una vez que estas se completen, los documentos van a requerir la aprobación del directorio ejecutivo del organismo. No se entregaron mayores detalles del contenido del acuerdo, ya que las conversaciones se han mantenido en total hermetismo.

Actualmente, Argentina y el FMI siguen adelante en negociaciones para este nuevo acuerdo de préstamo, en el que, según un informe de estrategas del banco UBS, el organismo podría prestar a Argentina hasta US$20.000 millones, incluyendo UU$ 8.000 millones en fondos frescos, según informó Infobae.

Hace unos días, el presidente Javier Milei, instó al Congreso argentino a aprobar este acuerdo con el organismo internacional, debido a la importancia que tiene para el país. El gobierno de Milei busca este nuevo acuerdo porque el programa de asistencia anterior expiró a finales de 2024 y los pagos de capital al FMI se reanudan en septiembre de 2026. Milei planea usar los fondos del FMI para reducir la deuda del Tesoro con el Banco Central, mediante la cancelación de Letras Intransferibles.

Otros bancos internacionales, como Morgan Stanley y Bank of America, también anticipan desembolsos significativos para Argentina en 2025, lo que podría permitir al país levantar los controles de cambio y fortalecer las reservas del Banco Central. Este sería el tercer programa del FMI para Argentina desde 2018, luego de que los dos acuerdos anteriores no lograran estabilizar la economía, propensa a crisis.

La maniobra del decreto fue ideada por Leonardo Madcur, ex negociador en jefe de Sergio Massa y actual representante argentino ante el FMI, le permite al Gobierno ahorrarse ese paso, en el convencimiento que nunca se reunirán las mayorías para rechazar el decreto.

La Casa Rosada apuró esta maniobra luego de que se hablara de anular la ley Guzmán para que el Congreso le entregara un “cheque en blanco” para acordar con el Fondo, sin conocer detalles del monto y las condiciones del entendimiento. De inmediato, los bloques aliados pusieron reparos. Hasta en la bancada del PRO, liderada por Cristian Ritondo y comprometida sin fisuras con Balcarce 50, advirtió que acompañarían al gobierno pero que sus legisladores querían ver el contenido y los términos.

No es un secreto que el Fondo prefiere que el acuerdo cuente con apoyo del Congreso, para darle mayor solides antes eventuales cambios políticos.

Pero ahora, Milei tiene una ventaja política en la negociación con el FMI: es apoyado por Donald Trump, que controla al organismo multilateral de crédito a través de la Secretaría del Tesoro. Un día después del encuentro de Milei con Trump, Scott Bessent -secretario del Tesoro- abrió las puertas de su despacho para recibir a Luis Caputo, que estaba en el país acompañando al presidente. Fue un hecho inédito. Nunca el secretario del Tesoro se reunió el domingo con un ministro de Economía argentino, y menos todavía cuando la Casa Blanca preparaba su guerra de aranceles contra México, Canadá y China para frenar la inmigración indocumentada y el tráfico de fentanilo.

Pero este apoyo de Trump no basta para despejar algunas dudas técnicas, ni para que el Congreso de el visto bueno a este nuevo acuerdo entre las partes.

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