
Lars-André Richter es hoy el jefe de la oficina de Europa Central de la Fundación Liberal Friedrich Naumann, con sede en Praga, la capital de República Checa. Desde ese lugar estratégico analiza para Visión Liberal el rompecabezas que representa la elección adelantada en Alemania para el próximo 23 de febrero. Su primera advertencia es que su opinión la hace desde una “lugar neutral” porque la Fundación Naumann tiene prohibido hacer propaganda política. Aún así, sostiene que la situación política es “grave”.
¿Por qué esa mirada poco optimista? Porque a su juicio el último fracaso de la coalición “semáforo” (socialdemócratas, verdes y liberales) es un paso más que favorece a los 3 partidos populistas que hoy aparecen competitivos electoralmente.
Pese a sus prevenciones, Richter cree que finalmente el que tendrá más votos será el candidato “conservador”, Friedrich Merz, al que califica un “liberal” en lo económico. Pero aún, sus dudas están en si se puede armar una sólida coalición “centrista y democrática”. Que permita eludir el riesgo del populismo extremista de la AfD, la izquierda o el nuevo partido liderado por Sahra Wagenknecht.
Richter habla del efecto Trump en Europa y de que no tal vez en febrero, pero sí en los próximos años, el populismo extremista termine por derribar todos los frenos, como hoy está sucediendo en Austria. O lo que también podría suceder en Francia.
Visión Liberal: ¿Es una exageración o realmente Alemania atraviesa días muy complejos?
Lars André Richter: Es complicado. En primer lugar, tengo que ser neutral porque el país (Alemania) se encuentra en campaña. Lógicamente, las elecciones tendrán lugar en febrero, en poco más que un mes, pero puedo asegurar que la situación es grave.
Como se sabe, la economía alemana depende de la industria automotriz, especialmente de Volkswagen. En el último tiempo cayeron las exportaciones, en su mayoría porque China comenzó a producir sus propios coches eléctricos, lo cual es un problema para Alemania. El otro tema es la burocracia. Ese tipo de restricciones es un tema también porque el mercado de los EE.UU. es muy importante.
Es demasiado complicado para muchas empresas internacionales hacer algo y producir en Alemania a causa de alto nivel de la burocracia. Y aunque parte de la familia de Trump es de Alemania, a él no le gusta el país.
VL: Trump sigue con sus bravuconadas, ¿no? Dice que va a sacar el canal de Panamá, que va a cooptar Groenlandia. ¿Vos creés que efectivamente va a imponer restricciones a la exportación alemana?
LAR: Es difícil de decir. Es cierto que dice mucho y al final no hace todo. Algunas cosas va a hacer, dependerá, también, de su entorno. El punto es que tiene una mayoría en ambas cámaras, entonces el panorama es diferente. No soy un experto en la política de Estados Unidos, pero el Partido Republicano está más en línea con Trump. No hay mucha gente independiente, y eso me parece que puede ser un riesgo.
Lars André Richter
El proyecto de formar un gobierno entre conservadores, socialdemócratas, liberales en Alemania ya no funciona“
VL: ¿Vos crees que, como de 2016 a 2020, Trump va a fomentar una alianza, no digo abierta, pero sí una alianza tácita con Putin?
LAR: No es muy crítico frente a Putin. Trump tiene simpatías por los líderes autoritarios. Él no es un demócrata, es una figura muy autocrática, entonces tiene, lógicamente, simpatía para gente que tiene el mismo estilo de poder, de liderazgo. No olvidemos que en su primer toma de mando se contactó con el presidente de Taiwán antes de contactar a Xi Jinping en Beijing. Eso fue una provocación para Beijing. Vamos a ver qué hace ahora.
VL: ¿Qué personaje similar a Trump se podría encontrar en Europa?
LAR: En Europa su amigo o su aliado más importante es el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán. Creo que es la única figura política que recibió en su finca en Florida.
VL: ¿Cómo crees que va a terminar resolviéndose la guerra en Ucrania? ¿Qué puede pasar en Ucrania con el ascenso de Trump?
LAR: Todos conocemos su anuncio pero yo tengo escepticismo, pero por una buena razón. En su primer periodo también prometió resolver el conflicto en Corea del Norte y, al final, la relación entre Pyongyang y Washington es más complicada que antes. Decir que puede resolver un conflicto de esa magnitud en un día es muy “trumpista”.

VL: Habla siempre de soluciones mágicas…
LAR: Parece especulación. Igualmente, creo que puede ser que veamos solución a la guerra en Ucrania dentro de este año. Pero es un proceso. No es algo que se puede resolver dentro de un día.
VL: ¿Cómo crees que Alemania puede volver a resurgir su economía y su liderazgo político en Europa? Desde afuera se ve que tanto Alemania como Francia están trabados.
LAR: Creo que el sistema de los partidos políticos en Alemania es un tema. Además, Francia tiene una economía muy estatal, concentrada en el Estado, y menos mercado.
Lars André Richter
Los liberales en Alemania como oposición tendrán un papel no muy poderoso, pero muy importante. Serían la única voz pro-mercado en el Bundestang.
VL: Me interesa el primer tema…
LAR: En Alemania hay quizás tres partidos ahora, al menos dos, que se pueden catalogar cómo populistas, de manera simplificada. Y autoritarios. Tenemos Alternativa para Alemania (AfD), Die Linke (La Izquierda) y la asociación que tiene a la cabeza a Sahra Wagenknecht. Para alguien que se interesa de la teoría política, es un fenómeno muy interesante. Este último es un partido muy en favor de un Estado fuerte, izquierdista con respecto a la economía, pero al mismo tiempo muy amigo de Putin y de figuras autoritarias.
Entonces hay tres partidos extremistas, populistas, no democráticas, no centristas. Con todos ellos en el Parlamento es más complicado formar un gobierno democrático. Algo parecido sucede en Austria. En Alemania se puede repetir, quizás no este año, pero si en tres o cuatro años. El proyecto de formar un gobierno entre conservadores, socialdemócratas, liberales ya no funciona. Lo mismo puede suceder en Francia.
VL: Hablemos específicamente de Alemania…
LAR: Si vemos las cifras, ahora en las encuestas, es muy probable que el próximo canciller en Alemania sea un cristo-demócrata con un perfil liberal, en favor del mercado. Pero también conservador en cuestiones sociales. Pero deberá aliarse con los socialdemócratas o con los verdes y eso, desde mi punto de vista, puede generar de vuelta mucha frustración, porque entonces será de vuelta un gobierno de compromiso.
VL: Pero los compromisos son muy importantes para una democracia.
LAR: Para un sistema parlamentario, se necesita compromisos. Pero esos compromisos pueden ser fatales. Yo tengo miedo de que Alternativa para la Alemania o La Izquierda vayan a ganar las elecciones, como los derechistas en Austria van a ganar probablemente. Con esta constelación será muy complicado reformar la economía alemana. Como demócrata, liberal y alemán, espero que cambien el rumbo para elegir el próximo gobierno. El “gobierno semáforo” (socialdemócratas, verdes y liberales) es muy, muy conflictivo. Ese es mi miedo.
VL: Y los liberales, ¿qué rol van a jugar o qué rol deberían jugar?
LAR: Por estos días no es seguro que vayan a re-entrar en el Parlamento. El límite de obtener el 5% es un gran obstáculo. Actualmente el Partido Liberal tiene entre 3,5 y 5% de intención de voto. Si van a entrar en el Parlamento, la próxima pregunta es si pueden formar o si pueden ser parte del próximo gobierno. Eso depende de los resultados de los demás. Es demasiado temprano para decirlo. Como oposición tendrían un papel no muy poderoso, pero muy importante. Serían la única voz pro-mercado en el Parlamento. Si entran en un gobierno de nuevo con los conservadores, entonces claramente pueden realizar o efectuar sus visiones. Con los conservadores será un poco más fácil. Fue muy complicado en la conciliación con los social-demócratas y los verdes porque esos partidos tienen otro concepto, otra filosofía de Estado.
Si vemos las cifras, ahora en las encuestas, es muy probable que el próximo canciller en Alemania sea un cristo-demócrata con un perfil liberal, en favor del mercado
Lars André Richter
VL: ¿Cuál es la persona a seguir por los liberales alemanes?
LAR: Lo digo muy neutralmente, será más fácil con los conservadores y su candidato a canciller, Friedrich Merz. Es muy liberal en la economía, y eso sería posible, pero creo que será muy complicado a causa de las cifras formar un gobierno cristo-demócrata-liberal porque faltan 10% de los votos, al menos, quizás más.
VL: ¿Tenés la sensación de que el pueblo alemán en general se cansó de todo este sistema de partidos, fracasos, frustraciones, y empieza a mirar con un poco más de simpatía cada vez más a las propuestas populistas?
LAR: Sí, hay cada vez más y más simpatías por estos modelos, pero en otro nivel que en Francia. En Austria también. En Alemania del Este es otra situación. Pero en Alemania en general, la AfD es demasiado fuerte, pero no es el partido más fuerte, más grande, y no tiene la perspectiva de formar un gobierno. Dos tercios de los alemanes están muy en favor y apoyan partidos y políticos demócratas. Eso puede cambiar y depende mucho de la situación económica, inflación, deuda, desempleo, y del tema de la inmigración. Si hay frustración en estos puntos, eso da chances y una perspectiva a los extremistas.

VL: Macron demostró gran habilidad para sobrevivir aún en condiciones extremadamente difíciles pero en algún momento, como vos decís, puede pasar que ya no pueda aguantar. ¿Puede pasarle lo mismo a Alemania?
LAR: Estas elecciones no. No en febrero. Alemania tiene su historia, como Austria, que es muy complicada. Por eso en Alemania, por décadas, hubo resistencia contra la extrema derecha. Ahora es otra generación. Tenemos otras experiencias, historias.
La resistencia contra posiciones y conceptos y partidos y figuras extremistas, populistas, derechistas, es menos fuerte. Eso es verdad. Estamos perdiendo esta cultura de resistencia contra el neofascismo. Y eso es muy problemático. Esta resistencia nunca fue muy fuerte en Alemania del Este, porque tiene otra historia. Lamentablemente “estamos normal”, porque hay más y más gente con simpatía para conceptos autoritarios. Como en Países Bajos, Francia, Hungría, Italia o los Estados Unidos, que tiene una tradición demócrata muy fuerte y ahora tienen un populista como presidente. Por segunda vez.