“Entre las tabletas mesopotámicas del año 3000 a.C. y los manuscritos iluminados celtas pasaron 4000 años. Apenas 15 pasaron entre los primeros pasos de Google y el periodismo en realidad aumentada”. La línea de tiempo es asombrosa pero alcanza a entender cómo evolucionó la forma de comunicarse e informarse del hombre.
Del diario en papel a la TV, pasando por la radio y luego, a la conversión absoluta en formatos multimediales, la evolución de la tecnología alteró todos y cada uno de los parámetros.
No solo la información se transformó radicalmente, sino también la forma en la que la noticia impacta en la sociedad. Y ahí es donde la manipulación, la mentira, la estafa y el engaño encontraron un caldo de cultivo insuperable para multiplicarse y agigantar su imperio.
¿Entonces? ¿Quién podrá defendernos?
En un instructivo video, la campaña contra las fakes news que protagoniza Fundación Naumann es contundente:
A la hora de enfrentar de desafíos de dilucidar la mentira de la verdad, la herramienta mas eficaz esta dentro de nosotros mismos
¿Cómo? En el video -una nueva edición de la campaña Freedom Fight Fake, sugieren algunas preguntas que cada lector debería hacerse a sí mismo cuando se encuentra frente a la noticia:
- ¿Esa fuente ya ha publicado contenidos maliciosos?
- ¿Corrige datos erróneos, si es que publicó algunos?
- ¿Diferencia claramente noticia de publicidad?
- ¿Y noticia de opinión?
- ¿Evita titulares engañosos?
- ¿Revela la propiedad y responsabilidad editorial?
Esas preguntas revelan cierto cuidado y responsabilidad frente a la noticia. En tiempos “enredados”, donde “todos” difunden noticias, videos, imágenes, comentarios, memes, datos, advertencias, especulaciones y primicias incomprobables, es necesario mantener una relación distante, serena y crítica frente a la noticia.
Leer con la mente abierta y los ojos entrecerrados. Activar el sensor interno, mucho más inteligente, racional y respetuoso de la libertad que el censor externo.