16/10/2025

“El plan de Cuba era destruir la economía para poder gobernarla durante seis décadas”

“Como Cuba es una isla, siempre mirábamos hacia afuera”. La imagen es perfecta y Frank Zimmerman la convierte en una foto móvil. Cuba, estratégico faro del mundo, orilla de Estados Unidos, custodia del Hemisferio. Así la define este exiliado cubano, hoy director del Centro Latinoamericano de Federalismo y Libertad, en esta charla enriquecedora que mantuvo con el periodista Marcelo Duclos.

Reunidos por el documental #MiradasExcepcionales que la Fundación Naumann coordina con distintos referentes de la libertad.

La verdad sobre Cuba duele, lastima, hiede y hiere. Pero es necesaria para no repetir, como loros, slóganes de un gobierno que durante seis décadas transformó todo en un manual de frases hechas. Antes de lo que ellos llaman “revolución”, Cuba era el país que más estaciones de radio y periódicos tenía. “Pero en el ’60 se eliminan todos y pasan a ser controlados por el Partido Comunista de Cuba”, recuerda Zimmerman.

Igual, la cultura se las ingeniaba para encontrar las venas por donde infiltrarse. Y Elvis Presley llegaba a la isla a través del “éter” de la WQAM- MIAMI y el infaltable “Hola, América”. Pero todo se terminó. La Nueva Trova y los “Che Comandante Che” se impusieron por el régimen y a los que osaban llevar un disco de Queen en sus mochilas o dejarse el pelo largo se los calificó como “diversionismo ideológico”, un eufemismo para borrar todo atisbo de disidencia y libertad.

“La música cubana era para las clases medias y baja -recuerda hoy Zimmerman-. Los jóvenes mirábamos hacia afuera, hacia Florida, Estados Unidos. Hasta que tuvimos que leer y escuchar lo que nos imponían. Clases obligadas de marxismo y cine panfletario propagandístico. Eso nos quedó. La revolución se enfocó en desarraigar la industria musical”, dice.

Los recursos fueron muchos y crueles. El propio Che Guevara tuvo la idea de formar la UMAP (Unidad Militar de Ayuda a la Producción), otro eufemismo para confinar a homosexuales, evangélicos, testigos de Jehová y otras “minorías” para “reeducarlos” hasta que fueran aptos o se graduasen de “revolucionarios” buenos. “De ahí salió Pablo Milanés”, ejemplifica Zimmerman.

“Cuba es como el Vaticano del Hemisferio. No se la toman muy en serio, pero atrás de ella hay intereses estratégicos”, apunta Zimmerman

Se nota que la historia le duele aún. Haber vivido en Cuba le da una visión de lo que es un gobierno totalitario e impermeable a los derechos humanos en su verdadera dimensión. Y esa visión es lacerante. Cómo el discurso fue moldeando la realidad, el “relato” que decía que aquellos que se habían ido de la isla eran “gusanos” mendicantes, que fracasaban, auténticas “pestes” del capitalismo. “Pero cuando, durante la presidencia de Carter, esos “gusanos” pudieron visitar a sus familias, descubrieron que eran mariposas, seres libres que se habían realizado fuera de la isla. Ahí comenzó el éxodo”.

Es que el relato engaña, pero hasta cierto punto. Zimmerman cuenta que él se fue de Cuba en los ’80, después los balseros intentaron huir en los ’90 y ahora la gente, cada vez con menos miedo, exige -pide, reclama, demanda- libertad como si fuera un oxígeno del que ya no pueden prescindir.

Y se cae el mito. Porque ya no pueden decir que hay bloqueo o que Cuba es una potencia médica. “Todo eso es mentira. Los médicos son esclavos modernos, esclavismo del siglo XXI”. Asi de duro es Zimmerman para definir el sistema por el cual el gobierno cubano capacita a médicos “le cobran a un país “X” dos o tres mil dólares por un médico y a éste le pagan 200 ó 300. Y una parte lo depositan en una cuenta de Cuba a la que puede acceder cuando vuelva. Y si no tiene familia, no puede salir de la isla. La familia queda como rehén”, cuenta.

Con lógica, plantea que es imposible que Cuba tenga medicina de excelencia cuando apenas hay internet para unos pocos e insumos casi para nadie. “Hay un sistema armado al que tienen acceso ciertos turistas y la elite del gobierno que es aceptable. Acceso a internet hay desde hace 2 años. Que, además, vale 30 dólares y la gente gana al mes 20. ¿Cuántos puede consumir? Y tiene decenas de sitios bloqueados. Yo pondría en duda la capacidad profesional de un médico cubano. Son gente que el gobierno capacita fugazmente y los vende a países como Brasil”, enumera.

“Argentina nunca tomó muy en serio a Cuba. Estados Unidos nunca tomó en serio a Cuba. Entonces, esta islita, que está estratégicamente ubicada, no es Cuba. Cuba es como el Vaticano del hemisferio- Atras de Cuba está Venezuela, está China, antes Rusia”.

“Me da pena que usen remeras del Che Guevara. Me da pena porque ese tipo fue un asesino, ejecutó a decenas de personas. Fue homófobo, una persona clave en el desarrollo de los campos de concentración para homosexuales en Cuba. Los viejos no quieren aceptar que se equivocaron y para los jóvenes es muy “instagramable”, piensa.

“Entonces – suma Zimmerman- si Cuba se libera, cambia el hemisferio. Por eso tanto la defienden los países de una forma u otra. los que se identifican con ella como Venezuela, Nicaragua o Argentina. Primero hay que desenmascararlo y luego evitar que se sigan propagando”.

Esa es la batalla de Zimmerman. La que enarbola cada mañana para mostrar la otra cara de una revolución que, aún hecha jirones, confunde y miente. “El sistema médico cubano es uno de los peores del planeta.

El sistema médico cubano es uno de los peores del planeta. El embargo continúa pero no aplica a comida ni medicinas: de hecho, el pollo que se come en Cuba viene de Estados Unidos. Cuba compra doscientos millones de dólares mensuales en alimentos. “La diferencia es que Cuba tiene que pagar en efectivo, porque ¿quién le daría crédito a un país que confiscó todo?”. El turismo ya casi desapareció y las remesas cada vez llegan menos. El relato cubano se cae por su propio peso. Y los gritos de libertad, como el de este exiliado cubano que trabaja por la verdad, se empiezan a escuchar, como ecos, como voces que llegan desde la otra orilla.

ESCUCHA EL TESTIMONIO COMPLETO DE FRANK ZIMMERMAN

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