11/09/2025

Luis Rosales: “Los negros y latinos de EE.UU. sienten que Trump es tan perseguido como ellos”

Luis Rosales, desde Boca Raton, Florida, cuenta los detalles más interesantes de las elecciones en Estados Unidos y la alta influencia del “voto latino”. (X)

En Estados Unidos, julio es el mes más caliente, también en términos políticos. Comienza formalmente la campaña que terminará el segundo martes de noviembre y Donald Trump -el hasta ahora favorito en las encuestas- aún no ha definido quién lo secundará en la fórmula. De hecho, hay ocho “nominados” -entre ellos, tres afroamericanos- para la vicepresidencia.

Además: No nos engañemos, Lacalle Pou no es liberal, es un socialdemócrata-nacionalista

Además: Noboa polémico: dice que Milei es «engreído», Bukele «arrogante» y Petro «snob de izquierda»

La fórmula sería anunciada en la Convención del Partido Republicano que comenzará en Wisconsin el 15 de julio. Lo paradójico es que apenas cuatro días antes es la fecha fijada para comunicar la pena que le corresponde al expresidente, quien fue declarado culpable de todos los cargos por falsificar documentos comerciales para encubrir un pago de dinero a cambio de silencio a la estrella porno Stormy Daniels durante las elecciones de 2016.

Luis Rosales revela detalles de las elecciones en Estados Unidos desde sus redes. (X)

En este contexto, y a horas del primer debate televisivo entre Biden y Trump, el analista internacional y periodista Luis Rosales está radicado en Boca Raton, desde donde “monitorea” el termómetro de una campaña que aún está en gateras. Junto al estratega Dick Morris, a quien acompaña desde hace 25 años, Rosales se metió de lleno en la segunda vuelta de Trump, que hoy está en etapa larval. Junto a Dick Morris estoy trabajando a nivel estratégico en la campaña. Que es lo que he hecho por todo el mundo con él desde hace casi un cuarto de siglo, define.

Visión Liberal: A punto de iniciar una nueva campaña, esta vez en la estrategia de Donald Trump, ¿Cuál es tu rol?

Luis Rosales– Mi papel se me reveló en un restaurant italiano semivacío en Boca Raton con un sol radiante, mientras conversaba con Dick Morris y Christopher Ruddy (CEO de NewsMax): esperar que comience julio. Es altamente probable que el hombre más poderoso del planeta, de la democracia más ancestral de la tierra, el comandante en jefe de las FF.AA. hegemónicas de la tierra, quien decide sobre la reserva de valor de toda la humanidad, sea elegido en un contexto de muy poca campaña tradicional.

VL: O sea, no hacer campaña es la nueva forma de hacer campaña

LR: Hay una modalidad de campaña nueva, muy centrada en la personalidad del candidato. Por las redes sociales tiene un gran impacto por personalidad o circunstancia (en este caso, porque Trump es un perseguido judicial). Todos los días hay campaña de Trump, que “se hace sola”.

VL: En Argentina pasó algo similar con Milei.

LR: Es propio de este tiempo y está pasando en todos los planos de la política mundial y lo mismo en la comunicación política. Ahora, un señor con un streaming le puede ganar en audiencia a un canal de televisión tradicional. Y un candidato sin partido y sin fuerza territorial, se puede convertir en presidente. Por increíble que suene, las campañas ni siquiera tienen un jefe de campaña, como estamos acostumbrados a ver. Es una democratización de la comunicación, de la imagen, y de la estrategia política. Estamos en un proceso de transición muy interesante y estresante a la vez.

Donald Trump y Joe Biden. (AFP)

VL: Como analista político, ¿eso es mejor o peor?

LR: Es distinto.

VL: El candidato, en este caso Trump ¿tampoco necesita apoyo político?

LR: A eso sí le presta atención Trump. En su agenda recibe políticos y analiza la actualidad porque existe un polo de poder político importante en el Congreso. Poder que lidera en gran parte Trump. Pero como también hay legisladores republicanos que tienden a rebelarse contra este liderazgo, eso lo mantiene a él (Trump) siguiendo el proceso con bastante atención.

VL: Comparadas con lo que sucede en América Latina, no serían tan estresantes las campañas en Estados Unidos.

LR: Es que los latinos vivimos casi una deformidad electoral. Las campañas en las democracias desarrolladas son muy cortitas, siempre. Desde que lo eligen candidato en julio hasta el segundo martes de noviembre. Cuatro meses con toda la furia. Y en esos cuatro meses le prestan mucha atención a los estados que hacen la diferencia para cambiar el resultado y sumar delegados o electores al Colegio Electoral que cambian. Los estados swing, los estados que cambian.

Luis Rosales

Analista político

“La elección del hombre mas poderoso del planeta se centra en una batalla campal en un puñado de estados que no son, precisamente, los mas poblados”

VL: ¿A qué estados le apunta Trump?

LR: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pennsylvania y Wisconsin. 

VL: ¿Cuáles no tiene y por lo tanto necesita torcer la voluntad?

LR: Estos son los indecisos. El campo de batalla de la elección norteamericana, a esta altura, se perfila sólo en estos estados, porque la democracia americana no gasta dinero en los estados definidos. En California es poco probable que Trump vaya a hacer publicidad y en Texas es poco probable que lo haga Biden. Como es una elección indirecta, haces publicidad, subís el 5 por ciento de los votos pero la diferencia era de 20 puntos. Hay que revertir 12,15 puntos y eso es imposible, entonces no vale la pena invertir en campaña en esos estados. En definitiva, la elección del hombre mas poderoso del planeta se centra en una batalla campal en un puñado de estados que no son, precisamente, los mas poblados. Entre los swing, sólo hay tres que tienen núcleo poblacional grande y los otros tres son bastante secundarias en términos de población.

Donald Trump sabrá su futuro judicial el próximo 11 de julio, cuatro días antes de la convención republicana que lo nominaría a candidato presidencial. (Luis G. Rendón)

VL: ¿Qué va a cambiar con la sanción -que puede ser un arresto en una prisión o un arresto domiciliario- que van a imponer a Trump el próximo 11 de julio?

LR: Algunos demócratas están imaginando que Trump no podrá asistir a la convención que lo nomine como candidato a presidente porque será arrestado. La sentencia está prevista para el 11 de julio y la convención es el 15. Lo pueden sentencia a prisión en una cárcel o a lo que se conoce como house arrest.

VL: Sería inédito que un candidato se presente a una elección y hasta haga campaña desde un calabozo.

LR: Se habla más de arresto domiciliario porque sería muy complicado tener vestido de traje naranja o a rayas al candidato a presidente más popular de una elección. Y no por un delito político tan grave. Es dinero de él que le dio un destino distinto. Punto. Y es un asunto que sucedió en 2016, antes de que se consagrara presidente por primera vez.

La gran duda es si el “house arrest” será en el hostil estado de Nueva York o en el favorable estado de La Florida. Si se trata de su dúplex en el piso 66 de la Trump Tower o su cancha de golf y palacio en Mar-a Lago, su selecto club en Palm Beach, que sería mejor para él. Y ver qué restricciones tiene: ¿puede hacer campaña política un preso político? ¿Puede hacer y transmitir videos por las redes? Si puede filmar videos y sacarlo en la Convención Republicana, sería casi lo mismo que estar presente. Y hasta podría resultar más popular.

Otras entrevistas…

VL: Podría hacer de una crisis una oportunidad si fuera así.

LR: Claro. Todas las encuestas muestran que la victimización lo favorece. Sobre todo, en la grieta tan extendida de los Estados Unidos, estas situaciones exacerban los polos, y pueden resultar favorables para ambos. En ciertos segmentos provocan una reacción adversa. Si lo querían destruir o incomodar a Trump, o entorpecer el voto latino o negro, estaría sucediendo lo contrario según muestran todas las encuestas.

Ambas minorías se sienten perseguidas por el sistema y muchos estudios demuestran que se ven reflejados en la situación de Trump. Ahora, negros y latinos sienten que el sistema también persigue a Trump como los persigue a ellos.

VL ¿Cuánto suman latinos y negros en términos de población?

LR: Los negros son el 13% y los latinos el 17%. Un 30% de la población norteamericana.

VL: El treinta por ciento… También dependerá de la cantidad de votantes que se muevan de esos grupos sociales

LR: Acá el voto es voluntario y se arma un registro, con alguna antelación de los que van a concurrir a votar. Y cuántos, finalmente, termina siendo el registro de votantes potenciales. Acá –a diferencia de la Argentina, donde se sienten que los actores políticos pueden manipular tal o cual variable– no juegan fichas. En las elecciones pasadas dijeron que se estaban “latinoamericanizando” las elecciones norteamericanas porque ejercieron bastante influencia en el voto por correo, eso es bastante difícil de controlar. Los republicanos cercanos a Trump sostienen que podría haber habido un fraude importante ahí y que además se exacerbó mucho por la pandemia, en aquel momento.

Luis Rosales

Analista político

“El dilema es que mas allá de la salud y aparente fragilidad y senilidad de Biden, pareciera que el gran “negativo” que tiene en esta elección, es que ideológicamente los demócratas están “secuestrados” o híper influenciados por la extrema izquierda latinoamericana”

VL: Decías que la campaña de Trump es la “no campaña”, ¿Quiénes son los cerebros detrás de Trump?

LR: Todo gira alrededor de Trump. Hay mucho de su personalidad. Así como a Dick Morris, tiene a varios estrategas que lo van asesorando en distintos temas, y él es una especie de “Rey Sol”, como Luis XIV de Francia. Todos los “rayos concéntricos” (las ideas de campaña) terminan en él. Y al final es Trump el que toma todas las decisiones. 

VL: Joe Biden no se maneja con ese criterio.

LR: No, él es un institucionalista demócrata típico. Desde los 28 años es senador por Delaware, un micro estado de un millón de habitantes y paraíso fiscal de todas las sociedades anónimas, una especie de Islas Caimán en territorio norteamericano. Biden siempre anda por el borde de la cornisa, es un lobbista clásico de los que veíamos en “House of Cards”. Y más allá de eso es un demócrata tradicional que fue dos veces vicepresidente de Obama. Biden es el establishment.

La guerra en Israel y Ucrania puso entre la espada y la pared al Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que pierde apoyos y es visto como un “líder senil” en varios sectores de la sociedad norteamericana. (AFP)

VL: ¿Cuánto lo afectan los malos resultados tanto en Ucrania como en Israel?

LR: Para Biden es más fácil apoyar la causa ucraniana que la israelí. Pero Biden está más forzado a apoyar la causa israelí porque en EE.UU. el “mainstream” de la política tanto demócrata como republicanos, se inclina por esa causa. Pero la causa israelí al estilo Netanyahu y al nivel de las decisiones extremas que ha tomado son de difícil digestión por amplios sectores del Partido Demócrata

VL: Uno imagina que los estudiantes en huelga son mas pro demócratas que pro republicanos. Y sin embargo están en huelga, se enojan, cuestionan a Netanyahu.

LR: Corren a Biden por izquierda y ahí hay un gran tema. El dilema es que mas allá de la salud y aparente fragilidad y senilidad de Biden, pareciera, el gran negativo que tiene en esta elección, es que ideológicamente los demócratas están “secuestrados” o demasiado influenciados por la extrema izquierda. Para poder agradar a los sectores más activos (los estudiantes de las universidades, por ejemplo) se alejan de los centros o sectores más moderados que son los que hacen ganar una elección en los Estados Unidos. Los demócratas se tienen que correr a la izquierda para satisfacer a sus propios electorados. Algo parecido a lo que sucede en la Argentina con el kirchnerismo, o con Milei y los libertarios extremos. A Biden le está pasando eso.

Y a eso sumale el estado aparente de salud o de in-habilidad que tiene Biden para poder manejarse.

“La paradoja es que Trump parece más pacificador que Biden”

Luis Rosales

VL: A favor de Biden podemos decir que la economía no está tan mal

LR: Pero tampoco está tan bien. No se está sintiendo un boom y en Estados Unidos están acostumbrados a que la economía está bien cuando hay un pum para arriba. Cuando la economía está tranquila no se percibe que eso esté bien. Son economías estables ya de por sí.

VL: Pero no hay economía “para atrás”

LR: No, la economía no es un gran negativo de Biden. Es su salud, o su inhabilidad para gobernar cuatro años más lo que se cuestiona y éste tema de cómo lograr que la frazada corta caliente a los extremos y al centro.

Luis Rosales en el Rally del ex presidente Trump, en West Palm Beach, Florida. (X)

VL: Y en caso de Trump, ¿a favor la victimización y qué más?

LR: Y el recuerdo de que la economía fue importante y es un “issue” en el que él gana, que es saber de negocios, de hacer crecer la economía, competir con China, factores que son la esencia de su discurso. La paradoja es que Trump parece más pacificador que Biden. Con respecto a la guerra con Ucrania en dos minutos se pone de acuerdo, Corea del norte lo mismo, y China no va a atacar a Taiwán… con su estilo más duro termina siendo menos pro-bélico que los demócratas.

VL: Si gana Trump, ¿Por qué alcanzaría el triunfo?

LR: No tanto por lo que dicen las encuestas, sino por estar “acá”, por vivir “acá” (entendiendo que “acá” es “en la Tierra”, en éste plano. Ganaría por la sensación de que Biden no está habilitado para gobernar otros cuatro años. Me parece que eso va a ser definitivo. Y el hecho de que Trump esté luchando por su libertad hace que se lo vea como una persona con mucho vigor físico, como un político que puede “pelear”. Mientras uno baja del helicóptero y va a tribunales (Trump), el otro no sabe qué escalón subir o bajar (Biden). Uno está en un rol muy activo y el otro muy pasivo.

VL: Supongamos que va a arresto domiciliario en Mar-a-Lago, ¿Qué consejo le darías?

LR: Exacerbar la victimización con toda la carga simbólica posible. Uribe (Álvaro), en Colombia, cuando dijo que la lucha contra las FARC era de verdad, nunca se supo si atentaron o lo amenazaron pero en un momento, desapareció de la campaña y la hizo en forma clandestina porque había serio riesgo de que lo mataran las FARC. Y eso potenció su liderazgo al ubicarse claramente como enemigo de las FARC. Era el psique du rol perfecto para eso. Algo similar sería lo de Trump: exagerar que es un preso político de un régimen.

Donald Trump. (AFP)

VL: ¿Esa “jugada” podría no salir bien por algo?

LR: El único riesgo ahí es que Trump es muy ‘winner’ y en la mentalidad norteamericana, mostrarse derrotado, golpeado, victima, tal vez no sea algo que esté en su naturaleza. O sí. Podría ser un prisionero rebelde que le ponen las cadenas pero trata de romperlas. En pocas semanas lo comenzaremos a saber.

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