Pese a una leve mejora durante agosto del Estimador Mensual de Actividad Económica, todavía se proyectan sombras en el consumo y la industria, a días de los comicios claves que enfrenta el Gobierno. La opinión de Tomás Amerio de la Fundación Libertad y Progreso sobre lo que se viene.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), principal indicador adelantado del PIB argentino, mostró en agosto de 2025 una variación interanual del +2,4% y un incremento mensual desestacionalizado del +0,3% respecto a julio, según datos oficiales del INDEC publicados el 22 de octubre. Esta es la primera variación positiva desde abril, rompiendo una racha de tres meses consecutivos de caídas (-0,2% en mayo, -0,6% en junio y -0,1% en julio).
En el acumulado del año, el EMAE ya registra un avance del +5,2%, reflejando una recuperación gradual tras la contracción de -1,8% en 2024. En términos sectoriales, el panorama es mixto: diez de los quince rubros analizados por el INDEC crecieron interanualmente, con la mayor incidencia positiva de la intermediación financiera (+26,5%, impulsada por el repunte del crédito y tasas de interés elevadas) y la explotación de minas y canteras (+9,3%, beneficiada por la demanda externa de commodities).
[El dinero manda: cómo los fondos opacos financian la política global]
— Visión Liberal (@vision_liberal) October 22, 2025
De Vox a Milei, del kirchnerismo al PSOE, el poder político se sostiene con préstamos y redes financieras sospechosas.
En un mundo donde el dinero habla más que las ideas, la soberanía popular se diluye en… pic.twitter.com/iSGLif2Lld
Otros sectores en verde incluyen pesca (+17,1%), agricultura y ganadería (+4,5%), y electricidad, gas y agua (+1,6%). Sin embargo, cinco rubros cayeron, y los más alarmantes son la industria manufacturera (-5,1%) y el comercio mayorista, minorista y reparaciones (-1,7%), que en conjunto restaron 1,06 puntos porcentuales al crecimiento general. Estos datos subrayan una economía estancada en el consumo interno, dependiente de exportaciones y finanzas, en un contexto de recesión técnica confirmada por caídas mensuales previas.
El economista Tomás Amerio, de la Fundación Libertad y Progreso, interpreta este repunte como “moderado y coyuntural”, señalando que “refleja aún el escenario de una economía estancada y recesiva”. Amerio destaca que el dato positivo es una mera recuperación de los resultados adversos de junio y julio, y atribuye la debilidad a la “alta incertidumbre previa a las elecciones del 26 de octubre”, que ha generado una caída en el consumo e inversión, junto con una salida de ahorros que desfinancia la demanda interna. “Esta actitud precautoria de la gente y las empresas impacta negativamente en la actividad”, afirma. No obstante, optimista, Amerio sostiene que “si el resultado de los comicios revierte la incertidumbre, también lo hará esta dinámica, volviendo a darle impulso a la economía”.

En los últimos días, el anuncio del INDEC ha generado un eco positivo en redes y medios, con analistas como Felipe Núñez (asesor del ministro Luis Caputo) celebrando el “repunte en la previa electoral, pese a intentos de desestabilización”.
Con las elecciones a la vuelta de la esquina, el EMAE de agosto podría ser un punto de inflexión: ¿rebote preelectoral o base para una expansión sostenida? La respuesta llegará post-elecciones.