Mal año para el mundo. La economía europea se desbarranca en la curva de la crisis más profunda que vive la región desde la II Guerra Mundial. El “tobogán” es vertiginoso: Alemania caerá más del 6%, Francia, Italia y España casi el 11%.

La recesión será profunda y Ángela Merkel decidió que las medidas que adoptará para enfrentarla también: ayer anunció un plan que contempla, entre otras, estas acciones:
- Rebaja del IVA del 19% al 16% hasta el 31 de diciembre de este año
- Ayuda estatal para alentar a las empresas a mantener a sus empleados
- Una prima de 6.000 euros por la compra de vehículos eléctricos (el sector lleva meses paralizado)
- Asignación única de 300 euros por hijo a las familias afectadas por el virus
- Reducción de los costos de electricidad para particulares
- Ayuda a las empresas en riesgo de quiebra (hasta 25.000 millones de euros disponibles para salvar el sector)
- Transferencia de deuda de los 2.500 municipios más pobres al Estado federal.
“Veo el sentido que tienen estas medidas y me parece positivo” -explica el economista Aldo Abram a Visión Liberal-. “Siempre me va a resultar positivo que se bajen impuestos”. Un paquete de 130.000 millones de euros, acordado por todos los miembros de la gran coalición de Merkel y que ubica a Alemania a la cabeza del mundo en medidas de reactivación económica. “Alemania lanza un paquete de medidas para sostener la economía y dinamizar la recuperación. Pero lo hacen porque pueden”.
¿Qué significa esto? ¿Argentina no podría imitarla? Aldo Abram cree que no. “Ellos pueden hacerlo porque en el pasado se comportaron austeramente en el manejo del gasto público. Por lo tanto, hoy tienen muchísimo crédito disponible para atender los mayores gastos en salud, subsidiar a los sectores vulnerables (tanto productivos como a las personas)“.
“Un banco central fuerte que respeta a los ciudadanos permite una moneda estable y confiable. Por eso hoy pueden emitir sin que eso signifique una pérdida de valor de la moneda”
La afirmación de Abram no cabe solo para Alemania. Más cerca, en países como Uruguay, Perú, Chile o Colombia suceden escenarios similares. “También manejaron austeramente sus gastos públicos y hoy tienen ahorro o crédito disponible para poder financiar mayor gasto en salud o subsidios. E incluso bajar impuestos“, agregó el economista de Libertad y Progreso. Por supuesto, Argentina es la mosca en la leche: “nuestros políticos y economistas, cuando llegan al gobierno se dedican a gastar toda la plata disponible e incluso todo el crédito hasta que quebramos. Ahora no podemos financiar”.
Recuperación lenta y dolorosa
La pandemia dejó víctimas para lamentar. Y no solo en el campo de la salud. Una quinta parte de las empresas de Alemania dijo que temía la insolvencia. Vale aclarar que Alemania registró menos muertes por COVID-19 que otros países y su economía resistió las seis semanas de confinamiento gracias a generosos paquetes de estímulo y la decisión de no cerrar fábricas y empresas de construcción. Los sectores más amenazados son los de servicios: alrededor del 85% de las empresas vinculadas al turismo teme la insolvencia.
Salir de ese agujero negro requiere de una batería de medidas contundentes: una escalera cuyos peldaños sean sólidos y seguros. Por ejemplo, -enumera Abram- bancos centrales fuertes. “Los países que tienen bancos centrales fuertes, que respetan a sus ciudadanos, le dieron en el pasado una moneda estable y confiable a la gente. Entonces, cuando aparecen momentos de incertidumbre, tienden a demandar moneda fuerte. Y pueden emitirla”, explica Abram.
Así, la emisión se destina a cubrir la demanda de créditos y sustentar el nivel de actividad “sin que eson signifique una fuerte pérdida de valor de la moneda lo que trae, en el futuro, inflación creciente”. La comparación con Argentina es inevitable:
“Durante décadas, el Banco Central se dedicó a estafar a los argentinos quitándoles poder adquisitivo a los pesos que tienen en el bolsillo para transferirselos al gobierno. Obviamente hoy nadie confía en el peso”.
Conclusión: Aldo Abram sostiene que en la Argentina de los políticos dilapidadores “todo lo que se emite se convierte en depreciación, pérdida de poder adquisitivo e inflación.
Lo único que nos salvará del naufragio es aprender la lección. “Si alguna vez tenemos la mala suerte de que enfrentar una crisis que venga de afuera, ojalá tengamos la solidez económica que nos permita hacerlo sin los costos que, lamentablemente, tendremos que pagar hoy: desempleo, empobrecimiento, altísima inflación. Todo por hacer las cosas mal en el pasado.