18/10/2025

Milei ya está en Madrid y busca graduarse como el influencer global de la derecha

El viaje del presidente Javier Milei a España no sabe de protocolos, no tiene agenda oficial y no habla de relaciones bilaterales. Sí tiene muchos tips similares al viaje que hizo en enero a Davos o al que hizo a Texas para abrazar a su amigo Donald Trump, peleando voto a voto su regreso a la Casa Blanca. O el abrazo que se dio con Elon Musk, el dueño de Tesla, la empresa que no admite sindicatos y que propone traer su modelo de negocios a la Argentina. Ahora, es el abrazo con Santiago Abascal, líder de Vox.

Como esos amigos que se quieren pero son incómodos, Abascal y Milei se fundirán en un abrazo que sintetice sus semejanzas pero, también, que sirva para remarcar de qué lado de la historia se está empujando a la Argentina.

Como un león influencer, rugirá los nuevos vientos que soplan y gritará al mundo que él llegó para cambiar un paradigma que se deglutía a un país entero. Santiago Abascal, líder y fundador de VOX, acompaña esa “gesta” que él comenzó hace cinco años, cuando logró que su partido llevara 24 bancas al Congreso y lograr así, que la extrema derecha tenga representación en el país ibérico.

En Europa pocos países quieren a Abascal y poco y nada saben de Javier Milei. Ambos representan las consignas de la Nueva Derecha Occidental, un estandarte que pretende sepultar los años de socialismo y populismo explícito que atravesó a la mayoría de los países latinoamericanos, especialmente la Argentina.

Aunque Abascal es hijo del establishment político, celebra la rebeldía del outsider criollo a quien reconoce que sus méritos como “gurú” del discurso liberalista lo asemejan más a un showman de la política que a un presidente elegido por los votos.

Pero coinciden en mostrar al mundo su coherencia ideológica ubicándose al lado de personalidades polémicas y que gozan de poco calor popular, como Donald Trump, Viktor Orban, Mateo Salvini, Marine Le Pen, Jair Bolsonaro y Jaroslaw Kackzynski. Y como dicen los jóvenes, se la bancan. De hecho, Milei no duda en ensalzar a Margaret Thatcher, la británica elegida como blanco del odio nacionalista y “responsable” de la guerra de Malvinas. Y quien quiere oír, que oiga.

Como en Davos, como en el abrazo con Bolsonaro en Texas, como sus loas al símbolo del capitalismo como Elon Musk, Milei va fortaleciendo el lugar de liderazgo que quiere ocupar en la historia. Busca demoler los arquetipos del discurso político: ser el adalid del comunismo, defender la meritocracia como una herramienta excluyente de crecimiento, invisibilizar a los pobres.

Uno de los tuits que el Presidente le dio ‘me gusta’ durante su viaje a España. (X)

Las diferencias entre Abascal y Milei son tan profundas como sus similitudes. Ambos son productos de sociedades cansadas y escépticas, que no dan un peso por la palabra del político y que no creen en los sistemas tradicionales de sus respectivos gobiernos. Pero la derecha en Europa es resistida y el liberalismo en Latinoamérica todavía camina en terrenos resbaladizos.

La idea de que juntos pueden reconvertirse en los nuevos Influencers de la Derecha Universal los seduce. Por eso Milei llega con su libro abajo del brazo, para darle contenido téorico a su batalla cultural. “EL camino del Libertario”, como “El Camino de Santiago” es un peregrinaje por la fe liberal, un sendero que ambos transitan juntos cuando Vox apenas era un partido con diez mil afiliados.

La agenda pública dice que el embajador argentino Roberto Bosch armó un encuentro con empresarios españoles pero no habrá reunión con el presidente Pedro Sánchez. Cuyo ministro de Transporte deslizó que Milei habría “ingerido sustancias”, en su exposición durante una mesa redonda sobre redes sociales e imagen pública de políticos. Esa declaración provocó la reacción del Ejecutivo argentino que, tras repudiar las calumnias del funcionario, apuntó directamente contra el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. “El gobierno de Pedro Sánchez tiene problemas más importantes de los que ocuparse, como las acusaciones de corrupción que caen sobre su esposa, asunto que lo llevó incluso a evaluar su renuncia. Por el bien del Reino de España, esperamos que la justicia actúe con celeridad para esclarecer semejante escándalo de corrupción que afecta directamente la estabilidad de su Nación y, por consiguiente, las relaciones con nuestro país”, señaló el comunicado de la Oficina del Presidente.

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