15/10/2025

María Corina Machado y el nuevo impulso de la libertad

El galardón a María Corina Machado reconoce su coraje y liderazgo en la resistencia contra la opresión en Venezuela, celebrando la convicción de que la libertad, defendida con integridad, es imparable frente a cualquier poder autoritario. Escribe Silvia Mercado.

El Premio Nobel de la Paz 2025 otorgado a María Corina Machado marca un punto de inflexión en la historia reciente de América Latina. Más que un reconocimiento a su trayectoria —que lleva adelante la lucha de millones de venezolanos—, los liberales asumimos este galardón como un tributo a una visión moral de la libertad: la convicción de que ningún poder, por más absoluto que parezca, puede someter para siempre a una sociedad decidida a ser libre.

María Corina ha sostenido esa convicción durante años, incluso cuando el costo fuera muy alto: alejarse de su familia, ver a sus compañeros privados de libertad y resistir con un acompañamiento muchas veces distante, cuando no ausente, por parte de la comunidad internacional. Por eso es un símbolo de fortaleza frente al miedo, del coraje de quien entiende que la libertad no se negocia, sino que se ejerce y se defiende, incluso en soledad. Su liderazgo, además de ejemplar, resulta esencial en estos tiempos en que la política parece debatirse entre el oportunismo y la indiferencia: ha demostrado que la integridad, el valor y la empatía siguen siendo una fuente de inspiración.

Esa serenidad interior —la que nace de la integridad— define el temple de María Corina Machado y del gran equipo que la acompaña. En medio de la oscuridad y de la más cruda represión contra su pueblo, ha sabido conducirse con prudencia, transmitir calma y llamar a la paz, con la voz firme de quien sabe que la lucha por la libertad es hasta el final y que, tarde o temprano, va a suceder.

En su Discurso de la servidumbre voluntaria, La Boétie advirtió que los hombres nacen libres, pero la costumbre de obedecer termina por hacerles perder el deseo de la libertad. La servidumbre, decía, no es natural, sino aprendida y liberarse requiere reaprender el deseo de ser libres. En Venezuela, esa costumbre de obedecer está siendo reemplazada por una renovada conciencia de libertad, gracias al coraje y la consistencia de líderes como María Corina Machado, que han devuelto al pueblo la certeza de su propia fuerza.

Esa transformación del espíritu venezolano lleva años viva. Comenzó mucho antes de este reconocimiento con el Nobel: en cada manifestación, en cada acto de resistencia frente al régimen —primero bajo Hugo Chávez y luego bajo Nicolás Maduro—. Alcanzó su expresión más clara el 28 de julio de 2024, cuando millones de venezolanos, desafiando todo el poder de un Estado que controlaba cada instancia del proceso electoral, acudieron a las urnas con determinación y esperanza. Aquel día no fue solo una elección, sino una afirmación ciudadana de libertad.

La Red Liberal de América Latina (RELIAL), que se honra en contar con el movimiento Vente Venezuela entre sus miembros plenos, reconoció en ese acto un ejemplo extraordinario de coraje y madurez cívica. RELIAL acompañó la documentación y difusión internacional de ese proceso, recogido más tarde en el documento “Venezuela 28J: La gesta de un pueblo democrático”, que mostró cómo la sociedad civil organizada —desde la convicción liberal y la responsabilidad individual— defendió su voluntad soberana frente a la arbitrariedad.

Por eso, el reconocimiento a María Corina Machado pertenece al espíritu liberal de América Latina, a esa comunidad de hombres y mujeres que defienden la libertad y resisten toda forma de servidumbre. Celebrar este Nobel otorgado a una de las voces más firmes y coherentes del liberalismo latinoamericano es una satisfacción profunda, porque reconoce una expresión genuina del pensamiento liberal: la defensa del individuo frente al poder y la integridad como forma de liderazgo.

Compartir:

Más publicaciones