El financiamiento a la educación pública se tornó un debate transcendental en la opinión pública. Luego de años de estar fuera de la discusión, Javier Milei logró que muchos se despertaran de una siesta eterna. Como lo ha nombrado varias oportunidades, el Presidente consiguió el “principio de revelación”.
Es que la marcha universitaria mostró la utilización política de causas nobles. Lograron poner en discusión una cuestión que en Argentina está zanjada: la educación pública. Pero, para ponerle más emotividad acusan al Gobierno de querer terminar con la “gratuidad” en escuelas y universidades.
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Por más que desde Casa Rosada, en reiteradas ocasiones, rechazaron la idea de ponerle fin a la educación gratuita, el sector opositor insiste en instalar la discusión. La izquierda, el kirchnerismo y buena parte del radicalismo sostienen que el desfinanciamiento desembocará en el cierre de institutos públicos.
Es lógico, entendible y evidente que debe realizarse un profundo cambio en la educación. Es preciso poner en debate diferentes cuestiones que jerarquicen a los estudiantes. Como también es clave darle mejor infraestructura y comodidades, pero ¿hace cuánto escuchamos que los docentes cobran “miserias”? ¿Desde diciembre que los edificios universitarios tienen problemas?
Para dirigentes como Martín Lousteau, Sergio Massa, Cristina Kirchner, Ricardo Quintela, Horacio Rodríguez Larreta, Elisa Carrió y Pablo Moyano, el único responsable de la falta de recursos y calidad es Javier Milei. De pronto, en 10 de diciembre del 2023, los docentes dejaron de ser “ricos”, los estudiantes pasaron de cursar en buenas condiciones para hacerlo en edificios donde no hay agua, luz y más.
Aquellos políticos que tuvieron la capacidad de salir a manifestarse en la jornada del miércoles, no tuvieron la misma lucidez cuando el gobierno de Alberto Fernández decidió cerrar las escuelas más de un año a causa del coronavirus. Miles de chicos aún se están recuperando de semejante restricción.
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El problema, para algunos, no son los docentes, mucho menos los estudiantes. El trasfondo de la discusión, aunque no lo quieran reconocer, son las “cajas negras” que se manejan en la UBA. Incluso, si el gobierno de Milei le cediera los fondos requeridos, la situación no se modificaría. Está a las claras.
La abogada y expresidente de la UIF, María Eugenia Talerico, quien es especialista en temas de integridad financiera, en su cuenta de X le puso luz a la oscuridad que hay detrás de los que hoy se embanderan en defensa de la educación pública. La excandidata a senadora nacional apuntó, por ejemplo, contra Emiliano Yacobitti, vicerrector de la UBA. “Es radical, aliado de Juan Manuel Olmos, el ex Vice Jefe de Gabinete de Alberto Fernández, peronista y ambos, son aliados del Tano Angelici”, posteo en su cuenta.
En su explicación, Talerico pone en evidencia la red que se maneja en las sombras. En ese sentido aclaró: “Hace años no se audita nada. Solo hay informes “formales””. Y, como nadie pone en discusión la educación gratuita, la abogada penalista subrayó: “Por estas razones, la postura del Gobierno Nacional, por temas de equilibrio presupuestario, IMPONEN transparentar la “CAJA NEGRA DE LA UBA” y sentarnos a discutir enserio los desafíos de la EDUCACIÓN PÚBLICA en Argentina”.
Bienvenida la hora donde la educación sea un tema de debate. La universidad es una gran herramienta de igualación, donde todos puedan construir e instruirse. No es un costo, no es un gasto, es la inversión más importante que puede realizar una nación. Sin embargo, mientras millones de jóvenes sueñan en grande, otros lo ven como un curro.