La ministra apuesta a meter al diputado, que es autoridad del PRO, en una lista de La Libertad Avanza. El expresidente reniega de toda fusión. La guerra se trasladó a Twitter.
Publicado en Letra P. Patricia Bullrich quiere llevar al extremo su pelea con Mauricio Macri. Más allá del cruce en X, la ministra mira a 2025 y planea asestarle un golpe simbólico al expresidente: apuesta a colar en la boleta porteña de LLA al diputado Damián Arabia, actual vicepresidente segundo del PRO.
De esta forma, el partido fundado por Macri tendría a una de sus autoridades partidarias en una lista de Javier Milei. Es un objetivo que Bullrich no pudo realizar por sí misma, cuando el exmandatario le arrebató la prometida silla de la convención del PRO, anticipando que el año que viene puede llegar a ser la postulante libertaria en la Ciudad de Buenos Aires, bastión amarillo.
A modo de venganza, la titular de Seguridad busca que Macri quede como parte de la “casta” política que critica el Presidente. Por esa razón mueve sus fichas para reflejar, cada vez que puede, que el PRO sigue enfrascado en internas partidarias y que ese fue el motivo del fracaso electoral de JxC en 2023.
Armador histórico de la ministra de Seguridad, Arabia es una de las caras nuevas de la política, ante este nuevo clima de época, del entorno de Bullrich. Después de la sanción de la ley ómnibus XS, el diputado estuvo dentro de la danza de nombres para obtener un lugar en el Gobierno, pero su defensa del oficialismo en el Congreso lo convirtió en una espada legislativa para Milei.
Bullrich ya no disimula la interna, pero la focalizó en el territorio porteño. La primera muestra fue el último jueves cuando su bloque en la Legislatura porteña denunció la existencia de un supuesto pacto entre el jefe de Gobierno, Jorge Macri, y el PJ para volver a instalar la obligatoriedad de los edificios de contar con viviendas para encargados, lo que que a su vez implica que las administraciones deben contratar sí o sí a un portero.
El expresidente Macri fue quien salió a responderle vía Twitter a su exministra de Seguridad: la acusó de mentirosa. “Podemos discrepar, pero no es aceptable mentir”, le achacó. “Yo no miento, solo revelo lo que pasó”, le devolvió Bullrich.
“Ella está buscando ser echada. Si hacemos eso es darle el gusto para que se victimice”, le dijo al portal web Letra P una autoridad del PRO. Macri también mira con desconfianza la reciente ascendencia de Bullrich dentro de la administración de Milei, coronada con la foto en Wall Street: la ministra acompañó al jefe de Estado a tocar la campana que marca el inicio de la jornada financiera en Nueva York.
“Mauricio tendría que echarla ya, pero se arriesga a que se fracture el partido”, señaló un afiliado al PRO desde su génesis. La misma fuente que cree que la ministra de Seguridad puede generar un quiebre profundo si promete cargos por voluntades. El expresidente sabe que está en una encrucijada que se potencia con los buenos números que LLA tiene, por ahora, en todos los distritos que hasta ahora estaban pintados de amarillo.
Para Macri las elecciones en la Ciudad y no las de la provincia serán la madre de todas las batallas. Si bien en el distrito que gobierna el PRO desde 2007, Milei no logró buenas performances en 2021 y 2023, para el año que viene LLA tiene de su lado a Bullrich, una de las figuras que mejor mide en ese territorio.
Una señal de que el PRO se prepara para una confrontación intensa con LLA en la Ciudad fue la designación de Alejandro Ameijenda como titular de la asamblea del partido en ese distrito. El exfuncionario de la administración porteña, tanto en la era Macri como de Horacio Rodríguez Larreta, es un histórico del partido que integró la mesa chica del actual jefe de Gobierno.
Es una forma de blindar el organismo que se encarga de negociar los acuerdos con otros partidos en la antesala de un 2025 que será clave para el PRO.