El presidente argentino emprendió este fin de semana su decimocuarto viaje al exterior con Wall Street, Elon Musk y su primer discurso en las Asambleas de las Naciones Unidas en su itinerario. Antes, lanzó una ofensiva diplomática que pretende rodear a la Venezuela de Nicolás Maduro en foros regionales y, en el escenario más optimista, expulsar al país del Consenso de Brasilia. Su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue más allá y disparó dardos venenosos contra el Papa: “Hay varias cosas que llaman la atención sobre las actitudes de Bergoglio, y muchos las atribuyen a su simpatía por el peronismo”
Luego de una semana caliente en el escenario interno (pocos argentinos prendieron la tele para ver su primer cadena nacional, el caos en el Presupuesto 2025 y una foto polémica en Olivos) el Gobierno decidió hacer un giro pronunciado y busca poner el foco en la política exterior.
En ese sentido, mientras la ONU aprobó el llamado “Pacto del Futuro”, abriendo formalmente así la nueva Agenda 2045, la Argentina es el único país del mundo que anunció que no se adherirá a él. El “Pacto del Futuro” se enfoca en temas relacionados a la censura en redes, regulación de la IA, reconocimiento de pueblos indígenas e ideología de género.
La canciller Diana Mondino explicó por qué Argentina no firma ese pacto, al que consideran una extensión de la criticada Agenda 2030.
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Lo más ‘fogoneado’ por estas horas es el apretado itinerario que tendrá el Presidente durante su viaje a Estados Unidos, donde marcará los catorce viajes al exterior desde su llegada a Casa Rosada. Lo más destacado: su participación en la 79.ª Asamblea General de las Naciones Unidas en New York. Milei dará su discurso en la sede de la ONU menos de una semana después de que Argentina votara en contra de una resolución no vinculante que exigía a Israel poner fin a su ocupación de Palestina en el próximo año.
Aunque un vocero de la Oficina del Presidente lo negó, crecen los rumores de que Milei tendrá una reunión con autoridades del Fondo Monetario Internacional ese mismo martes.
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Para el comienzo de la semana, durante el lunes, tiene previsto tocar la campana de apertura de Wall Street y hablar con los inversores. Para no perder la costumbre y tirarle más leña al fuego creado, Milei también se reunirá con Musk por tercera vez. Recordemos que el propietario de X elogió recientemente al presidente argentino junto al candidato presidencial estadounidense Donald Trump en una entrevista.
Por último, se espera que Milei se vea las caras con el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, y con la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, luego de pronunciar su discurso inaugural en la ONU. La idea es que para el miércoles a más tardar ya se encuentre de vuelta en el país.
Pero antes de partir el Gobierno tuvo dos roces con viejos conocidos de la política exterior: Nicolás Maduro y el Papa Francisco.
Ahora, el gobierno argentino quiere impulsar la adopción de una cláusula democrática en el Consenso de Brasilia, como paso previo a una posible expulsión de Venezuela del grupo. El primer movimiento fue enviar una carta al Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia (país que actualmente ejerce la presidencia pro témpore del Consenso), Gilberto Murillo, en la que el gobierno de Milei, junto a otros miembros del Consenso, dice que “es necesario discutir la política de situación en Venezuela en la próxima reunión de ministros de Relaciones Exteriores del grupo, en Nueva York”. Murillo compartió la carta con el ministro brasileño, Mauro Vieira, y la posición de Brasil, afirmaron fuentes oficiales, es contener la ofensiva argentina.
Evitar que la crisis venezolana sea discutida en la reunión que tendrá lugar la próxima semana, en paralelo a la Asamblea General de Naciones Unidas, es imposible. Si la Argentina de Milei plantea el tema de Venezuela, será parte de la agenda, admitieron fuentes del gobierno brasileño. Pero lo que Brasil puede impedir es que se adopte la cláusula democrática, ya preparada por la Casa Rosada.
La ofensiva de Milei se dará en momentos de alta tensión entre ambos países. En Caracas esta semana el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, anunció que solicitará a la Corte una orden de aprehensión contra Milei, por la confiscación de un avión de carga venezolano en Buenos Aires. El pedido se hará extensivo, dijo Saab, muy cercano a Maduro, a la hermana del jefe de Estado y secretario general de la Presidencia argentino, Karina Milei, y a la ministra de Seguridad del país, Patricia Bullrich.
Además, la agresión diplomática de la Casa Rosada causa preocupación entre el gobierno brasileño, porque podría paralizar los avances en el ámbito de Consenso, grupo que nació con el objetivo de ser un foro para discutir temas como la cooperación en materia de salud, infraestructura, defensa, educación, migración, entre otros temas.
Brasil, insistieron las fuentes, “quiere avanzar en la integración regional, y el debilitamiento del Consenso iría en contra de este interés”. Mientras Maduro sea un presidente reconocido por el gobierno de Lula, esta posición se mantendrá.
La pelea con el máximo representante de la Iglesia Católica fue llevada a un terreno más político. Es que durante una reunión en Roma el viernes con representantes de movimientos sociales de todo el mundo, Francisco dijo que vio un video de “gente pidiendo sus derechos en la calle” y que el Gobierno “en lugar de pagar por la justicia social, pagó por gas pimienta”.
El jefe de gabinete, Guillermo Francos, se pronunció sobre el tema este domingo. “La Argentina lleva muchos años atravesando un problema económico. Y aunque alguien tenga toda la sensibilidad social, como la tiene Bergoglio, no hay magia a menos que considere que se puede hacer un milagro al respecto”, aseguró. “Tuvimos una inflación del 15%, 25%, en los últimos meses del año pasado, y no escuchamos al Santo Padre decir: ‘Hay un problema social en Argentina porque la inflación es muy alta'”, agregó, y enfatizó que “reducir la inflación es una política social”.
Por último, criticó el pasado de Bergoglio en Argentina cuando manifestó: “Hay varias cosas que llaman la atención sobre las actitudes de Bergoglio, y muchos las atribuyen a su simpatía por el peronismo”.
Enemigos marcados en el exterior y un discurso que se repetirá en los portales de todo el mundo. La semana que podría cambiar los humores en Casa Rosada.