Aldo Abram es muy optimista (dice que “estamos en el fondo del pozo, pero vamos para arriba”) pero se cubre las espaldas con una frase: “no votamos a Harry Potter en el cuarto oscuro”. El economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso cree que la administración Milei logrará que en 2025 el PBI crezca al 5% y culpa de casi todos los males a la corporación política, sobre todo a “la casta” del diputados y senadores del Congreso.
Entiende que el mundo no comprenda como un país pudo haber quebrado nueve veces en su historia. El karma de ser defaulteadores seriales. Pero advierte que todo cambiaría para mejor si cuanto antes se tomará la decisión de levantar el cepo cambiario. Cree entender porqué el ministro Caputo y el presidente Milei no lo hicieron aún, pero estima que para enero del 25 el país irá a una unificación cambiaria.
“No es que no nos va bien porque los extranjeros no invierten. Ni nosotros confiamos en el país. También el tipo que junta 100 dólares en el placard está sacándole la sangre a la economía”
Visión Liberal: ¿Cómo analizás la presentación del Presupuesto que hizo el presidente Javier Milei?
Aldo Abram: Me parece que fue una exposición que más que apuntar a lo que algunos esperábamos, que son números que la gente no entiende, buscó explicarle a los argentinos por qué nos fue como nos fue. Por qué en el mundo nos miran como bichos extraños que elegimos, hasta votamos de hecho, vivir como vivimos, en un perseverante empobrecimiento, de crisis en crisis. Cosa que si nos lo explicaran para nuestra vida diaria entenderíamos fenómeno. Porque todos sabemos que si en nuestra casa o nuestro negocio gastamos perseverantemente de más, lo que va a pasar es que vamos a terminar quebrando. Pero sin embargo los políticos nos convencieron que parece que un país puede gastar más de lo que pagamos de impuestos. Supongo que debe haber plata creciendo en los árboles de la Quinta de Olivos y por lo tanto de ahí la recolectan y con eso pagan esos excesos de gastos.
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¿Cómo puede ser que lo que funciona para nuestro hogar no funcione para un Estado? Es notable que esa conexión no se haga y es más, no es que no la hace la gente que va por la calle, que por ahí no debería entenderlo, pareciera que esa conexión tampoco la hacen los políticos y muchos de nuestros economistas, que son los que en definitiva gestionan quizás la responsabilidad de la gente de haber votado ese mito, esa utopía, durante tantas décadas. Así que me parece muy bien que Milei le haya explicado a toda la sociedad porqué se manda un presupuesto como el que está mandando, como en un país normal. Pero acá nunca prevemos que tenemos que tener la plata para después poder gastarla. En algún momento había que aprender.
VL: ¿Vos crees que es un presupuesto de un país normal decir que Argentina va a crecer al 5% el año que viene?
AA: No, porque los países normales como ya han achicado su brecha con su potencial de producción, probablemente no pongan un 5%. Pero no creas que vamos a estar muy lejos el año que viene, vamos a estar arriba seguro del 4% de crecimiento. No sé si en el 5%, pero sí arriba del 4% y después no me extrañaría que estemos en 5% para arriba. La verdad es que la Argentina tiene un potencial de hacer negocios y de producción infernal. Somos un país absolutamente sub invertido, y no porque no vinieran capitales del exterior, sino porque somos uno de los países que más fugamos capitales en el mundo, después de los rusos según alguna estimación, y eso porque ni nosotros invertimos en Argentina.
Hay otra mitología, seguramente impuesta por nosotros los economistas: hablamos siempre de que no van a venir las inversiones externas, que nos hace pensar que los principales inversores en la Argentina son los extranjeros, y la verdad es que aún en los períodos en que más inversión externa llegó a la Argentina, nunca fueron más del 30%. El resto, 70% o más, fue inversión que se hizo de argentinos con plata de argentinos, así que acá de lo que estamos hablando no es que no nos va bien porque los extranjeros no vienen a invertir. No nos va bien porque ni nosotros confiamos en nuestro país y sacamos nuestros ahorros y nuestros capitales. Aún el tipo que junta de a 100 dólares al fondo del placard está sacándole la sangre a la economía, está fugando capitales.
El día que la Argentina muestre que es un país medianamente confiable, en el cual se puede hacer negocios sin que venga un funcionario, te quite tus ganancias, te las prohíba usar, o te diga cómo tenéss que manejar tu negocio, a quién le tenés que comprar, a quién le tenés que vender, probablemente vengan muchas inversiones y yo creo que tenemos tranquilamente chances de crecer al 6% o al 7%. Hay que mirar lo que pasó en otros países que hicieron estos cambios, como es el caso de Chile, Nueva Zelanda, Irlanda, Australia, Canadá, España. Estos países hicieron algo parecido a lo que se pretende acá: hacer un país normal con reglas de juego estable en el cual se respete la seguridad jurídica.
Un caso paradigmático fue China cuando empezó a gestar políticas capitalistas, creció mucho tiempo por arriba del 7%. También su frontera potencial era la de un país sumamente pobre, mucho más sub invertido que la Argentina. Ese es el recorrido que hizo y la Argentina está en condiciones de hacerlo seguro. Es más, si a mí me hubieran mostrado un presupuesto como nos mostraban antes, con un país que crece al 3%, la verdad es que hubiera pensado “se tienen poca fe”. Hubiera pensado que no iban a hacer nada, o que iban a hacer todo mal, que de hecho es la historia de la Argentina.
VL: Hay algo que no está funcionando. En el campo hay mucho malestar porque no les bajan las retenciones. ¿Por qué no lo hace el gobierno?
AA: Porque no hay plata. ¿A quién le cobramos los impuestos? El ajuste fiscal que se ha hecho y el recorte del gasto público ha sido fenomenal.
Los que hablan de que no se ha recortado el gasto público parece que perdieron alguna parte de la película. No están mirando bien los números del gasto público con respecto al PBI, ya que están bien por abajo de lo que eran el año pasado. Los que hablan de que hay mayor presión tributaria, no sé qué película están viendo, porque cómo puede ser que haya mayor presión tributaria y el gasto haya bajado. No puede ser, nos sobraría plata por todos lados.
Lo que pasó es que hubo una reestructuración de la forma de recaudar, porque cuando el año pasado se decidió sacar el Impuesto a las Ganancias, lo que también se decidió en ese momento no fue ahorrar, sino que fue darle a la maquinita a más no poder para financiar el gasto público y cobramos a todos los argentinos un fenomenal impuesto inflacionario. Para poder cerrar los números hubo que subir el impuesto PAIS. Y si bien es una porquería el impuesto PAIS, es mucho más una porquería el impuesto inflacionario, con lo cual claramente tenían la voluntad de irlo bajando, cosa que ya empezó a suceder, y a finales de año dejará de existir.
¿Está haciendo las cosas bien el gobierno? Si. Cuando entramos al cuarto oscuro no estaba Harry Potter. Como no hay varita mágica, hay que apretar los dientes, esfuerzo y sacrificio.
A medida que se vaya pudiendo bajar impuestos, seguramente las retenciones van a estar dentro de la primera línea. Pero ¿cuál es la alternativa? ¿Volver a financiarnos con el Banco Central y con el impuesto inflacionario? Me parece que eso no es lo mejor. La gran ventaja que creo que tiene hoy el sector agropecuario, si lo cree o no será un tema de ellos, es que sí saben que si a este gobierno le va bien, con este gobierno las retenciones se acaban.
VL: ¿Y si no le va bien?
AA: Y si no le va bien estamos todos en el horno. Vamos a volver al pasado que ya se ha demostrado que no funciona. Hay que tener un poco de esperanza. El sector agropecuario sabía que si seguía el kirchnerismo no se acababan las retenciones nunca más y ahora tiene una esperanza.
VL: Ese es otro punto, ¿le está yendo bien al gobierno? ¿La gente siente que le está yendo bien?
AA: ¿Estar yéndole bien al gobierno? Sí. Cuando entré al cuarto oscuro no encontré a Harry Potter en ninguna boleta, estábamos votando seres humanos que aunque hagan las cosas bien se van a equivocar. Seres humanos que, como nosotros, cuando hacemos una macana grande, ya que venimos de un macanón enorme el año pasado y con la anterior gestión, como no tenés una varita mágica vas a tener que apretar los dientes, y con mucho esfuerzo y sacrificio, resolver el problema y después recibir los beneficios de haberlo resuelto.
Así funciona también con los gobiernos porque justamente no hay milagros en economía. Hay esfuerzo y sacrificio. Por lo menos ahora, en vez de estar discutiendo si vamos a ir a una hiperinflación, estamos discutiendo cuánto se va a desacelerar la inflación. A mí me parece que ese es un gran avance ya que estamos descartando una posibilidad de crisis, cosa que era un tema permanente entre los economistas y periodistas durante todo el segundo semestre del 2023.
Sabemos que lo que hay que hacer en una situación de crisis es empezar a ahorrar en divisas, porque los pesos desaparecen, para poder tener un respaldo para que cuando llegue esa crisis puedas morigerar el impacto negativo que eso tiene sobre el bienestar de tu familia. Imagínate a todos los argentinos dejando de consumir y de invertir y las empresas que también ven lo mismo, dejando también de invertir, no es raro que hayamos tenido un desplome del nivel de actividad, porque ¿para quién vas a producir si se está desplomando la demanda interna? ¿Para quién vas a trabajar?
Para que una recesión por expectativas negativas cambie lo que hay que hacer es cambiar las expectativas y, de hecho, el año pasado la mayoría de la gente votó un cambio de rumbo, no es casualidad. Lo otro, equilibrar las cuentas públicas, una cosa que nosotros hacemos increíblemente en nuestras casas y en nuestro trabajo pero parece que no hay que hacerlo en el Estado, es un absurdo. Además, se mandaron un paquete enorme de leyes para desregular la economía, liberar la fuerza de la creatividad, del trabajo, del emprendedurismo. Gracias a Dios vivimos en una democracia republicana, si esto fuera una dictadura como la de Venezuela, Maduro decide y se hace, acá no. Para cambiar el rumbo hay que cambiar leyes, algunas las puede cambiar por DNU el Poder Ejecutivo. Pero la verdad es que en el Congreso, la mayoría de los dirigentes ha demostrado muy poca voluntad para cambiar de rumbo, con lo cual no es raro que la salida de la recesión se haya demorado.
Si vos ves que en el Congreso no cambian su actitud o lo hacen tímidamente, vos no vas a abandonar tu austeridad, porque todos sabemos que la Argentina no está exenta de riesgos.
VL: La sensación térmica que hay es que la gente no está consumiendo porque no le alcanza el dinero…
VL: Eso es una mitología impuesta por los que entienden poco de economía. Las recesiones como estas, por expectativas, se producen porque aún teniendo la capacidad de invertir y de consumir. Las empresas y la gente dejan de hacerlo porque tontos no son y van a armarse, se van a cubrir para esa crisis que se viene. Y es cierto que mucha gente después entra en la pobreza, se queda sin empleo, pero no es esa gente la que saca a los países de la recesión. Lo que lo hace es la gente que aún teniendo posibilidad de gasto y aquellas empresas que sobrevivieron tienen capacidad, no la que se fundieron, de inversión en algún momento ven las cosas mejor y empiezan a invertir y a consumir un poquito más. Eso es como tirar una bolita de nieve desde arriba de una montaña. Al final, se termina armando una reactivación fenomenal. Pero es la única forma en la que funcionan y empiezan las recuperaciones acá y en todos los países del mundo. En otros países del mundo puede pasar que haya acceso al crédito, pero nosotros ya estafamos nueve veces al mundo por no entender que no se puede gastar perseverantemente más de lo que tenemos. Entonces no contamos con esa capacidad que tienen otros países de por ahí endeudarse para superar crisis.
VL: Lo cierto, es que el consumo cae estrepitosamente porque la gente tiene menos dinero, entre otras causas porque paga mucho más caras las tarifas o la medicina prepara, por ejemplo. Y no creo que sea una cuestión de “mitología” de los que “no saben de economía”…
AA: Hoy yo no puedo comer en un restaurante, porque antes había un contribuyente del interior que me pagaba el 60%, a veces el 70% y en algunos casos el 80% del gas, la luz, el agua y el transporte público que yo usaba para ir a trabajar. Me sobraba esa plata como para gastarla en otra cosa. Hoy como tengo que pagar otros gastos, lo cual me parece que es lo lógico porque la luz, el gas y el agua y todo lo demás lo gasté yo, no el contribuyente del interior, que quizás hasta gana menos que yo. El sistema de salud del año pasado estuvo al borde de la quiebra, teníamos que llamar para pedir un turno de cualquier cosa y como las máquinas no andaban te daban para meses después para ir con prepagas que no tenían copagos, ibas al médico y como del otro lado tenías que cobrar copagos también te daban turnos para no sé cuándo a costa del quiebre casi del sistema de salud privado. Todas esas cosas hay que corregirlas.
VL: – ¿Cómo explicás el fenómeno de los tours de compras a Chile, porque muchísimos productos cuestan la mitad que en la Argentina?
AA: – Sobre lo de ir a comprar a Chile, la realidad es que la Argentina se vio afectada por tres factores: el primero fue el factor empobrecedor de una sociedad de personas que te saquearon para financiar al Estado con impuesto inflacionario. Y eso se está resolviendo.
El otro factor empobrecedor es sin lugar a dudas que la Argentina era un “kiosco” que cada vez vendía menos, que durante los últimos meses desde septiembre del año pasado y por lo menos hasta mediados de este año venía produciendo cada vez menos, con lo cual difícilmente podríamos mejorar nuestros ingresos. Igual alguna mejora de los ingresos en general se ha observado en los últimos meses, yo creo que más que nada porque al desacelerarse la inflación ese empobrecimiento que se genera obviamente es mucho menor. Es más fácil ganarle con tus ingresos a una inflación del 4% que a una de 10%, 15%, 25%, pero falta.
Estamos en el fondo del pozo con la buena noticia que vamos para arriba.
Y el tercer factor empobrecedor que tiene la Argentina es que hay un montón de sectores que hoy son las corporaciones políticas, empresariales, gremiales, intelectuales y profesionales que durante décadas han logrado que los políticos desde el gobierno y el Congreso les den privilegios, prebendas y subsidios que no van a los que menos tienen, con protecciones a costa del bienestar de todos los demás argentinos y eso la verdad es que todavía no se ha podido desarmar del todo. Nuestros legisladores mayoritariamente decidieron defender estos privilegios y estas protecciones y permitirle a esos empresarios que sigan ganando más a costa de nuestro bienestar. No es casualidad que se cruce todo el mundo al otro lado (Chile) si acá todo lo que es electrónico, todo lo que es tecnología, todo lo que es ropa, es carísimo. Pero eso ya lo sabemos desde hace un montón de años, desde hace décadas. Claramente hay gremios y sectores que viven a costa nuestra que por el momento, como el Congreso no ha habilitado a desarmar esas quintitas, van a seguir haciéndolo y eso va a implicar que el esfuerzo que vamos a tener que hacer el resto de los argentinos va a ser más grande. Es triste pero verdad.
VL: Las encuestas comienzan a mostrar que el inmenso capital político que tuvo el presidente Milei está disminuyendo. ¿Por qué sucede esto a tu juicio?
AA: Uno de los riesgos más grandes que claramente tiene esta gestión es que dado que tiene poco poder político en términos de estructura (no tiene ni un gobernador, no tiene ni un intendente, y tiene muy pocos legisladores), su principal capital político, que es lo que le permite gobernar, es justamente el apoyo de la gente, ¿no? Quizás uno si mira lo que es el índice de confianza del gobierno, la imagen positiva de los presidentes, lo que ve es que el aumento de la confianza, según el indicador que uno mire, respecto de Javier Milei no es de los que más ha crecido, hay otros que han crecido más. Creo que fundamentalmente por esta percepción de ¿va a poder hacer las cosas que prometió? La realidad es que ya nos estamos encontrando que va a ser difícil en la medida que en el Congreso mucha voluntad de cambiar de rumbo no hay.
Yo hubiera estimado que ese capital político que es la gente y su confianza, cayera más rápido, esa es la verdad y muestra una gran resistencia a caer. De hecho, de todos los presidentes asumidos en esta democracia que miden estos índices, que creo que no son muy largos, son desde el 2001, la verdad es que el que más resistencia a la baja está mostrando es Milei, lo cual es algo, a mi juicio, notable.
Es cierto que la recesión ha sido dura y el impacto en el bienestar de la gente ha sido duro. Y es evidente que el riesgo mayor es que pierda ese apoyo. Hasta ahora la realidad es que creo que la gente no ve otras alternativas porque los otros ya pasaron por el gobierno e hicieron las cosas mal, entonces le estás pidiendo un acto de fe, y bueno, ya votaron por este presidente y lo que les queda es tener la esperanza de que al hombre le vaya bien.
Es cierto que si no logra que esta reactivación que se está empezando a dar sea rápida como para que la gente la sienta pronto, puede empezar a haber un desgaste en la imagen del gobierno, que no es raro que sea uno de los factores de hecho de riesgo que los analistas en el mundo, los argentinos obviamente incluidos, estamos siguiendo con suma atención.
La responsabilidad de no salirse del rumbo es del Congreso. Pero el hecho de no salirse del cepo sí es una responsabilidad de este gobierno, y la verdad es que el cepo es un lastre, aunque sea deberían haber salido como hizo el gobierno de Cambiemos al principio de su mandato en 2015: una unificación cambiaria y después desarmar el resto de las regulaciones que hacen al cepo
VL: ¿Y por qué crees que no lo hicieron?
AA: Creo que ellos (el ministro Caputo y Milei) tienen una percepción que no es equivocada, pero bueno, también creo que a veces hay que tomar medidas audaces, por otro lado.
VL: ¿Cuál es la percepción que ellos tienen?
AA: Que acá hay un montón de corporaciones políticas, profesionales, intelectuales, gremiales y empresariales que están viendo peligrar sus fuentes de ingresos (que no les corresponde, a costa de los demás) y están esperando que el gobierno trastabille para empujarlo, no para barajarlo y sostenerlo. Por eso es que el gobierno desde que asumió dejó de emitir, para cortar de cuajo, pues es la única forma segura de parar un proceso hiperinflacionario. Algunos economistas dicen que podría haber emitido poquito, pero seguir emitiendo, cosa de no tener que igualar los gastos con los ingresos. Todo muy bonito, pero la realidad es que la única forma segura de parar una hiperinflación es dejar de emitir, y es lo que se hizo. Para eso había que tomar otras decisiones drásticas, como equilibrar ingresos con gastos y también se tomó. Fueron pasos sobre seguro. También es cierto que Milei recibió un Banco Central mucho más quebrado que el de Cambiemos, igual yo creo que se pudo haber salido, pero bueno, ellos dicen que soy un audaz, por ponerlo de alguna forma.
VL: ¿Te lo dicen a vos?
AA: Los que opinan distinto dicen que soy un audaz y que eso hubiera sido una audacia. Puede ser, yo creo que a veces hay que ser audaz porque el ir sobre seguro también tiene costos, no es gratis. Ellos lo que se plantearon es “vamos a llevar al BCRA a un nivel más o menos razonable de saneamiento, cosa de que no corramos tanto riesgo al momento de una unificación cambiaria”. Personalmente no creo que sea necesario, pero ellos lo consideraron necesario. Seguimos esperando ir a una unificación cambiaria, más ahora que tienen que resolver esto de la ampliación de la brecha que se produjo a partir de mayo y que para ellos se ha transformado en una restricción para poder unificar porque dijeron y se comprometieron a que lo iban a hacer con un salto pequeño del tipo de cambio. Hoy, sabiendo ya de la única experiencia de salida sin crisis, tuvimos veintidós cepos antes, en veintiuno salimos volando por los aires con tres hiperinflaciones. La única vez que salimos ordenadamente fue del cepo de Cristina Fernández con el gobierno de Cambiemos. El problema es el costo, porque el costo es que justamente un cepo profundiza las recesiones, demora las reactivaciones y después las modera, pero bueno, no es que no hay costo, ese es mi punto, en algún momento tenés que tener un mínimo de audacia y salir.
VL: – Milei dice que los legisladores que votaron el aumento a los jubilados son unos “degenerados fiscales”. ¿Vos coincidís?
AA: – Lo que digo es: si el Congreso tiene otras prioridades al que le corresponde fijar esas prioridades, -así como fija el gasto- es al Congreso. Son ellos, los legisladores los que tienen que mover las partidas o aumentar los impuestos, lo que guste. Pero lo otro es la irresponsabilidad y demagogia que es la que nos trajo hasta acá. Si eso no cambia, no hay gobierno que cambie la historia de este país, lamentablemente.
Eso también tiene que cambiar.
VL: 13.000 pesos a cada jubilado, ¿provocó tal desbarajuste?
AA: A ver, no son 13.000 pesos, porque en realidad todo el mundo sacó los calculitos por los últimos 3-4 meses que iba a tener esto de vigencia, pero el año que viene es un año entero, o sea que multiplica por 4. Y el punto acá no es eso, ese es un tema de principios. El primer principio que hay que tener es que toda la dirigencia política tiene que empezar a aprender. Si no, vamos a seguir siendo el país anormal que somos. Si vos decidís gastar en algo, bueno, también decime dónde le voy a recortar ese monto o a quién se lo voy a cobrar de impuestos. Eso como máxima. Si no, es este cambalache que hemos vivido hasta ahora porque la plata “salía de los árboles”, eso no existe. Segundo punto, nosotros tenemos un problema muy grave con el sistema previsional. Ya hemos quebrado el sistema previsional absolutamente. En 1988 el entonces presidente Alfonsín aprobó la ley de Emergencia Previsional que fue ponerle una banderita a nuestro entonces sistema de reparto, porque si bien lo había recibido quebrado, bueno, se declaró absolutamente quebrado ese sistema en 1988 y a partir de ahí nuestros abuelos cobraron miserias. Miserias, mucho menos que hoy. Y la realidad es que nosotros vamos en ese camino, no por ahí los jubilados de hoy que todavía no alcanzan a cobrar absolutas miserias, pero nosotros los aportantes de hoy sí vamos en ese camino. Porque decidiendo gastos sin ver cómo hacemos para ordenar esta quiebra, pues ya está quebrado el sistema previsional. Es más, somos el único país del mundo que quebró dos sistemas de reparto, todo un mérito de nuestra capacidad de hacer macanas.
VL: ¿Y por qué los diputados y senadores no hacen lo que vos planteas?
AA: Porque no tienen el mismo beneficio político. Esto implica menos esfuerzo, ¿sí? y el beneficio político de hacer de Papa Noel, sin trabajo,. Y eso es lo que se tiene que acabar.
VL: ¿Con el financiamiento universitario pasa lo mismo?
AA: ¿Por qué no nos ponemos a discutir cómo correspondería que sea el financiamiento universitario para que sea sustentable y justo en el tiempo?. Porque eso implica laburar y pagar costos políticos. Porque de verdad, así no se manejan los países serios,. Y porque no hemos sido serios, ni normales, nos va como nos va.
VL: ¿Y con la SIDE no pasa lo mismo?
AA: La verdad que no estaba de acuerdo con lo de la SIDE. Se lo bocharon y me parece bien. Pero una cosa no quita a la otra, ¿no? Lo que está mal, está mal, y hay que votarlo en contra. Lo que está bien, está bien, pero lo que cada vez vemos menos es lo que está bien, pues siguen con las mismas actitudes demagógicas que veníamos hasta ahora. Es muy difícil cambiar un país sin que haya una mayoría que empuje para el lado de la normalidad De hacer lo que se hace en los países que les va bien, que no hacen lo que hacemos nosotros. Estamos festejando con un 4% de inflación, que no es piso para nada, porque los próximos meses van a ser más bajos, pero estamos festejando con un 4% de inflación que la mayoría de los países de la región, ni siquiera los del Norte, tienen en un año, nosotros tuvimos en un mes. ¿Y cuál es la diferencia? Es que ellos ya hace tiempo aprendieron que para tener una moneda estable y confiable hay que tener un Banco Central independiente, cuya prioridad sea darle a la gente una moneda estable y confiable y que produzca la cantidad de monedas que la gente demanda, y nada más. Acá hemos tenido durante la mayor parte, te diría 70% u 80% de la vida del Banco Central cuya prioridad fue financiar los excesos de gasto de los gobiernos. Y a nosotros nos parece normal, a nuestros políticos les parece normal, y a nuestros economistas les parece normal, y vivimos de inflación alta en inflación alta, de hiperinflación en hiperinflación, y a ellos les sigue pareciendo normal. Realmente, en el mundo nos miran como si fuéramos masoquistas,
VL: Sos bastante crítico con tus colegas economistas, cómo te ves a vos mismo como economista?
AA: Como un tipo que trata de ver las cosas con realismo y lo más objetivamente posible. Nunca se puede ser objetivo, uno es un ser humano, nunca dejamos de aprender. Además me he equivocado un montón de veces, de hecho fui como el montón de los que no previeron que la inflación iba a desacelerarse tan rápido, o sea, nos vamos a equivocar. Pero por lo menos equivoquémonos en cosas nuevas. No puede ser que hayamos quebrado la Argentina nueve veces. Si nos vamos a equivocar, seamos originales, pero no repitamos. Eso es lo que no entienden en el mundo, porque no es que en el mundo no se hicieron macanas, es que no perseveran en la misma macana. Eso es lo que les llama la atención a los políticos y a los economistas del mundo.
Si vos tuviste 22 cepos, viste que 21 de ellos los intentaste sostener y todos volaron en pedazos, ¿puede ser que estemos en el número 23?,Y si viste que te endeudas, te endeudas, te endeudas y terminás en nueve cesaciones de pago, ¿no te das cuenta que es mejor empezar a no gastar de más?. ¿Quebraste cuántas veces el Banco Central? ¿De qué parte no te diste cuenta? O sea, yo por lo menos como economista, trato de no cometer los mismos errores.
VL: ¿En qué lugar te gustaría estar en el Estado hoy, si te llamaran
AA: La verdad es que nunca tuve vocación de ser funcionario público.
VL ¿Por qué no?
AA: No lo siento, hay gente que se muere por un silloncito, yo no. La verdad es que creo que donde mejor puedo ayudar a la Argentina es en lo que hago, tratando de explicarle a los argentinos por qué pienso que las cosas nos salen como nos salen, formando ciudadanos. Creo que ese es el rol en el cual estoy maximizando mi capacidad, porque puede ser que me equivoque, obviamente, y podría ser un muy buen funcionario. Pero suponé que mañana me llamaran, y como estamos en un momento en el cual va a costar sacarle el traste a la aguja, y me preguntan, bueno, ¿qué cargo pedirías? Y probablemente estaría en algo del Banco Central. Fundamentalmente, porque creo que hay ahí una posibilidad todavía de hacer cambios muy grandes, y ahí además creo que puedo aportar una visión distinta. Pero también lo puedo hacer desde afuera, porque de hecho lo hago todos los días. Estoy en los medios, y mi opinión se difunde. Así que creo que estoy en el lugar que tengo que estar, porque además una cosa que no me gusta mucho es que me restrinjan mi libertad de opinar. Y ojo que cuando uno es un funcionario, ni siquiera te la tienen que restringir, te tenés que auto-restringir. Por responsabilidad, ¿no? Y yo siempre he opinado lo que me parece. Y si le gusta al gobierno, bien, y si no le gusta, me da igual. Siempre digo lo que pienso y listo.
VL: ¿Vos creés que en enero vamos a poder afrontar, con esta cantidad de dólares que tiene el gobierno, los pagos del año que viene?
AA: Creo que sí, porque se están instrumentando las medidas. Entre ellas mandar el oro afuera. Eso porque claro, después de que dejar colgados del pincel nueve veces a nuestros acreedores, te puedo garantizar que no hay cola de gente tratando de prestarnos plata. Con lo cual, ahí tenemos un inconveniente. Cuando a un banco se le presenta a un estafador serial y le pide plata, y… la única forma en la que le va a dar plata es si le hipoteca la casa. Si no, no te presta un banco. Lo mismo nos está pasando a nosotros, lamentablemente. ¿Eso de quién es responsabilidad? De todos los argentinos. A los presidentes que hemos tenido y a los gobiernos que hemos votado, no los puso ningún marciano ni ningún poder mundial. Lo pusimos nosotros con nuestro voto, así que hay que hacerse cargo. Y bueno, la realidad es que va a haber que dar garantías. Creo que mandar el oro afuera tiene ese sentido, ponerlo en un banco y que contra eso nos presten plata. ¿Por qué afuera? Porque nosotros hemos demostrado que si llegásemos a dejar de pagar, los de afuera no ven nunca más el oro. Y al que me discuta eso, lo mato con un solo ejemplo. Cada vez que aquí hay un problema lo primero que te preguntan la gente en la calle es ¿Cuándo le van a confiscar las cajas de seguridad? ¿Sabés lo complicado que es eso? Es imposible. Pero aún así, la gente percibe que todo puede pasar en la Argentina.
VL: En términos personales, ¿qué otras cosas le aconsejarías al gobierno?
AA: El más importante es el terminar con el cepo. Y en paralelo abrir la economía lo más rápido que se pueda, porque muchas de las distorsiones que vos mencionabas hace un rato de precios que se están observando es por mantener el cepo. Me parece que le falta también quizás un poco más de diálogo político con las otras partes como para hablar de mejorar las posibilidades de aprobar leyes en el Congreso. Cada uno tiene su personalidad y claramente Milei no tiene mi personalidad.
VL: Dicen que la billetera funcionó mejor que el diálogo, en el caso de frenar el veto a los jubilados.
AA: No sé si habrá funcionado la billetera o no, pero lo que sí seguro es que cuando se aprobó esa ley lo que funcionó es la vieja irresponsabilidad y demagogia de este país, que es la que nos trajo hasta acá.
Los legisladores se acostumbraron a ir a aprobar gastos sin decir cómo pasaría en un país serio, de dónde van a sacar la plata. Sin decir a quién le recortamos los gastos y le cobramos más impuestos. Lo cual es un costo político, por supuesto. Se quedaban con el beneficio político del gasto, le pasaban el costo político al Poder Ejecutivo que obviamente tampoco se iba a hacer cargo de ese costo político. Entonces, ¿qué hacía? Se endeudaba, y como se endeudaba, en algún momento no podíamos pagar la deuda y así estafamos nueve veces a nuestros acreedores en nueve cesaciones de pago, seguidas de reestructuraciones de deuda. Y cuando se acababa el crédito, saqueábamos el Banco Central para pagar esos gastos hasta que lo quebrábamos, teníamos altísimas inflaciones, crisis… Un absurdo. Así no funcionan los países serios.
Si nosotros pensamos que eso puede pasar, imagínate lo que piensan de nosotros en el mundo.
Creo que ya ha llegado el momento de mostrar un poquito de audacia. Lamentablemente en mayo y en junio se emitió un montón para cancelar pases pasivos, con lo que se generó una nueva depreciación de nuestra moneda, que justifica justamente la brecha cambiaria. Lo que hay que hacer es achicar esa brecha cambiaria. Yo no lo haría de manera superior al tipo de cambio oficial, sino recuperando el valor del peso a lo que había estado antes, porque de esa forma también evitamos generar inflación futura. Y una vez achicada la brecha salir a una unificación cambiaria, porque allá por marzo, abril no estábamos discutiendo, ni viendo con riesgo los analistas los vencimientos en dólares del año que viene. De hecho, fíjate que el Riesgo País estaba en 1.100 y a la baja, (lo tuvimos en 1500, 1700, incluso en el lunes negro), y ahora estamos en una zona de 1.500 puntos. Y eso es porque lamentablemente cuanto más sostenes el cepo (y eso es algo que deberíamos haber aprendido de los 22 anteriores) más difícil se te vuelve salir. Los que le tienen que vender dólares al Banco Central, dicen “bueno, pero si va a tener que hacer un salto para salir a una unificación cambiaria espero el salto”. Entonces no te venden las divisas-. Los que te tienen que comprar, por supuesto que te quieren comprar todo hoy, antes de que salte el tipo de cambio. Y eso hace que se vuelva muy difícil comprar divisas. Y en segundo lugar, la irresponsabilidad de nuestros gobiernos llegó a tal punto que para sacar los dólares ni siquiera daban pesos. Daban unas letras intransferibles que no valían nada, y de las cuales está tapizado el Banco Central. Y contra nada le sacaban las divisas. Entonces, es lógico que muchos analistas en el mundo, como muestra de la capacidad de pago en moneda extranjera del Tesoro, miran al Banco Central como una alcancía. Miran si la alcancía está llena cuando deberían estar viendo si del otro lado el Tesoro tiene los pesos y la capacidad de refinanciar para pagar esa deuda. Pero bueno, hazte fama y échate a dormir.
VL: ¿Tenemos capacidad para refinanciar esa deuda?
AA: Cuanto antes salgamos del cepo a una unificación cambiaria vamos a demostrar que la tenemos.
VL: ¿Y el blanqueo?
AA: Yo no estoy a favor de los blanqueos. El blanqueo es injusto pero, ¿qué es lo bueno que aportará? Algunos recursos. Está mas pensando en términos de financiamiento de la demanda interna, hacer que la recuperación sea mas fuerte. En ese sentido, hubiera sido mucho más fuerte si hubiéramos tenido una unificación cambiaria. Con cepo es más difícil que los que tengan más plata en negro o afuera, la blanqueen. Mayormente, harán un blanqueo que mueva decenas de miles de millones de dólares, no es poco para una economía que necesita ese financiamiento. Pero moverá mucho menos porque, como dicen, será un “chiquitaje”: pocos fondos en una cuenta. Algunas propiedades, pero no cuentas con millones de dólares. Realmente el cepo complica mucho las cosas. Y por eso hay que ir a una unificación cambiaria cuanto antes.
VL: ¿Me voy de vacaciones en diciembre o en marzo?
AA: La unificación cambiaria probablemente será en enero. Con lo cual, andate ahora, o vas a tener que esperar a febrero o marzo.