“All News”, un diario de finanzas suizo analiza pormenorizadamente cómo cambió -desde su óptica- la economía argentina desde que Javier Milei llegó al poder. Una mirada financiera apoyada en los “números” de la inflación y con un análisis presupuestario que se pregunta, finalmente, si alcanzará para sacar al país del pozo económico.
Así es cómo (nos) ven desde el otro lado del mundo

La llegada del “león” al poder
Artículo publicado en Allnews.ch / Javier Milei saltó a la fama por primera vez como un extravagante presentador de televisión con un enfoque unilateral de temas económicos y políticos. Su franqueza teatral hacia la clase dominante de Argentina atrajo la atención y pronto fue invitado a programas de televisión populares para expresar sus opiniones y escepticismo hacia el gobierno. Su ingreso al mundo político con el movimiento “Libertad Avanza” y su candidatura a la presidencia fueron fuertemente alentados por sus partidarios.

Justo antes del inicio de las elecciones, la economía argentina se deterioró drásticamente. La inflación alcanzó el techo del 140% interanual, el valor de la moneda nacional aumentó de 300 pesos por dólar estadounidense en julio de 2022 a 950 pesos y los niveles de pobreza afectaron a más del 40% de la población. Durante su campaña, Milei prometió luchar contra la inflación reemplazando el peso por el dólar estadounidense y alejándose del banco central. También prometió erradicar muchos ministerios, como los de educación, salud y obras públicas, en un intento por reducir el gasto y el tamaño del gobierno. Ha compartido abiertamente algunas posiciones controvertidas, afirmando que niega la idea de la responsabilidad humana por el cambio climático y que quiere abolir el aborto. Otra promesa de la campaña de Milei fue su garantía de reducir los costos para los empleadores y nunca aumentar los impuestos. Para estabilizar la economía, quiere expandir las exportaciones agrícolas de granos, soja, vino y carne de Argentina.
El mandato de Milei tuvo un impacto positivo en la inflación. De hecho, pasó del 25,47% m/m al inicio de su presidencia al 13% m/m en febrero de 2024 y al 4,58% m/m en junio. Esto puede atribuirse a sus medidas de austeridad, así como al endurecimiento de su política monetaria. Las reducciones del gasto público y la impresión de dinero comenzaron a estabilizar el nivel de precios y contribuyeron a la reducción del déficit presupuestario. Sin embargo, los precios todavía han aumentado un 280% en los últimos doce meses y, desde que Milei asumió el cargo, el porcentaje de la población argentina que vive por debajo del umbral de pobreza ha alcanzado el 60%. Se trata de una repercusión social de sus medidas financieras que, si bien logran controlar la inflación, provocan recortes en servicios fundamentales, como la sanidad o la educación, que, a su vez, tienen un impacto directo en la sociedad.
💸 El economista @RCachanosky analiza la retracción del impuesto PAIS (sólo para la importación de bienes y fletes) al 7.5% tal cual lo heredó del gobierno anterior, como un intento para forzar una baja de la inflación en septiembre
— Visión Liberal (@vision_liberal) September 2, 2024
Pero el economista liberal plantea el tema de… pic.twitter.com/eWIpaZ1fF0
El restablecimiento de la Ley de Bases, aprobada por el Congreso el 28 de junio de 2024, fue una parte crucial del plan de Milei para reconstruir el sistema económico argentino. Este proyecto emblemático de reforma modificado tiene como objetivo cambiar la postura del país hacia una perspectiva proempresarial y mejorar su receptividad y apertura hacia los inversores. Otorga amplios poderes al ejecutivo por un año e implica voluntad legislativa para apoyar iniciativas como la privatización de servicios públicos, propuestas fiscales y un régimen de promoción de inversiones, apuntando a proyectos por valor de 200 a 900 millones de dólares, particularmente en el sector energético. Este último tiene como objetivo estimular los flujos de inversión de inversores nacionales y extranjeros al tiempo que reduce la intervención estatal.
Después de años de alto déficit presupuestario, Milei logró alcanzar un superávit presupuestario primario y financiero por sexto mes consecutivo desde enero de 2024. En junio se logró un superávit presupuestario primario de $535,71 millones, así como un superávit financiero de $261,1 millones.
Milei anunció recientemente un cambio de política en la segunda etapa de su plan económico para el país. Flexibilizar las limitaciones a las adquisiciones de dólares permitiría a Argentina finalmente atraer inversión y crédito extranjero, lo que sería sumamente beneficioso para el país que no puede acceder a los mercados crediticios internacionales por el alto riesgo que representa y sobre todo porque el pago de su deuda es inminente.
¿Puede el ‘método’ de Javier Milei salvar a la Argentina?
Aunque la situación económica de Argentina ha mejorado significativamente, aún existen riesgos importantes que deben destacarse. La mayor amenaza para el país sigue siendo la hiperinflación.

El Ministro de Economía argentino, Luis Caputo, devaluó el peso argentino originalmente sobrevaluado en un 50% y lo vinculó al dólar estadounidense devaluándolo en un 2% mensual. Esto aumentó la probabilidad de inflación, ya que una moneda devaluada aumenta los precios de las importaciones. Además, la extrema dependencia de posibles fondos extranjeros podría desencadenar una crisis de liquidez. Esto eliminaría toda esperanza de mejorar el futuro fiscal, monetario y social de Argentina.
Una historia por contar
La historia económica de Argentina ilustra uno de los ejemplos más espectaculares de distorsión financiera. Durante los últimos dos siglos, el país ha experimentado una evolución inestable desde una prosperidad extrema a la corrupción, una recesión profunda, una deuda volátil y una inflación de tres dígitos. La polarización de la situación política se ha visto acentuada por el fortalecimiento de la división entre partidarios de izquierda y derecha, creando un país donde reinan la inseguridad, la turbulencia y la inestabilidad.
📌 En la historia del pensamiento económico una de las corrientes que se destacan es la de la escuela austríaca, la cual atravesó por cinco etapas, y comienza a extender su influencia en Argentina de la mano de @JMilei.
— Visión Liberal (@vision_liberal) August 29, 2024
💥 De su fundación en 1871 buscando abandonar la búsqueda… pic.twitter.com/emArFkV3wP
Después de dos siglos de estancamiento económico, Argentina se independizó de España en 1816. Desarrolló su industria exportadora y su sector agrícola, atrayendo inversores extranjeros que luego financiaron ferrocarriles y otras industrias. Esto desencadenó un fuerte crecimiento financiero, convirtiendo a Argentina en uno de los países más ricos de América Latina. Una política de inmigración liberal, con un mercado laboral ajustado y salarios reales altos, alentó fuertemente la afluencia de recién llegados de Europa.
Después de este período próspero, Argentina enfrentó la crisis de Baring en 1890. Baring Brother & Co, que alguna vez fue el banco comercial más grande del mundo, había otorgado préstamos al país, que necesitaba capital para sus planes comerciales en la industria ferroviaria. Sin embargo, Argentina se estaba debilitando, con exportaciones decrecientes, inflación creciente y niveles de deuda insostenibles.
Mientras Argentina luchaba por pagar su deuda, Baring Brother & Co sacó una acción, creyendo que la inestabilidad era temporal. Luego, el país incumplió el pago de su deuda, dejando al banco con un número considerable de bonos sin valor. Al borde de la insolvencia, desencadenó una recesión, lo que obligó al gobierno a recortar el gasto, aumentar los impuestos y devaluar el peso. Los inversores potenciales se volvieron reacios a concederles préstamos, lo que tuvo repercusiones en la recuperación económica y el desarrollo del país.
Después de la Primera Guerra Mundial, Argentina entró en recesión, provocada por la interrupción del comercio internacional y la reducción de capital y mano de obra. Esto se debió principalmente al Reino Unido, su principal inversor, que estaba muy endeudado con Estados Unidos y no podía exportar tanto como antes.

La década de 1940 estuvo definida por el ascenso del peronismo, liderado por Juan Perón. Su ideología consiste en fortalecer el papel económico del Estado, mejorar la justicia social y los derechos de los trabajadores. Estas medidas redistribuyeron la riqueza y estimularon el crecimiento, pero también generaron inflación temprana. Con el auge de las exportaciones de la posguerra, Argentina enfrentó déficits crecientes, aumentó su impresión de dinero, aceleró la inflación y devaluó aún más el peso.
Después del derrocamiento de Perón, reinó la inestabilidad política con frecuentes cambios de gobierno. En medio de la inseguridad económica, el peso se devaluó varias veces mientras Argentina intentaba corregir sus desequilibrios y mejorar su competitividad. Esto desencadenó una inflación aún mayor y el país entró en un período de depreciación del peso y aumento de precios.
🔥 El fascismo es el sistema más difundido en el mundo libre, dice @ABENEGASLYNCH_h.
— Visión Liberal (@vision_liberal) August 31, 2024
🗞️↪️ En esta nota de archivo, el intelectual insiste con la idea de darle a las palabras el significado adecuado, para que la batalla cultural se pelee con armas genuinas.
👉 Qué es y qué… pic.twitter.com/HNzL18I4kd
En 1976, la dictadura militar “Proceso de Reorganización Nacional” tomó el poder, fomentando violaciones de derechos humanos. En los siete años siguientes desaparecieron miles de personas, tanto miembros de la oposición política como cualquiera que no estuviera de acuerdo con sus métodos. Establecieron una economía neoliberal y liberalizaron el comercio, pero Argentina, en una hiperinflación, alcanzó el 600% anual debido a la deuda acumulada y la impresión descontrolada de dinero. El siglo siguiente se caracterizó por el retorno a la democracia y la introducción de una nueva moneda, el austral. Este intento monetario de estabilizar la economía fracasó y la hiperinflación alcanzó el 3.000% anual.
El plan de convertibilidad, establecido en la década de 1990, se centró en vincular el peso argentino al dólar estadounidense a un tipo de cambio de 1:1. Esta política inicialmente redujo la inflación y aumentó el comercio; sin embargo, a medida que el dólar se apreció, el peso se sobrevaluó. Para mantener la paridad, Argentina dependió de préstamos externos, acumulando una gran deuda.
La crisis económica de 2000 fue provocada por la incapacidad de Argentina para mantener el tipo de cambio fijo. Nuevamente incumplió su deuda de 132 mil millones de dólares y pasó a un sistema de tipo de cambio flotante. Como resultado, el peso se devaluó enormemente, lo que reforzó la inflación.
El presidente Macri, elegido en 2015, intentó reducir este déficit presupuestario. Sin embargo, el peso continuó depreciándose y Argentina recurrió al FMI en busca de un préstamo de 57 mil millones de dólares. La inflación aumentó al 50% y la moneda perdió la mitad de su valor.
En los últimos diez años, Argentina ha experimentado frecuentes aumentos de precios de más del 10%, con tasas de inflación que han pasado del 23,90% en 2014 al 94,80% en 2022. Según el FMI y el Banco Mundial, la tasa de inflación promedio argentina entre 1980 y 2022 fue del 206,2% anual. En 2023, esta estadística se situó en el 211,4%.