Bonacci recargado: “si querés ser presidente de la Cámara de Diputados tenés que aprender que la mierda no es dulce”

Fue dirigente y hasta candidato a vice-presidente por el MODIN de Aldo Rico, pero saltó a la fama por “alquilar” sellos partidarios para que candidatos sin estructura – como Amalia Granata en Santa Fe o José Luis Espert en 2019 – pudieran presentarse a elecciones. Conoce como pocos la interna liberal y siguió de cerca el ascenso de Javier Milei al poder. Ahora su hija Rocío (él es su asesor y guía político) quedó el centro de la tormenta por ser una de los 6 diputados que participaron el 11 de julio de una visita al penal de Ezeiza a represores.
Bonacci explica por qué cree que fue una “celada” política que le tendieron a su hija. Cuenta cómo ese día desde Rosario quiso “hacerla bajar” en la Autopista Oeste e impedir su ingreso al penal. Y cómo ella nunca más figuró en el grupo de WhatsApp del diputado Benedit. Apunta contra el cura Ravasi y otros personajes como Laje o Márquez. Pero cree que el presidente Milei nunca supo de la visita hasta que se hizo pública.
Dice que Astiz y Guglielminetti “no son combatientes sino la excrecencia de un gobierno “cagón” como fue el régimen cívico-militar” y que jamás podría defenderlos o exculparlos. Y no se priva de castigar duro a Martín Menem por acción u omisión, y a “todos los liberales a lo largo de la historia” menos Milei a quien considera “intelectualmente honesto”.
Bonacci cree que “muchos libertarios dejarían de serlo si les sacan el cargo” y los compara con “La Cámpora”, y sostiene que Lilia Lemoine es inimputable, pero que debería “ser imputable”.

Visión Liberal: Cuando te conocí, en 2019, no existía el mileísmo, ni siquiera podía imaginarse que un liberal, o anarco-capitalista, llegara a ser gobierno. Conocés desde adentro este proceso. ¿Me podés explicar dónde estamos parados?

José Bonacci: Estamos ante el resultado del fracaso de la democracia. Cuarenta años de democracia incompleta han hecho que un fenómeno (Milei), que tenía como eje una respuesta alternativa a la realidad que vivíamos, independientemente de su masa política, triunfara y se desarrollara.

Siempre digo: no es importante la estructura, no es importante el partido, no es importante el dinero, sino que lo importante son las ideas. En este caso se ha concretado el hecho de que las ideas, de la necesidad de un cambio de verdad, hayan permitido que una persona represente ese cambio. Porque si hay algo que no podemos negar es que Milei es intelectualmente honesto y su mayor capital siempre fue su franqueza absoluta, tal vez salvaje.

Lo que está muriendo es ese proceso democrático incompleto que durante 40 años hacía que radicales se acostaran con peronistas, peronistas con socialistas, socialistas con conservadores, conservadores con derechosos, derechosos con izquierdosos y que, como estábamos haciendo “la porquería” dentro de la misma familia, terminó generando, más que una democracia desarrollada, un hijo bobo. Esta realidad de una democracia fracasada hace que se dé paso a una nueva etapa con una idea diferente. Estamos pariendo una realidad nueva. Dentro de este parto, que es doloroso, que es sangriento, que es sucio, que es complicado y bullicioso, estamos viendo cómo se alumbra una nueva realidad. Ahora hay que esperar que el que “el pibe” crezca y comience a caminar.

VL: ¿Qué es lo que tenemos que esperar?

JB: Primero tenemos que saber que recién hace ocho meses hay un relativo dominio del Estado, porque creo que todavía este gobierno no tiene el pleno dominio del Estado. Porque aún para poder destruir el Estado, primero tenés que saber qué vas a “destruir”. El tema es que todavía este gobierno no sabe dónde está la botonera.

VL: Tiene lógica porque ningún gobierno lo supo. Néstor Kirchner siempre dijo que en el 2003 le llevó casi dos años ocupar los principales cargos del Estado. Y a Macri le ocurrió lo mismo.

JB: Había un compañero mío concejal en Rosario que decía: el primer año de concejal tardás en enterarte dónde está la fotocopiadora. Y cuando terminás de enterarte dónde están todos los botones, ya te estás yendo. Ese es uno de los problemas serios que tiene la administración del Estado. Ahí donde vemos estos ruidos, estos crujes, estos avances de algunas personas sobre algunos sectores y hasta esta venta de falsas influencias.

Te voy a poner un ejemplo de “otro país”. Cualquier personaje parecido es mera coincidencia, como dice la letra chica de una película o serie. 

VL: – ¿A ver la analogía?

JB: – Una diputada le critica a otra diputada que llegara cinco minutos tarde a dar quórum porque se demoró el avión en el que debía viajar a la sesión del Congreso. La realidad es que esa sesión fracasó y no fue por culpa de la diputada que no tomó el avión a tiempo.

¿Me seguís el relato?

VL: – Si claro…

JB: – Entonces ahí interviene el asesor de la diputada que supuestamente estaba en falta (N de R: la llamaremos RB) y le reclama que tenía que saber qué hacer, cómo hacerlo, con quién hablar, con quién deja de hablar, qué votar y qué no deja de votar. O sea, le explica cómo funciona un cuerpo colegiado como es el de la Cámara de Diputados. Pero, pero, en el fragor de la charla ambos descubren que la diputada (N de R: la llamaremos LL) que la había llenado de culpas y reproches, como no estaba de acuerdo con un capítulo de la ley (que era una ley crucial para el oficialismo), se había levantado de su banca y -junto a otra diputada del oficialismo- había abandonado la sesión.

Es decir, el asesor descubrió que mientras él estaba muy preocupado por la ausencia de la diputada (RB), la diputada (LL) había cometido una falta mucho peor en perjuicio del oficialismo. Pero lo peor del caso, es que la diputada (LL) se vende como alguien que tiene mucha influencia en la cima del poder, porque ‘maquilla’ al Presidente. ¿Se entiende el fondo de la historia? Y, ojo, hablo de otro país, no de la Argentina…

VL: – ¿Y cómo termina esa historia de enredos? 

El tema es que después este asesor se le da por preguntarle al Presidente: “señor Presidente usted sabe que nosotros vamos a votar todas las iniciativas que manda el Ejecutivo, salvo una, que fue justamente la que la diputada (RB) llegó tarde al recinto”. El Presidente lo acepta y entonces el asesor termina dándose cuenta, en este caso de ficción que acabo de contar, que la diputada que supuestamente se equivocó, terminó siendo más vertical, sin saber, o utilizando el sentido común, que los otros diputados que por ahí venden la influencia de que están cerca del presidente de la que llamaremos la “República Liberal de Sindonia”.  

Dicho esto, y como conclusión, vemos que los cuadros auxiliares de conducción (en éste caso diputados) terminan haciendo algunas cosas que el conductor no sabe, no quiere saber, o no le dicen.

Hoy lo que más me preocupa es que al Presidente le metan goles, y le metan goles porque tiene los mediocampistas y los defensores que no atajan una. 

VL: Ahora que vas a una analogía futbolera, podemos decir que la Argentina podría ser Boca, y que el Presidente Milei podría ser Riquelme.

JB: No me hables mucho de fútbol porque no sé, pero ponele. Entonces, si al Presidente le meten goles, los jugadores no sirven. Esa es la situación. Estamos ajustando el equipo en medio del campeonato, que está complicado, porque venimos del descenso. ¿Qué es lo que podemos esperar? En tanto el conductor tenga claro cuál es el objetivo y el resto se amolde, pero no verticalmente, no silenciosamente, no solamente votando por sí o por no, sino que aporten algo, un poquito de letra, un poquito de música, creo que se puedan resolver muchísimas cosas. 

La foto de los diputados libertarios con los represores condenados por delitos de lesa humanidad en la cárcel de Ezeiza el 11 de julio pasado.

VL: ¿El conductor (Milei) sabía o no sabía que se habían armado los tours de diputados para visitar a militares represores? 

JB: Acá no voy a hablar con figuras retóricas. Acá voy a hablar con nombres y apellidos.

Hay algunos que se montaron sobre esta balsa y tienen sus agendas en lo político y en lo económico. Por ejemplo, Nicolás Márquez ha defendido fervientemente esta catástrofe (N de R: por la crisis política que generó el tema) que está viviendo el gobierno nacional en este sentido, y junto con Agustín Laje, junto con el cura Ravasi (N de R: Javier Olivera Ravasi, fue el organizador de la visita a los represores a Ezeiza e ideólogo de un proyecto de ley para morigerar sus condenas), el próximo 9 de octubre, iban a realizar el “derecha fest”. Ravasi no va a poder ir porque ya aclaró que se tiene que ir a Estados Unidos. Yo diría que se está “rajando”, pero bueno, digamos que se va de vacaciones. 

A todo esto Lilia Lemoine, que es cercana a todos estos sectores, primero apoya la visita, después se desentiende, después le echa la culpa a otro. 

Voy a contar algo que sirve para entender el funcionamiento del bloque de LLA. Y sirve para entender por qué creo que el Presidente Milei no sabía de estas visitas a los represores condenados.

Meses atrás, la diputada Bonacci (mi hija), presentó un proyecto que respondía a nuestros principios políticos, a nuestros principios electorales, a nuestros principios programáticos, como era el tema de la legislación de la ley de IVE. Pero, desde adentro alguien operó para que se retuvieran las firmas y el proyecto no saliera.

En ese momento, la indicación que recibimos fue que no hubiera proyectos que le hicieran “ruido” al Ejecutivo. El despacho de la diputada Rocío Bonacci cumplió, y cada paso que da en relación a cuestiones que pueden resultar conflictivas y polémicas, lo consulta con el diputado Omar De Marchi, que tiene como cargo ser secretario del Enlace Parlamentario. Entonces, desde ese momento nosotros supusimos (desde el despacho de la diputada Bonacci), que todas las acciones del bloque de los 38 de LLA están “encuadradas”.

Ahora vemos, con éste escándalo de la visita a los represores, que en realidad no había ese nivel de conocimiento por parte del Ejecutivo.

VL: ¿Ni tampoco de parte de De Marchi había conocimiento?

JB: Entiendo que no. El problema es que hay mucho “busca” que se acerca para hacer sus propios negocios. Gente que vende influencias que no tienen o que avanzan con agendas propias. Tal vez porque soy de Rosario y soy de Zona Sur, conozco a la gente. Soy como el Rastreador Calíbar de la política, Y lo que veo es que hay demasiada gente que quiere beneficiarse con el gobierno de la Libertad.

VL: Pareciera que son muchos y con intereses y agendas muy complejas y diversas.

JB: Exactamente. Eso es lo que hay que cuidar. Vos sabés que yo no pedí, no pido, ni pediré un cargo porque, sinceramente, no me interesa. No quiero recibir un peso de este gobierno porque esto no es una cuestión de negocios para mí, sino que es una cuestión ni siquiera ideológica, sino una cuestión de imperativo categórico. Había que hacerlo.

El tema es que hay un montón de libertarios hoy que, si les sacás el contrato, no sé cuánto tiempo mas duran como libertarios.

VL: Sí, y hay demasiados. Y algunos ni siquiera disimulan que son libertarios.

JB: También, por supuesto. Y entiendo por qué lo decís. Pero eso para mí no está mal porque, en realidad, yo siempre decía, no hubo mejor nombre para esa agrupación que “La Cámpora”. Héctor J. Cámpora era un personaje que era un odontólogo, conservador de pueblo, simpático, bonachón, entrador, que llegó a presidente de la Cámara de Diputados en 1948, pero después, cuando vino la mala para el peronismo con la Libertadora, y lo apretaron un poquito, lloraba. Y quien no había estado a favor de Perón en el ´45, que era Hugo del Carril, que no había sido peronista del todo en el ´45 pero que después se hizo famoso por grabar la Marcha Peronista, lo quería cagar a piñas porque el tipo (Cámpora) era un cagón que lloraba. ¿Qué es ser Cámpora? Es ser un tipo de clase media, simpático, sin convicciones firmes y aprovecharse de los beneficios del Estado. Bueno, eso es “La Cámpora”. Y nosotros también tenemos nuestra propia “Cámpora”. 

A eso hay que sumarle que hay muchos que no están por convicción, sino que están por cálculo. Y por si faltaba algo, hay que sumarle el hecho que los liberales argentinos traen una tara importante, históricamente. Y saco de esa lista a Javier Milei, que eso es lo que lo hace diferente al resto de los liberales. 

VL: – ¿Decime una “tara” de “los liberales” que vos consideres que Milei es muy distinto?

JB: – Por ejemplo que acá, todos dejan para mañana las cosas. Y si hay algo que lo distingue a Milei, es que no procrastina.

El otro día le decía a mi hija Rocío, los liberales “son así” pero desde siempre. Hay que revisar la historia para entender el proceder de los liberales de éste país.

Nunca sé si fue Agüero (N de R: Julián Segundo de Aguero) o Varela (Juan Cruz), el que le ordenó – vía una carta- a Lavalle: “fusile a Dorrego. Hágalo boleta, pero estas cartas son las cartas que se rompen o se queman”. 

¿Qué diferencia hay entre el proceder de Aguero o Varela, y cómo procedió Videla en el Golpe del ´76, que no le puso el gancho a ningún fusilamiento y prefirieron cazar gente en forma clandestina?

El problema de los liberales en Argentina es que nunca se hacen cargo de las consecuencias de lo que ellos hacen. El día que tengamos, junto con las ideas de la libertad, la determinación de ponerle el cuerpo a las políticas que se llevan adelante, ese día cambia la historia. Tal vez eso es lo que se está gestando. Hoy puede haber excesos “estalinistas”, pero calculo que la realidad lo va a revertir.

VL: ¿Vos crees que a tu hija Rocío la llevaron engañada al tour de Ezeiza? 

JB: Primero, si hay un culpable, soy yo.

VL: ¿Por qué?

JB: Porque yo le recomiendo que toda actividad que haga el bloque, ella tiene que participar. Esa siempre fue mi instrucción y ella cumplió. Por ejemplo, en el ámbito de la provincia de Santa Fe, se presentó el nuevo sistema de justicia penal y la única diputada oficialista presente fue ella. Cuando se remató el primer brote de soja en la Bolsa de Comercio de Rosario, otra vez la única oficialista que estuvo fue ella. Hay un montón de actividades donde no hubo presencia de otros diputados oficialistas, y sin embargo ella estuvo.  Bueno, en este caso en particular ella fue invitada insistentemente por su compañero de bloque Beltrán Benedit, sin aclarar de qué se trataba.

Con el paso del tiempo, me dí cuenta que por qué fue llevada.

VL: – ¿Por qué?

JB: – Todos los que fueron a esa visita eran miembros de la misma comisión: la de Seguridad. Ella era la única que no pertenecía a la comisión, pero era un trofeo.

VL: ¿Por qué era un trofeo?

JB: Vos y yo sabemos cómo funcionan los servicios de inteligencia en la Argentina. Agarran los diarios, los recortan, los pegan y van armando tu ficha y una historia. El tema es que leen mal, pero bueno, no importa.

En un reportaje en Rosario, en el diario La Capital, presentándose y haciendo un perfil, Rocío plantea que su madre era militante del MODIN (N de R: Movimiento por la Dignidad y la Independencia, partido creado por el ex carapintada Aldo Rico). Yo la conozco en esa militancia y el padre (yo) también era militante del MODIN. Beatriz Brower, la madre, hoy es diputada provincial por la lista de Amalia Granata, el padre (yo) un conspicuo dirigente “medio facho”, y eso permite inferir que los Bonacci son la continuidad histórica del MODIN. Lo que no sabían es que nosotros nunca defendimos a estos tipos que asesinaron, torturaron y robaron niños. Rocío no es que nació en el ´96 y entonces no sabe lo que pasó antes. No.

VL: – ¿Cuál es la versión de la historia que sabe Rocío, por boca de su padre (vos) y su madre (Beatriz Brower?

JB: – Sabe que para nosotros hay cuatro etapas del proceso sangriento de la década de ´70 o ´60-´70, que están bien diferenciadas. La primera, que era una mezcla de política y “entrismo”, que finaliza con la amnistía de Cámpora el 25 de mayo de 1973. Después durante el gobierno de Perón se hacen leyes penales más duras, en especial después del copamiento del Regimiento en Azul. y después viene la etapa de la la triple A, pero que no fue durante la vida de Perón, sino fue tras su muerte. Después, viene el ´75, con el decreto secreto donde hablaba de la exterminación de los subversivos, pero de un ejército irregular que se enfrentaba contra un ejército regular, el Ejército Nacional, en un ámbito determinado, que era Tucumán. O sea, era una guerra interna y que era claro que unos querían separar un trozo de territorio y los otros querían defender la integridad del territorio.

Y después, y esta es la parte que nosotros no defendemos, la de una cacería despiadada sobre la base de delaciones. Yo leí el Nunca Más en el año ´85. Entonces, me acuerdo que había un caso donde chupan a una persona lo y estuvieron torturándolo diez días, y le preguntaban: “¿qué sabés vos del cope del RIM? ¿qué sabés vos del cope del RIM?” El tipo no dijo una palabra porque ni siquiera sabía lo que significaba el cope del RIM. O sea, le preguntaban ¿qué sabés vos del copamiento del Regimiento de Infantería 29 de Monte en Formosa? ¿Sabes por qué lo secuestraron? Porque agarraron una agenda por error y lo “chuparon”.

O el caso de otros que llevaron adentro porque tenían que dar algún nombre y en el medio de la tortura decían cualquier cosa. Eso no fue una guerra, eso no fue un combate, eso fue una cacería y de la más miserable porque fue en secreto. No fue ni siquiera la lucha contra la guerrilla, sino que era contra los restos diezmados de la guerrilla o de los grupos subversivos. De hecho avanzaron sobre empresas privadas, Papel Prensa, otras empresas. El gobierno cívico-militar no puso el gancho. La historia la conocemos. Pasa que en estos últimos 20 años se habló desde un cliché y se mezcló todo. Pero no todo es lo mismo.

Otro caso. En una guerra, si un tipo se disfraza con el uniforme del enemigo para sacar información, lo fusilan. Astiz se vistió con el uniforme del enemigo porque se convirtió en un chico cercano a las Madres de Plaza de Mayo. No era un combatiente. Era un “buchón”. Y encima de los peores, porque fracasó, porque todo el mundo sabe que lo es. A Astiz lo mandaron a espiar y “tocó el timbre”. Guglielminetti no es un combatiente. Tirar a gente dopada al río no es un combate. Ninguno de ellos son combatientes y son la excrecencia de un gobierno “cagón”, como fue el gobierno del régimen cívico-militar.

La realidad es que ahí, con esa gente, no hay nada que defender.

VL: ¿Qué pasó cuando supiste que Rocío había ido a Ezeiza el 11 de julio, junto a cinco diputados (Montenegro, Benedit, Ferreyra Ugalde, Araujo y Arrieta)?

JB: Esa semana habíamos estado medio perdidos porque yo estaba trabajando y ella fue a Tucumán, invitada por el presidente de la Comisión de Salud, Pablo Yedlín a visitar hospitales.

¿Qué hubiese pasado si uno de los hospitales que visitó estuviese financiado por un grupo de narcotraficantes o traficaran órganos? Ella fue en confianza porque el presidente de la Comisión la invitó. Es parte de la función que ella tiene como representante del pueblo, la cumple. Otra vez está el tema de la verticalidad que Rocío siempre busca cumplir. 

Ella había ido a Tucumán por el tema del Pacto de Mayo – que fue el 9 de julio- y yo estaba en Rosario. Justo estábamos arreglando el tema de un departamento, cuando me escribió:

  • “estamos yendo a Ezeiza”.
  • ¿Para qué? 
  • Vamos a ver excombatientes.
  • ¿Qué excombatientes? No hay excombatientes en Ezeiza. Y me pasó tres nombres. Que al final uno de los nombres que me pasó no estuvo en el grupo. Inmediatamente le dije, “bajate, ese es un marino, antiperonista y gorila y es un cagón” (N de R: Bonacci alude a Alfredo Astiz).
  • ¿Y no es combatiente de Malvinas? (me preguntó Rocío)
  • No, es un cagón, se rindió sin tirar un tiro.

Ella ya no se podía bajar porque estaba en medio del Acceso Oeste. Pero le recomendé que no entrara al penal. Ella no pudo evitar no entrar. No podía quedarse dando vueltas.

El otro día vi el vídeo del ingreso y cuando pasan por el costado del detector de metales, Rocío dice “no tengo el documento” para ver si la echan. Pero la anotan en un papelito y aún así la dejaron entrar. Ella se quedó a un costado, no se sacó la foto ni participó. Pero quedó muy claro porqué la invitaron: ella, Rocío Bonacci, hija de dos ex dirigentes del MODIN, tenía que estar ahí. Fue un celada muy bien preparada. De hecho, dos días después, el 13 de julio, Benedit, el organizador del tour a Ezeiza y el que reunió a los 6 diputados y los trasladó, creó un grupo de WhatsApp llamado “Visita”, y a Rocío no la incluyeron. Más claro imposible.

VL: ¿Qué hiciste, como responsable “político” de Rocío?

JB: Desde el primer momento entendí la gravedad institucional que esto podría traer aparejado.

VL: ¿Cuál es la responsabilidad de Martín Menem?

JB: Puede haber varios tipos de responsabilidad: Primero, que supiera, lo cual sería grave. Segundo, que no supiera, que también sería grave. Y tercero, que Menem debe saber que el cargo viene con la carga.

Mi madre, Dios la tenga en la gloria, diría, “si querés ser presidente de la Cámara de Diputados, tenes que aprender que la mierda no es dulce”

Martin Menem

VL: ¿Y Lilia Lemoine?

JB: Lilia es una inimputable. La dinámica que tiene termina siendo dañina para el grupo. Aparte, no es que siempre sea la misma dinámica. Por ejemplo, cuando petardean el proyecto del aborto, ella filtraba capturas de pantallas con el periodista Tomás Méndez. O sea, Lilia juega por izquierda o por derecha, según le convenga a sus intereses.

No puede ser que un día tires para un lado y luego para otro lado. El tema es que Lemoine debería ser imputable.

VL: ¿Y la diputada Arrieta que ahora va a ser el chivo expiatoria y a la que van a expulsar del bloque por acusar y señalar a Martín Menem como el responsable del escándalo?

JB: Si vos me das mañana un cohete para llegar a Marte, lo voy a chocar, porque no soy astronauta. Además, los mismos que la inventaron en Mendoza, hoy la quieren reventar. Arrieta está frente a su doctor Frankestein. Quien ayer inventó la criatura, hoy quiere matarla.

La diputada de LLA, Lilia Lemoine y su compañera Lourdes Arrieta.

VL: ¿Cómo va a terminar esta historia?

JB: No sé muy bien. Si primara la inteligencia, tendría que terminar con Arrieta expulsada y que se genere un interbloque con Píparo, y el PRO, y algunos más que ya fueron eyectados de LLA. Tendría que bajar al recinto el Pacto de la Milanesa (N de R: así se lo conoce al supuesto acuerdo entre el Presidente Milei y Mauricio Macri, tras la cena que mantuvieron el pasado miércoles 21 en Olivos) Y se tendría que generar el bloque de la Milanesa. Es algo que se venía pidiendo desde hace rato.

Se podría generar una nueva conducción a partir del interbloque. Por ejemplo, Oscar Zago, sin querer, lo han quemado y podría manejarse desde el lugar donde hoy está cómodo y tener una nueva ventaja. El acuerdo era total hasta la Ley Bases, y después los chicos dijeron “es tiro por tiro”.

Independiente de este lío, yo no lo veo como algo negativo. Para mí tiene que haber quilombo en la Cámara de Diputados. Es el lugar para debatir, para pelear. Es muy cierto que deberíamos levantar un poco el nivel y discutir ideas y posicionamientos. Vos me preguntabas al principio ¿por qué la Argentina está como está? Y te respondo: porque la democracia no cumplió con cuatro de sus puntos fundantes: “Con esta democracia se come, se cura, se educa, y se trabaja”. Y con esta democracia no pasa nada de eso.

El tema es que unos pocos dan un paso atrás en ese pacto democrático de 1983 y pone en discusión algo que estaba fuera de discusión: El rechazo al gobierno cívico-militar del 76 al 82. Eso es lo que defiende Benndit. Y eso no tiene espacio en la discusión.

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