Javier Milei: “Hicimos una reforma ocho veces más grande de la que hizo Menem”

En una entrevista exclusiva con Ian Bremmer para GZERO World, Milei rafirma su lugar de outsider y dice que no mira los votos sino que se enfoca “en lo que tengo que hacer”. Le bajó el tono a su odio hacia China y dice que no es quién para decirle a los argentinos que no comercien con ese país. Asegura que su reforma es ocho veces más grande que la que hizo Menem. Y reiteró su apoyo incondicional “y hasta las últimas consecuencias” a Israel. Finalmente, asegura que los argentinos entendieron qué significa “No hay plata” y que la economía está repuntando

Desde New York, el periodista Ian Bremmer entrevistó al Presidente de Argentina. (Captura)

Ian Bremmer: He estado mirando muy de cerca a su gobierno durante los últimos meses. Me sorprendió no sólo el éxito de la reforma económica, sino también su habilidad para que tradicionales políticos peronistas se comprometan con su gobierno y el futuro de su país. ¿Puede hablar un poco sobre eso?

Javier Milei: Los planteos abruptos que hablamos en la campaña, ahora los estamos implementando y llevando a la práctica. En lo que tiene que ver con el plano fiscal, hicimos un ajuste en el tesoro de seis puntos del PBI en este momento; que se irá degradando hasta llegar al déficit cero. Al mismo tiempo, el Banco Central ya tuvo un ajuste de 15 puntos del PBI en menos de seis meses y enviamos cerca de mil reformas estructurales. Con la Ley Bases, más el decreto que está vigente, son cerca de 800 reformas. Es decir que acabamos de hacer la reforma más grande de la historia Argentina, que es ocho veces más grande que la que hizo Menem.

Eso no quiere decir que nosotros en algún momento hubiéramos claudicado la voluntad de diálogo. Es decir, lo que sucedió es que tuvimos que trabajar más, tuvimos que hablar más, y explicar de mejor manera nuestro plan. Esto demandó seis meses para lograr que pase la Ley Bases.

“Acabamos de hacer la reforma más grande de la historia Argentina, que es ocho veces más grande que la que hizo Menem”

IB: Usted no es responsable de la crisis económica que su país está sufriendo. Pero está luchando con una pobreza que aumenta y ha dicho muchas veces que la vida va a ser más difícil para el ciudadano. Aún así su popularidad sigue siendo bastante fuerte. ¿Cree que la gente está dispuesta a tomar la medicina difícil que su economía requerirá para poner su país de vuelta en el camino? 

JM: Nuestro enfoque fue decirle siempre la verdad a la gente, y decirle la realidad. No iba a ser fácil. Nosotros llegamos y enfrentábamos 17 puntos del PBI de déficit gemelos, donde 15 estaban en cabeza del gobierno, (5 en el Tesoro y 10 en el Banco Central) y la verdad es que la inflación venía viajando a un ritmo del 17.000 anual, porque la inflación mayorista de diciembre fue del 54%.

La terapia, inexorablemente, tenía que ser de shock. Todos los casos en donde Argentina se resolvió vía shock, fueron exitosos salvo el del 59′. Además, todos los casos gradualistas terminaron mal. Pero sobre todas las cosas tampoco había financiamiento, con lo cual tampoco había muchas alternativas. Por más que yo haya sido toda mi vida partidario de shock, esta era una realidad.

“La gente internalizó la idea de la restricción del presupuesto, algo no trivial porque los últimos 123 años de historia Argentina tuvo déficit fiscal durante 113”

Al mismo tiempo sabíamos que Argentina tenía un problema de reputación enorme, por lo tanto no era creíble, y que el aumento de ahorro que nosotros íbamos a estar gestando iba a tener una situación donde la inversión no iba a acompañar y consecuentemente eso iba a hacer que cayera el nivel de actividad y que hubiera más desempleo, y que hubiera más pobres y más indigentes. Eso lo dijimos desde el primer día. Creemos que la gente valoró que les dijéramos la verdad.

Pero creo que hay otro elemento más importante aún que es que nosotros anticipamos lo que sucedería y se está cumpliendo. Eso generó una situación donde los niveles de imagen, tanto sobre mi persona como sobre la gestión, están en niveles máximos. Porque básicamente nosotros hicimos varias promesas de campaña y las estamos llevando a cabo. La diferencia tiene que ver con que hacemos un esfuerzo que vale la pena y en rigor terminó siendo menos duro de lo que imaginábamos, porque hoy tanto los salarios como las jubilaciones están por encima de los niveles que había en noviembre del año pasado, y además en dólares, por ejemplo, las jubilaciones se han duplicado.

Creo que eso tiene que ver con la convicción que hemos dicho desde el primer día, en algo que la gente lo tomó muy rápido, que es la idea de “no hay plata”. La gente internalizó la idea de la restricción del presupuesto, algo no trivial porque los últimos 123 años de historia Argentina tuvo déficit fiscal 113. Y de las 22 crisis, 20 tienen origen en desequilibrio fiscal.

IB: He notado que no solo eres popular en Argentina, sino también en el Fondo Monetario Internacional (FMI). Históricamente, los libertarios son muy desconfiados de estas grandes instituciones financieras dirigidas por Estados Unidos. ¿Vas a crear una nueva alianza entre los libertarios y los multilaterales? ¿La relación FMI-Argentina va a anunciar algo más grande? 

JM: Acá hay una cuestión muy importante, que es: una cosa es mi pensamiento y mi filosofía libertaria.

Yo soy liberal libertario. En algunas definiciones se me encuadra como anarcocapitalista, en otras como paleolibertario. Pero la realidad es que, más allá de mi amor profundo por la libertad y lo que tiene que ver con el principio de no agresión, la libre asociación, la defensa del derecho a la vida, la libertad y la propiedad, yo me encuentro con un conjunto de restricciones. Siendo que soy el primer presidente liberal libertario de la historia, no solo de Argentina, está claro que las condiciones para cuales se diera la situación en la cual una persona como característica llega a ser presidente, no son condiciones normales de presión y temperatura. Es decir, era evidente que tenía que ser un caos. Lo que yo tengo que hacer es adaptarme a los hechos.

“No miro los votos, miro lo que tengo que hacer. Mi foco está en resolver los problemas por los cuales me votaron

Nosotros tenemos una deuda enorme con el FMI, y sabe que no tengo la plata para pagarle ‘cash’, por lo tanto no me queda otra que sujetarme a la restricción de hacer un programa con el FMI, y que lo valioso es lo siguiente: el FMI me puso unas metas. Las metas que propusimos nosotros son mucho más duras que las que propuso el FMI, que además sobre-cumplimos. Tiene que ver con la convicción. ¿Sabe cuál es mi diferencial? Yo soy verdaderamente un outsider, y considero que esto es un trabajo.

A mí me dieron un ‘job description’ los argentinos que es: “baje la inflación, haga reformas estructurales para crecer y termine con la inseguridad”. Bueno, eso es lo que yo hago desde el primer día. No miro los votos, miro lo que tengo que hacer. Mi foco está en resolver los problemas por los cuales me votaron.

IB: Permítame llevarle un poco al ámbito internacional. El libre comercio es una gran parte de su agenda. En mi propio país, los demócratas y republicanos ya no hablan de libre comercio, hablan de política industrial y de aranceles. Me encantaría escuchar un poco sobre donde cree que estará el mundo en términos de comercio, de fronteras ,de aranceles. ¿Qué estamos haciendo mal?

JM: Desde mi punto de vista, el comercio nunca empobreció a nadie. El comercio lo único que hace es profundizar la división del trabajo, hacer que sea más grande el mercado y, consecuentemente, aprovechar mayores economías de escala y, por ende, mayores niveles de bienestar. El comercio es una máquina de prosperidad y uno tendría que estar buscando por todos los medios abrir más mercados y abrirse más al mundo. Hay momentos en los cuales el mundo también retrocede en las ideas. Argentina llegó a ser a fin del siglo XIX uno de los países más ricos del mundo por haber abrazado las ideas de la libertad, y cuando empezó a tomar dosis crecientes de socialismo nos metió en esta decadencia. Esas cosas pasan y lo que uno tiene que hacer es seguir dando la lucha por las ideas de la libertad. Pero me parece que lo más importante es que el debate sobre la libertad es un debate moral. 

Creo que hay una cuestión no menor que es una cuestión geopolítica. No es solamente una cuestión de las ganancias derivadas del bienestar asociado a un mayor comercio, sino el hecho de que América Latina no se vea tentado a aliarse con autócratas. El eje central ya no solo es una cuestión vinculada a los beneficios del comercio, sino que también es una cuestión geopolítica significativa para que podamos estar del lado correcto de la vida, que es el lado de las democracias liberales, y no del lado de los autócratas. Esto es un tema no menor. 

El mundo hay que separarlo entre las democracias liberales y los autócratas. Y yo quiero que Argentina esté del lado de las democracias liberales y no quiero saber nada de nada de estar con autócratas. Lo que está pasando en Estados Unidos es que está perdiendo mucha libertad económica. Es un problema que tiene que resolver Estados Unidos. 

Yo a todo el mundo le recomiendo que no sigan el camino de Argentina, porque de ser el país más rico del mundo terminamos en el puesto 140. Estamos luchando muy fuertemente para revertir todos los daños que causan estas políticas socialistas. No se dejen cooptar por el neomarxismo o como dicen otros, marxismo cultural.

IB: Usted hablo sobre la preocupación de estar demasiado cerca de los autócratas. Cuando hablamos de América Latina hablamos de China, que es el socio comercial dominante con prácticamente todos los países de esa región y tienen mucha mas influencia como consecuencia.

Se ha referido a los chinos como ‘asesinos comunistas’. Llamo mucho la atención, pero al igual que usted habló del FMI y fijo “tenés modelos y luego tenés la realidad” la realidad es que, cuando es presidente, Argentina recibe mucha inversión de China y hacen negocios, por lo que no puede estar tan enojado con las personas que le están dando dinero. ¿Cómo equilibra eso? ¿Cuál es el camino correcto para su país con China?

JM: Mi referencia no fue directo hacia China, sino que fue hacia el comunismo en su historia. Ese es el primer punto. También hay que reconocer que China ha tenido un cambio de régimen dentro de su mismo comunismo a mediados de la década de los 70′ y han empezado un proceso de transformación. Cuando usted pone esos procesos de transformación en dinámica y le empieza a conceder libertad a los individuos de la mano de la libertad económica, en algún momento va a llegar la libertad política.

“Si quieren hacer transacciones con China ¿Quién soy yo para impedírselo? No creo que sea yo el que tiene que determinar con quién va a comercializar el sector privado”

La pregunta es: ¿Si yo limitara ese comercio que es libre los argentinos estarían mejor o peor? La realidad es que le generaría un daño a los argentinos. Si quieren hacer transacciones con China ¿Quién soy yo para impedírselo? No creo que sea yo el que tiene que determinar con quién va a comercializar el sector privado. Es un problema el sector privado. Por ende, no voy a hacer nada en contra de los intereses y el bienestar de los argentinos. Lo dejo que libremente comercialice con quien le dé la gana. Después yo veré con quién hago mis alianzas estratégicas que ese es otro problema totalmente distinto.

IB: No le he preguntado sobre Israel en el Medio Oriente. Sé que usted fue allí y ha sido un ruidoso defensor de este gobierno israelí e incluso ha insinuado que tal vez se convierte al judaísmo.

Me pregunto que piensa sobre la guerra israelí en el terreno de la Franja de Gaza. ¿Ha ido demasiado lejos? ¿Ahora necesita un alto al fuego? ¿Deberían continuar?

JM: Voy a seguir apoyando hasta última instancia a Israel. Yo creo que Israel recibió un ataque terrorista de un grupo terrorista que además quiere exterminarlos. Israel tiene todo el derecho a defenderse y utilizar las herramientas que considere necesarias para hacerlo sin violentar el contexto en el cual se enmarca este tipo de acciones. En ese sentido, Israel está cumpliendo a rajatabla con los planteos en los cuales se enmarca en este tipo de situación. 

Más allá de las mentiras que quiera vender la izquierda internacional. 

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