(VÍA ABC.ES). Antonio Escohotado ejerció la vida con una curiosidad sin límites, lo que le llevó a, por ejemplo, ahogarse de marxismo en su juventud, encumbrando como estrellas polares a Jean-Paul Sartre y al Che Guevara, para, en su madurez, dar un tremendo volantazo y convertirse en un respetado erudito sobre las bondades del liberalismo y el comercio.
El querido intelectual también se marchó a vivir a Ibiza a sus treinta, con trabajo estable y bien retribuido en el Instituto de Crédito Oficial en Madrid, hijo y mujer, para llevar a cabo la revolución sexual y fundar, de paso, la mítica discoteca Amnesia.
De la isla pitiusa tuvo que marcharse después de catorce años envuelto en un raro asunto que le llevó a la cárcel, en donde escribió su ‘Historia general de las drogas‘, popular obra que fue una referencia sobre esta materia, cuyo uso defendió a contracorriente de su tiempo basado en la profundidad de sus estudios.
Por esta vida tan diversa y enriquecida de conocimiento, hemos querido hacer una pequeña selección de reflexiones realizadas, en asuntos controvertidos incluso, por este librepensador de reconocido espíritu jovial
“La única manera de conocer es conocer históricamente. Tanto de la química como de la biología, tanto de la política como de la sociología. Lo único que hay que nos ayuda a borrar la ignorancia y a poner lucidez es la historia. Si uno tiene la paciencia, uno quedará asombrado porque la realidad es infinitamente más densa y más imaginativa que la más delirante de las fantasías. Tengamos paciencia, estudiemos la historia de las cosas y sabremos muchísimo. Y al saber muchísimo dejaremos de ser tan burros y elementales como nacimos”
(En referencia a Marx y Engels)
- Antonio Escohotado: ¿Adónde van sus ideas? ¿Qué es esto de la plusvalía? ¿Es cuantificable la plusvalía? ¿Realmente puedes decir que el coste del que te pone el crédito y el del empresario que saca adelante el negocio… de eso puedes prescindir? Pues lo intentaron durante 80 años… ¿Y qué salió?
- Pablo Iglesias: Lo que salió no fue bonito.
- Antonio Escohotado: No, no fue bonito. Fue el hambre.
“La belleza carente de fuerza odia al entendimiento porque este exige de ella lo que no está en condiciones de dar: permanecer junto a lo negativo, permanecer junto a la muerte, esa irrealidad y lograr que lo negativo vuelva al ser”