29/06/24

Alerta de (in)comunicación: las redes sociales sostienen una narrativa, pero no construyen la realidad

El pasado fin de semana largo un prestigioso editor de diarios y revistas de Córdoba, Agustín de la Reta, me explicaba lo que para él constituía el déficit más notable de la arquitectura de comunicación del gobierno de Javier Milei. «Las redes sociales pueden ayudar a construir un presidente, y hasta bien pueden sostener una narrativa de gestión de gobierno. Pero las redes no construyen contenidos. Los contenidos siguen siendo elaborados por los medios de la vieja estructura gráfica (diarios de papel y web) y los medios audiovisuales tradicionales (radio y televisión)».

Pagina/12, La Nación y Clarín (los tres diarios impresos más importantes del país) lanzaron duras críticas contra el Gobierno de Milei. (X)

De la Reta, hoy director de Perfil Córdoba y ex director en Papel Prensa durante el gobierno de Mauricio Macri, me confesó que el tema ya lo desvelaba en 2017/2018, cuando el gobierno de Cambiemos insistía con volcar financiamiento a los dispositivos de redes, en perjuicio de los medios tradicionales. «Recuerdo que se lo expliqué, con énfasis, a Marcos Peña. Las redes no construyen ni elaboran contenidos. Solo trabajan con el contenido de los medios tradicionales. ¿Cuánto escuchó mis argumentos? No lo sé. Pero la dinámica de financiar de manera excluyente a las redes sociales es uno de los rasgos de la administración Milei», me dijo con un poco de desesperanza.

Esta mañana, la realidad explotó en las tapas de los diez diarios «nacionales» (una verdad a medias solo sostenida por las versiones web de los medios del AMBA). Por primera vez durante el gobierno de Milei, Clarín y La Nación se pusieron de acuerdo para titular ¿en contra? con el combo de «malas noticias» que parecen perseguir al gobierno: la violenta caída del PBI en el primer trimestre y la brusca suba del desempleo, la confirmación de que al pequeño Loan lo «vendieron» como parte de una horrorosa trama de trata y venta de niños y que en el centro de ese esquema perverso está una funcionaria de La Libertad Avanza de Goya, Corrientes, y como si fuera poco volvió a las tapas un viejo conocido: el dólar blue que quebró otro récord.

La pregunta que dejó picando el editor cordobés, De la Reta, tiene mucha actualidad. ¿Cómo afronta un gobierno un temporal de breaking news negativas? ¿Pueden las redes sociales contradecir la realidad del dólar a 1330 o la mugre de una red de explotación de menores en una provincia «pobre» como Corrientes? ¿Alcanza con movilizar a un ejército de trolls sin un objetivo claro?

Hoy el sistema redes sociales hizo agua. Ni siquiera el autoproclamado premio Nobel que reclamó para si el presidente Milei en República Checa, logró traspasar las lógicas de comunicación. Es más, estuvo o está a un paso de convertirse en meme. Rozando el límite entre el absurdo y la irrealidad.

Resignificar el rol de los medios tradicionales no tiene nada que ver con un reclamo de que vuelva la pauta publicitaria (aunque varias empresas como YPF u organismos descentralizados como la ANSES derivan generosas pautas a medios y comunicadores «amigos»). De lo que se trata es de volver a poner en valor a los formadores de contenidos. Los que buscan, analizan, procesan y publican información lo más creíble posible en los tiempos de la post verdad y el metaverso.

Como en el ajedrez, sacrificar una pieza puede salvar -en veinte jugadas posteriores- la vida del rey.

Compartir:

Más publicaciones