Damián Arabia: «ahora puedo decir que soy capitalista, pro mercado, liberal, gay… y creo que Milei tiene mucho que ver en eso»

Es diputado nacional, pero sobre todo es el hombre de confianza de Patricia Bullrich adentro del PRO. Explica con claridad y sencillez por qué la gente le creyó a Milei y no a JxC. Sostiene que a pesar de ser ateo tiene fe en «Macabeos 3: 19 Las Fuerzas del Cielo» y que le envidia al peronismo su capacidad para ser «optimistas». Y que estamos frente a la última oportunidad de la historia: estamos con el cambio, o contra el cambio.

VL: – El gobierno de Javier Milei llegó a junio y se terminó la luna de miel. Estamos en el momento de consolidar y que las cosas sucedan. Vos formás parte del sector del PRO que se integró al Gobierno. ¿Cómo analizás ese proceso , que para el «macrismo puro» del PRO resulta traumático?

Damián Arabia: – Es como que hay una dicotomía, ¿no? O una paradoja. LLA llega prácticamente sin partido político, sin cuadro políticos o técnicos, y evidentemente eso en algún punto es un déficit, o un problema, o un espacio que llenar, pero al mismo tiempo eso es lo que les permite pensar distinto y tener otra mirada y enfoque. Y que probablemente en buena parte el Presidente llegó a donde está por pensar distinto, «fuera de la caja».

En el caso de Cambiemos, cuando llegó al gobierno en 2015 tenía una estructura política. Tenía intendencias y gobernaciones. Tenía bloques legislativos en el Senado y en Diputados, que ahora LLA no tuvo.

Sus únicos dos diputados eran el hoy presidente, Javier Milei, y la actual vicepresidenta, Victoria Villarruel. Pero al PRO, ese exceso de funcionarios, de aparato y gente profesionalizada en la política, le quitó capacidad de frescura y de pensar ‘out of the box’.

VL: – Y la gente estaba molesta con todo eso…

DA: – La gente estaba molesta porque, en parte, el PRO y JxC o Cambiemos, ahora formaba parte del problema, porque ya habíamos gobernado.

VL: En cuatro años completos…

DA: – Si, cuatro años completos. Fue un gran mérito de Cambiemos y Macri que después de tantos años -desde 1928 un gobierno no peronista no terminaba su mandato- completara el mandato. Pero en definitiva la percepción de un porcentaje importante de la población era que ni el kirchnerismo, ni Cambiemos, ni JxC le había brindado una solución. Por lo menos no en la velocidad y profundidad que la sociedad argentina demandaba.

Damián Arabia.

VL: – ¿Vos compartís esa mirada crítica?

DA: – Creo que se hicieron muchas cosas bien, pero que efectivamente faltó velocidad y profundidad.

VL: – O sea, compartías el diagnóstico que Milei hacía previo a las elecciones

DA: – Si, y yo creía que Bullrich representaba en el momento previo o durante la elección esa cosa del «rumbo correcto», que habíamos puesto en el PRO y Cambiemos durante nuestro Gobierno, que no tengo duda que fue el correcto, pero que Patricia representaba esa velocidad y profundidad de ese cambio. Probablemente Milei lo representó todavía mucho más rápido y más fuerte, por lo menos así interpretó la población y quizás por eso ganó.

Es más, no se si tanto fue que él (Milei) le ganó a Patricia como que él (Milei) le gano a JxC. Y lo digo porque en algún punto de la campaña fue muy confuso para la gente saber qué pensaba JxC. Okey, Patricia piensa ir a fondo, y va rápido, y sabemos que tiene las agallas y decisión para hacerlo. Pero, ¿que piensa el resto de JxC? Nosotros decíamos que había que terminar los piquetes, pero en CABA, Larreta no terminaba con los piquetes. Decíamos que había que abrir la economía y bajar los impuestos, pero en la Ciudad no se hacía…

VL: – Si, así podemos seguir con muchas cosas…

DA: – Si. Otro ejemplo es Lousteau. Nosotros decíamos ‘no, el cambio es esto, es profundo, es fuerte’ pero teníamos a un tipo como Lousteau que estaba dando vueltas por el partido. Creo que en cierto punto, la simpleza de la propuesta de Milei fue una topadora para algo demasiado complejo y confuso como termino siendo JxC. Toda la frescura que tenia Patricia, que se notaba previo y durante la campaña, pero que después de que gano las PASO, en la general, toda la estructura vetusta de JxC se vino encima.

VL: – ¿Por qué no rompió con toda esa estructura, no era el momento de Bullrich? ¿Qué pasaba si rompían?

DA: – Bueno, ser contra fáctico no tiene sentido, ¿No?

VL: – O si…

DA: – Quizás si. Pero, probablemente, llegar hasta ese lugar era muy arriesgado. ¿Por qué nosotros, que habíamos llegado siendo la opción racionalmente más lógica o que parecía la mas lógica, íbamos a cambiar de estilo y romper con todo? Nosotros no planteábamos romper con todo. Pero Milei fue más a fondo.

VL: – Pero la Ley Bases o lo que queda de ella la armo Federico Sturzenegger para Patricia Bullrich, por ejemplo.

DA: – Si, es como decís. Pero Milei en un acto desde mi punto de vista, de brillantez e inteligencia, tomó todas las buenas cosas que Patricia proponía durante la campaña, incluyendo a Patricia. La convocó al gobierno, junto a Petri. Milei dice todo el tiempo: ‘a mi me importa la economía, y la seguridad. Yo quiero un cambio profundo económico, abrir, terminar con los curros, permitir que se den las inversiones, negocios, empleo, producción, que la Argentina crezca y quiero orden en las calles, mas seguridad, la lucha contra el crimen organizado, contra el terrorismo’.

Creo que tuvo viveza.

VL: – ¿Milei?

DA: – Si.

VL: – Sin duda… Ahora, hay que ver si esa viveza inicial, como se consolida. Porque estamos claramente entrando en otra etapa.

DA: – Si. Esta ese chiste que dice: ‘Uno se va de Argentina 10 días y cambia todo pero se va 10 años y no cambia nada’. Al final del día la Argentina vuelve a la dicotomía permanente de cambio contra continuidad. Y creo que ahí no hay – a pesar de que algunos siguen intentando y permanente lo intentaron y fracasaron- que hablar sobre la ‘ancha avenida del medio’ eso termina siendo siempre una callejuela de San Telmo.

No hay lugar, seguramente por el sistema presidencialista, por la lógica cultural, pero no hay lugar para veinte opciones. Y en esa lógica de cambio contra continuidad yo creo que los argentinos eligieron de que lado va a jugar cada uno. Como también lo hicieron los partidos políticos del país.

Los partidos políticos tienen un problema que es que tenemos un sistema hiper-presidencialista, hasta electoralmente, porque en definitiva vos necesitas el 45% de los votos en el balotaje pero tenemos un sistema de partido político fraccionado como a la europea. Ahora, no tenemos como en Alemania que si sacas el 30% de los votos tenés que armar una coalición previamente al gobierno, para formarlo y llegar al 50%. Acá no. Acá sacas el 30% en la elección general, por ende tenés los diputados del 30% de los votos que además son la mitad, y tenés los senadores del 30% que son un tercio. Entonces, lo que pasa después, es que la sociedad misma te hace una demanda rara. Porque te dice ‘te fracciono los votos por ende los diputados y senadores, pero quiero que el presidente tenga mucho poder y decisión para hacer cambios rápidos’. La propia sociedad te genera el anticuerpo.

En Argentina, o estás con el gobierno o estás en contra. En el medio hay poco. Lo mismo le demanda a los partidos políticos y sus representantes. Entonces , cuando te querés diferenciar en algo (primero hay que ver si son reales o ficticias esas diferencias) pero cuando lo querés hacer te dicen ¿’porque te estas diferenciando si estabas alineado con el gobierno? o al contrario ¿Por qué acompañas al gobierno si sos oposición? motivo por el cual, lo que pienso es que el Poder Ejecutivo inicia una etapa en donde tiene que transitar el cambio profundo. Y todos los que creemos en el cambio lo vamos a estar acompañando.

VL: – ¿Y vos de que lado querés estar?

DA: – Yo defiendo el cambio. Porque fui electo por la fuerza del cambio. Fui electo por una lista que se llamaba «La Fuerza del Cambio» y creo que puede haber diferencias, matices y discutir cosas pero no podemos ir en contra de la voluntad del cambio, porque así vamos a defraudar a nuestro electorado. Y porque a mi no me toque encabezar el cambio, yo no puedo cambiar de ideas.

Si Sturzenegger era el que nos armaba la reforma del Estado y hoy es Milei el que la lleva adelante. Si Bullrich, que era mi candidata a presidenta hoy es ministra de Seguridad. Si el otro día una colega tenía el libro de Luciano Laspina y decía ‘como no vamos a votar la Ley Bases si es lo mismo que dice este libro’ y ese era nuestro principal asesor económico, ¿Qué vamos a hacer? ¿Porque ahora a otro le toca la tarea de llevar adelante nuestras ideas, cambiamos de ideas? es difícil de explicar.

VL: – La sociedad no lo va a entender.

DA: – No lo va a entender porque es irracional que sólo porque no te toca a vos digas ‘entonces ahora, si antes pensaba que había liberalizar, ahora pienso que hay que estatizar’ Es raro.

VL: – ¿Dónde están las principales diferencias, que las hay?

DA: – Creo que puede haber una diferencia o unas diferencias de formas que es un poco lo que venimos hablando. Nosotros somos, ni en un sentido bueno o malo, de manera descriptiva, creo que somos mas ‘acartonados’. Algunos tenemos una trayectoria, un tiempo, una transición, hemos ocupado lugares. Yo fui funcionario. Y eso nos fue acartonando más, con todo lo bueno y malo que implica.

Es como la experiencia, siempre es buena consejera porque te permite recordar situaciones pasadas que ya hiciste de una manera y que ya sabes que van a salir mal o bien. Un conocimiento acumulado. Pero al mismo tiempo, te hace perder frescura y capacidad de imaginación e innovación. Es bueno y malo al mismo tiempo. Creo que el punto es tener un equilibrio, dentro de uno mismo todo lo posible y cuando eso tiene una limitación tratar de equilibrarlo con otras personas. Cuando armas un equipo tenés que tener gente con experiencia pero también gente con capacidad de imaginación.


Siempre me acuerdo de un estudio que le hacían a nenes de 5 y 6 años y les preguntaban cuantas cosas se podían hacer con un clip. Y a los mismos niños se los preguntaban 7 u 8 años después, cuando terminaban la primaria. Y los mas pequeños respondía una cantidad de cosas porque se hacían cierta cantidad de preguntas: ¿El clip es gigante? ¿Es de goma? ¿Se puede comer?. En cambio los mas grandes, que ya sabían y tenía una idea mas formada, tenían menos respuestas. Las dos tienen virtudes. Creo que hoy el gobierno o LLA tiene la virtud de que muchas personas son nuevas. Y eso le da otra mirada, de afuera, outsider, donde comunican las cosas de otra manera, las dicen de otra manera, y hasta me animo a decir que visten de otra manera. Eso le da frescura e innovación. Muchos de nosotros tratamos de mantener algunas de esas cualidades pero se nos empieza a caer encima la experiencia.

VL: – No imagino a Patricia o a vos armando un Luna Park festivo, ni viajando 7 veces en 6 meses por el mundo

DA: – El otro día fui al Luna Park. Me senté en primera fila. Estaba tan sorprendido y fascinado como anonadado. Porque jamás en la vida se me hubiera ocurrido que un Presidente de Argentina se ponga a cantar. Ahora, el tipo (Milei) logró que en el mismo evento se pone a cantar y dos minutos después toda una audiencia, que jamás le llegaría de otra manera, se ponga a discutir sobre Hayek, Marx o la Escuela Austriaca. Y después, cinco minutos más adelante, estaba haciendo pedagogía de la economía, monopolios, déficit fiscal.

VL: – ¿Lo hablan con Patricia a eso?

DA: – Si, yo lo he hablado con ella.

VL: – ¿Qué dice?

DA: – Ella es más disruptiva. Patricia tiene, a pesar de la trayectoria, una capacidad de imaginación y una capacidad de todo el tiempo poner otra mirada que a mi siempre me sedujo mucho y me pareció super interesante. Asi que lo ve como ‘que bien, que fresco, que manera’. Yo lo miro y me parece raro. Pero automáticamente digo ‘logra el objetivo’. Un poco le está pasando en términos internacionales.

El mundo habla de la Argentina.

VL: – ¿No es demasiado?

DA: – Eso lo veremos en los resultados. Ó sea, digamos, *risas*, veremos cuales son los resultados. Estoy gratamente sorprendido de como Milei se pudo instalar como punto de referencia en un sistema internacional que porque miraría a la Argentina, que veinte mil veces dijimos ‘tenemos todo, Argentina es el paraíso’ pero no pasa nada. Ahora, de pronto, me pasa con comitivas internacionales, con amigos de embajadas, inversionistas que están mirando a la Argentina. Me dicen ‘che, ¿Qué esta pasando?, ¿Cómo se esta dando?’ y hay un nivel de interés y curiosidad muy elevado. El desafío, o algo lo que hace dudar a muchos de manera legítima es que es un proceso y forma nueva. Entonces se preguntan ‘¿Va a funcionar? Y ahí el Presidente, en una cosa que a mi me encanta, pide un acto de fe.


Yo soy ateo, pero cuando él (Milei) dice ‘Macabeos 3:19 Las Fuerzas Del Cielo’, creo que hace falta mucha fe para animarse a hacer lo que está haciendo. Hay que estar muy convencido para ir tan a fondo. Y la Argentina necesita mucho optimismo. Decía Churchill que «no hacía falta otra cosa» y hay algo que ha tenido siempre el peronismo, que yo se lo envidio no sanamente, que es que son optimistas por naturaleza y no importa si vos le mostrás que no funciona, igualmente ellos confían en que va a salir bien. Creo que hay una necesidad de ese proceso.

Jauretche decía ‘los pueblos tristes no crecen’. Creo que hay una necesidad de un optimismo, una fe o felicidad de un pueblo que necesita encontrar un sendero porque sino, va a abandonar.


Muchas veces nos propusimos atravesar el desierto. Algunos más largos y otros más cortos. Creo que Macri lo propuso. Y en algún momento la sociedad argentina se cansó de esperar la «tierra prometida». Y a pesar de que iba avanzando en el desierto y se iba acercando, no resistió. La labor del líder es lograr que eso aguante. Lo comparo con levantarme a la mañana y salir a correr. Vuelvo y me duele todo. Pero los médicos me explicaron que tengo que hacerlo. Y que a pesar de que vuelva y me duela y no note cambios, eso me hace bien. Y que eventualmente voy a notar que eso me hace bien.

VL: – ¿Vos crees que el 19 y 20 de noviembre de 2017 acá, en el Congreso, Mauricio Macri dijo ‘esto es demasiado’. Con la revuelta por la reforma provisional.

DA: – Creo que hay un punto en donde vos a pesar de lo que te digan, te enseñen y a pesar de la experiencia acumulada, tenés que dar un salto de fe y decir ‘la convicción que tengo es que éste es el camino’. Porque es fácil liderar cuando todos te dicen que lo que estás haciendo es lo correcto, pero ahí no se muestra el liderazgo. El liderazgo se ve cuando la gente duda de que lo que vos estás haciendo es lo correcto, y vos a pesar de eso tenés la capacidad de seguir.

A nosotros, con Patricia, nos pasó que en 2023, cuando iniciamos la campaña, todo el mundo nos decía ‘Ustedes no van a ganar las PASO. Larreta tiene toda la estructura y los va a pasar por encima como una aplanadora’ y nosotros seguimos sin parar con nuestro manual. Enfrente tenían libros, consultoras, bibliotecas, estudios de opinión pública. Estudié ciencias sociales con orientación en ciencias políticas, entonces lo entiendo. Nosotros estábamos convencidos de que el camino era el nuestro. Un camino muy claro y nítido sobre las ideas y convicciones. No era lo que nos convenía o no nos convenía. Sino que era adonde había que ir. Y ganamos las PASO. Después no nos alcanzó para ganar la presidencial pero….

VL: – ¿Me estas diciendo que en el PRO va a pasar lo mismo ahora?

DA: – Creo que en el PRO todos tenemos la profunda convicción de lo que tenemos que hacer. Todos. Lo que no nos puede pasar es que nos confunda lo que circunstancialmente nos conviene.

Que circunstancialmente digamos ‘nos tenemos que diferenciar’, ‘no podemos ser lo mismo’, ‘tenemos que cuidar lo nuestro’ y nosotros sabemos lo que hay que hacer.

Sabemos que la Argentina tiene que cambiar.

VL: – ¿No hay una cuestión psicológica ahí? Macri también sabe lo que hay que hacer. Pero parece pesarle ese ‘que lo haga el otro’

DA: – Creo que hasta ahora por lo menos, todos los dirigentes del PRO hemos demostrado que estamos para acompañar el cambio en Argentina. Yo integro un bloque de 37 diputados que los 37 votamos favorablemente la Ley de Bases las dos veces. En el primer y segundo tratamiento, en todos sus artículos, en particular y en general. Y creo que Macri y Bullrich junto a nuestros dirigentes tienen esa convicción.

VL: – Pero no piensan lo mismo Bullrich y Macri

DA: – Bueno, creo que cada uno hace las cosas a su tiempo.

VL: – ¿Este es el tiempo de Patricia?

DA: – Creo que más que el tiempo de Patricia o el de Mauricio, hoy estamos hablando del tiempo de Milei. Y uno tiene que aceptar que momento le toca.

VL: – Pero Patricia esta con Milei. Mauricio no

DA: – Son interpretaciones. Hasta ahora ha acompañado. Y yo creo y confío y así lo dice cada vez que lo escuche hablar en público. Porque la Argentina no puede volver para atras. Y lo digo generacionalmente. Todos mis amigos o se fueron a otro país, cansados de no tener oportunidades y promesas incumplidas o están con un pie afuera diciendo ‘me quedo un ratito mas a ver que pasa’. Ese ratito más es nuestra ultima oportunidad.

VL: – ¿No es demasiado dramático?

DA: – No. Viste que en las vidas de algunas personas a veces tenés un momento bisagra. Algo que te hace o irte muy para arriba o irte muy para abajo. Que parece igual que los momentos anteriores, pero hay un punto como de no retorno. Eso se ve muchas veces con el dinero. Una vez que hiciste cierta cantidad de dinero es difícil que te vaya muy mal. O si te fuiste al fondo es muy difícil levantarse. Imposible no es nada, pero se hace difícil. Y el mundo en el que estamos viviendo es un mundo que todo es tan rápido y exponencial que un paso en un buen sentido te lleva muy rápido a poder crecer y un paso en el mal sentido te lleva muy rápido al fondo de la lista. Creo que la Argentina esta en ese lugar. Tiene una oportunidad única e histórica. O hacemos los cambios que tenemos que hacer ahora o es difícil, porque cuantas experiencias más? y eso se te vuelve exponencial porque si la gente que piensa mas ‘out of the box’ o tiene mas herramientas para innovar o crear, se te va.


A mi me paso algo muy trágico. Estaba en Montevideo en un encuentro de programadores y del sector tech y había un grupo de chicos colombianos de 18 a 20 años que eran ‘nómades digitales’. Y decían ‘nos queremos venir a vivir a Uruguay’. Y yo les pregunté ¿por qué Uruguay? Respondieron que ‘había un gran ecosistema’ y que de ahí ‘había salido el más grande’. ¿De Uruguay? ¿Quien?, les pregunté. Marcos Galperín me respondieron. Eso te destruye una sociedad, te la hace pelota.

Desesperadamente esa gente se tiene que quedar en Argentina y hacer que vuelvan los que se fueron.

VL: – ¿Cómo lo haríamos?

DA: – Hay algunos que apuestan, se la bancan, «a pesar de» y no «gracias al» Estado o la política. Hay un tipo que escucho siempre, Pierpaolo Barbieri (creador de Ualá). Hay que sentarse con esos tipos y con los que se fueron y decirles ‘muchachos, ¿Cómo hacemos para que la argentina sea un paraíso para ustedes, las startupts, programadores, o chicos europeos que quieran venir a inventar algo’?. ¿Como hacemos para que elijan mudarse a Mendoza o Salta o Córdoba?. Sin tener 20 mil impuestos y trabas. La atrocidad es que tengamos programadores y gente del mundo tech u otros sectores que trabajan para empresas de afuera y no puedan cobrar sus dólares, o euros o yuanes o reales en Argentina. Eso destruye países.

VL: – ¿Eso no se podía cambiar rápidamente?

DA: – Nos llevaron a una situación donde hoy no es tan fácil. ¿Cómo haces para sacar de la noche a la mañana un cepo que nos puso el kirchnerismo sin que se te vaya el dólar por el aire. No es tan fácil. Pero la dirección claramente va a un paso extraordinario. La baja del gasto publico y del déficit fiscal e inflación, creo que alguna vez va a ser escrito en algún lado.

VL: – Bueno, pero no se esta pagando. El día que se pague, ahí veremos si esa baja es real

DA: – Mas o menos, hay una parte y una parte.

VL: – Están emitiendo deuda…

DA: – Hay una parte de deuda que se paga y hay una parte que se re-financia. El Banco Central acumuló dólares en estos últimos meses como muy pocas veces se ha visto en las últimas décadas. La Argentina primero tiene que ordenar sus cuentas para después poder tener un programa más productivo de desarrollo o lógico e micro-economia. Primero tiene que hacer las cosas básicas, como en una casa.

Vos no gastas más de lo que te ingresa. El país tampoco lo puede hacer.

VL: – Claro, pero en el tema gas por ejemplo. Milei dijo que no iban a terminar el gasoducto y ahora estamos importando y gastando diez veces más

DA: – Porque vos tenés una realidad que es en que momento podes disponer de un excedente de plata para un gasto enorme. El dinero que vos tenés que desembolsar en un determinado momento no es el mismo que cuando lo tenés que hacer a lo largo del tiempo. Creo que cualquier país y gobierno quisiera poder poner un montón de dinero o promover por lo menos negocios así. Decir ‘tengo una planta de gas licuado para exportar, o un gasoducto para poder trasladar, o rutas, o estaciones de tren o aeropuertos. Pero el punto es que en algún momento nos convencieron de que eso sólo lo puede hacer el Estado.

VL: – ¿Vos también estabas convencido de eso?

DA: – No. Había estudiado por muchos años lo que fue el subte de CABA y el subte nunca creció tanto como cuando era privado. Había sido una iniciativa privada. CABA había tenido la primer lÍnea de subte de toda Latinoamérica y la segunda mas grande del mundo detrás de la de New York. Y lo había hecho el privado. Hasta que en los años 40 el peronismo las estatizó. Y desde ahí el crecimiento del subte fue prácticamente nulo. O el caso de los ferrocarriles. Todos habían nacido como una iniciativa privada y después se nacionalizaron y perdimos una cantidad enorme de vías.

Lo cual no quita que yo no crea que algunas cosas si puede haber una participación publico/privada, pero creo que no es el rol primario del Estado. El rol primario del Estado es brindar las reglas de juego necesarias para que esas inversiones puedan desarrollarse. Mira el esquema del RIGI. Por supuesto que a mi me encantaría que esas reglas no sean sólo para las grandes inversiones. Me gustaría que sean para todos, para las PYMES. ¿Por qué va a venir un tipo de afuera y me va a poner 200M de dólares porque si? No hay ninguna explicación ni sentido lógico. Vos le tenés que dar un beneficio concreto como es un régimen estable y beneficios impositivos.

Me pasó que tenía un montón de idas en mi cabeza, que me parecían políticamente incorrectas o que no se podían decir, y que las tenía que disimular. Milito las ideas de la libertad desde hace 10 o 12 años. Mi primer acercamiento fue un libro de Ayn Rand (La Rebelión del Atlas) que los que no lo han leído se ríen y dicen ‘es una novela’ y en realidad es un tratado de filosofía política, económica, de vida, una concepción humana. Y desde entonces yo creo en las ideas de la libertad, pero nunca había dicho que era liberal. O lo decía de manera disimulada.

Ahora no tengo ningún problema y puedo decir que soy capitalista, pro mercado, liberal, gay… Y creo que Milei tiene mucho que ver en eso.

VL: – Sos ateo pero crees…

DA: – Soy ateo, pero tengo fe. Creo que tengo fe.

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