08/02/25

La chica superpoderosa de Capital Humano que se cargó a De la Torre y a la banda de los contratos truchos y sobresueldos

La secretaria de legales del ministerio de Capital Humano que comanda Sandra Pettovello es el claro ejemplo del ‘saltimbanquismo’ político del cual la sociedad se ha cansado. Es joven, pero con una rica experiencia en militancia kirchnerista.

Leila Gianni: una libertaria superpoderosa, pero de pasado Ultra K.

A poco de estallar la denuncia que impulsó el dirigente social Juan Grabois, acerca de que en hangares de almacenamiento de Villa Martelli y de Tucumán el Gobierno guardaba más de 5 millones de kilos de alimentos sin entregar a comedores bajo la excusa de cortar “a los intermediadores”, léase organizaciones sociales, clubes de barrios, asociaciones vecinales que hacían la entrega de las cajas de provisiones, dejaron de entregar la comida sin establecer un sistema alternativo y supuestamente más eficiente.

Algo difícil de lograr ya que todas esas entidades están en contacto directo con las barriadas populares y que al no integrarlas solo caerán en dos sistemas: o privatizar la entrega y convertirla en un negocio o que las entregue el ejercito al voleo repartiendo con un sistema de buena voluntad.

Los sectores que conforman la alianza de Gobierno La Libertad Avanza + PRO intentaron establecer la hipótesis de que la inoperancia para manejar la entrega de los alimentos no se debió a la ministra Sandra Pettovello, confirmada y bancada por Milei si no a una supuesta “infiltración kirchnerista” que busca operar desde “adentro” al Gobierno para mellarlo políticamente. Una jugada digna de mentes de nivel Henry Kissinger. Todo muy pochoclero, bien regado de tweets y bots de inteligencia artificial que se indignan en cada comentario.

Es por eso que, durante las últimas jornadas, hubo toda clase de comunicaciones en Off con periodistas de la casa y voceros mediáticos a sueldo, bien financiados con la inaccesible caja de la Calle 25 de Mayo, con denuncias que irían directamente apuntadas a la funcionaria Leila Gianni, de pasado ultra kirchnerista y fanática convencida de Sergio Massa.

La especie, está fundada en que la joven dirigente, que a raíz de uno de sus vínculos amorosos con los que tuvo una de sus hijas operó una estrategia de infiltración. La cosa es más o menos burda. Resulta que ese interés amoroso de Leila ocupó una función en la gestión del gobierno anterior en el Ministerio de Desarrollo Social y es quien busca destruir a Pettovello. Leila, tiene cinco hijos que combina con un seguimiento de marca personal a Sandra y que además tiene tiempo para realizar recorridas nocturnas por programas de televisión denunciando a troche y moche a funcionarios que no funcionan en el Ministerio. ¿Cómo puede sostener su hogar? Bueno, en primer lugar, sus niños son de tres padres diferentes y cobra importantes ingresos por alimentos más su sueldo como Subsecretaria de Estado -alrededor de 3 millones-. Todavía no salió a la luz si formaba parte de la lista de contratos OEI que fueron difundidos por el entorno de Joaquín de la Torre, por “error”.  Una situación que Milei en persona está tratando de que no siga ocurriendo acercándose al dirigente de San Miguel.

Leila Gianni y su volátil ideología. (Captura)

Leila tiene un pasado ultrakirchnerista hasta diciembre pasado, llegó a la gestión pública en 2012 y la especie digna de geopolítica mundial que impulsa el sector de De la Torre tiene las patas cortas.

Leila dejó al padre de última hija a principio de 2023, cuando se enamoró de su último novio, un hombre cercano a Juan Cabandie y su agrupación Aires de la cual también Leila formó parte y militó activamente. Su último interés amoroso no tiene nada que ver con Desarrollo Social, es Guido Veneziale y es abiertamente contrario a Milei en su praxis militante.

Leila y sus tatuajes peronistas llegaron a la vida de Sandra Pettovello, cuando se construyeron los equipos de gestión de Capital Humano, haciendo una convocatoria “a la rifa”, buscando mano de obra dispuesta a conversar con abogados y hacer denuncias sin piedad. ¿Y que mejor que una saltimbanqui dispuesta a todo? La superministra no tenía equipos, ni planes de contingencia, ni emergencia directa y se hizo cargo de cuatro ministerios. Se dice que la ayuda que no llegó para la catástrofe climática de Bahía Blanca estuvo vinculada con la incapacidad técnica para gestionar la crisis más que una decisión diabólica de Milei de cortar suministros. Bien presentada y dispuesta, Sandra la acollaró como mujer cercana y de confianza, aunque no tanta: todavía no le permite ir a Olivos sola a ver en persona a Milei, no sea cosa que el Cardenal, luego de una charla cercana termine saliendo Papa y Sandra eyectada del Cargo. Quien hizo el vínculo entre ellas maneja los “recursos humanos” de Capital Humano y cuya capacidad esta menos ligada a los contratos que a la recaudación de sobresueldos, pero ese es otro cantar.

La volátil ideología de Leila, le permitió a Pettovello, la capacidad de poder construir “dos denuncias por semana”, tal cual fue la estrategia que le encomendó Santiago Caputto, que sí entiende de poder. Esa función que recayó sobre Leila, la de buscar “mierda” para tapar la inoperancia, en un giro de realidad líquida la hizo abandonar todo vínculo peronista, ultrakirchnerista, dejó de llamar a Cabandié, mantuvo sus tatuajes por miedo a como quede la piel luego de los tratamientos para borrarlos, se estudio el manual libertario y salió a la cancha. Nada de infiltrada. Un claro ejemplo de saltimbanqui mercenario, que casi todos los políticos tienen solo que esta vez mucho más desembozado. La vio. Mutó. Se hizo líquida. Y es una mano de obra dispuesta a todo.

Incluso las decisiones suicidas que tomó Maximiliano Keczeli fueron impulsadas por Gianni, pero el fusible que saltó fue el de Maxi. Es que Leila es mucho más funcional para la inconsistente Sandra, que además cuenta con un apoyo ciego por parte de Milei.

Con información de Capital24

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