Desde que asumió la presidencia Javier Milei, la expresión “políticamente correcto” dejó de tener significado. Desde su verborragia incontenida de la campaña hasta los estrados internacionales que presidió, en todos dejó claro cuántos pares son tres botas. Y no midió -o no le importó- las consecuencias de sus palabras.
Y el fin de semana pasado, en una foto urticante para la tibieza ideológica, Milei se abrazó con el Gonzalo Abascal, ícono de la ultra derecha española y “mala palabra” para los socialistas de cualquier lugar del mundo. Y calificó de “calaña” al presidente Pedro Sánchez y “corrupta” a Begoña Gómez, su mujer. Sin eufemismos.
Fue, además de una definición política en el tablero internacional, una forma más personal de demostrarle al gobierno español que -como tanto le gusta repetir al Presidente- es mucho más que un “fenómeno barrial” (uno de los insultos que más le dolió en su larga colección de improperios).
HOLA A TODOS…!!!
— Javier Milei (@JMilei) May 20, 2024
VOLVIÓ EL LEÓN, SURFEANDO SOBRE UNA OLA DE LÁGRIMAS SOCIALISTAS…
VIVA LA LIBERTAD CARAJO pic.twitter.com/SiDkgLHTnG
Es que en noviembre de 2023, cuando Milei venció a Massa, Pedro Sánchez no solo no apareció en la toma de posesión sino que no envió a ningún ministro ni representante. Silencio. Una escueta y protocolar misiva deseando “éxitos” a la Argentina sin mencionar a quién ganó. Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo de Sánchez, se animó un poco más y dijo que era “un día triste para la democracia”.
Y luego, un profundo y desarraigado silencio, como si entre España y Argentina no corriera la sangre de la historia. Mientras más cercana es la amistad entre Milei y Abascal más profundo el silencio diplomático y más artera la “chicana” política, como las del ministro de Transporte Óscar Puente que acusó a Milei de “ingerir sustancias” (agravio del que tampoco se disculpó, escudándose en un típico “han sobreactuado el asunto” antes de dar por terminado el tema)
En la campaña catalana -y teniendo como eje a Abascal pero como tiro por elevación a Milei-, Sánchez dijo que la llegada de Milei a la Argentina “solo ha traido precariedad, confrontación y ruptura de convivencia”, calificó a la convención de Vox como Internacional Ultraderechista y metió a Milei como uno de sus principales líderes.
Elogiaban la verba violenta y destructiva de CFK, callaban ante las barbaridades de Castro, Chávez y los agravios de los ultraizquierda de Petro y Sánchez al Presidente @JMilei
— Alejandro Fargosi (@fargosi) May 20, 2024
Se escandalizan porque Milei habla de frente, en un viaje privado
¿Les duele que grite libertad?
Ahora el gobierno español se “paró” sobre las palabras de Milei y las recicla para su beneficio. Nada mejor que atacar a un “fascista” , palabra que en la grieta española despierta reacciones viscerales y virulentas, como un sinómino de extremista.
«Inaceptables palabras de Milei. Frente al odio y los insultos de la derecha populista, el Gobierno se mantendrá firme en sus convicciones y no tolerará estas injurias», afirmó la número dos del Gobierno, María Jesús Montero. Ribera habló de «insultos y mentiras». Y también se pronunció el ministro Félix Bolaños: «La Internacional Ultra en Madrid demuestra que la ultraderecha es igual en todo el mundo: bulos, odio y recortes. Un peligro para la democracia. Sus terminales en España son Vox y el PP más extremista. Por eso fueron a la toma de posesión de Milei y no condenarán sus insultos».
Lo trataron de odiador, de negacionista, de “ingerir sustancias”, de autoritario, de anti-democrático y de ser gente “muy mala”.
— Manuel Adorni (@madorni) May 19, 2024
Ojalá en algún momento reflexionen y pidan sinceras disculpas.
Fin.
Esa victimización no encontró eco en la Rosada. El vocero Miguel Adorni argumentó que Milei no pedirá disculpas “porque no tiene nada de qué disculparse” y el constitucionalista Alejandro Fargosi se pregunta públicamente por qué a los españoles “les duele tanto la libertad”. La periodista Clara Mariño apeló al sentido común y al peso de la historia, pero también recordó los insultos de Sánchez al presidente argentino.
Las relaciones históricas , de sangre y culturales entre España y la Argentina merecen una salida por "encima de los laberintos". Pero Sánchez y varios de sus ministros vienen insultando al Presidente argentino desde antes de las elecciones.
— Clara Mariño (@marinoclara) May 20, 2024
El vocero del gobierno afirmó: “El gobierno argentino insta a que los funcionarios del reino de España pidan disculpas por los agravios que se le endilgaron al presidente Javier Milei, entre ellos el de consumir sustancias, el de ser un gobierno del odio, el de ser un ejemplo de negacionismo y el de atentar contra la democracia”.
El propio presidente Milei rugió estentóreamente en X y -lejos de amilanarse- “mojó la oreja” al gobierno español, “orgulloso” de haber hecho llorar “lágrimas socialistas”.
Mientras en el terreno diplomático se abre un capítulo inédito en la historia: España convocó a su embajador y no descarta romper relaciones con Argentina y en las redes la “guerra” dialéctica se intensifica, no hay nadie que ponga “paños fríos” a la situación. Lo políticamente correcto, una frase que en estos nuevos tiempos carecen de contenido.