08/07/24

Las PASO son una herramienta de política de Estado, no para especulación de los partidos

La controversia “PASO sí, PASO no”, analizada desde una mirada ciudadana

En estos días se encuentra en cuestionamiento la continuidad del sistema para la selección de candidaturas a cargos electivos de nivel nacional: las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Es posible que cuando esta nota llegue a sus manos se haya presentado un proyecto con el objetivo de suspenderlas, aunque tal vez se haya desestimado hacerlo hasta nuevo aviso.

Un rápido análisis sobre las PASO nos remite a las elecciones de medio término de 2009, cuando en los principales distritos el oficialista Frente para la Victoria sufrió un revés ante el incipiente Acuerdo Cívico y Social (conformado por la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica-ARI, el GEN y Unión por Todos). Particularmente, el partido gobernante fue derrotado en la provincia de Buenos Aires por Unión-PRO. En términos electorales, se salía así del “conflicto con el campo” desatado por la Resolución Nº 125/08, que se había dado solo un año atrás.

De cara a los comicios generales de 2011, la posible dispersión del frente oficialista hizo que la entonces Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y su antecesor, Néstor Kirchner, impulsaran esta modalidad de elecciones primarias, que incorporaba dos elementos novedosos: un piso de votos para competir por cargos electivos y la posibilidad de desarrollar las PASO en coaliciones amplias, buscando que los aliados no se dispersaran y se integraran a espacios comunes.
La oposición no se adaptó a esta novedad y concurrió a las elecciones fragmentada, de tal manera que Cristina Kirchner fue reelecta con el 54% de los votos, mientras que Hermes Binner, el candidato que obtuvo el segundo puesto con el Frente Amplio Progresista, obtuvo poco más de 16 puntos. Esta amarga medicina dejó sus enseñanzas y los principales partidos de oposición conformaron para las elecciones de 2015 la alianza Cambiemos, una amplia y exitosa coalición entre el PRO, la UCR, la CC-ARI y otras fuerzas políticas que definió candidaturas a través de las PASO.

I. Características de las PASO


Las elecciones primarias abren el juego a la ciudadanía y reconocen en su esencia la diversidad y complejidad del sistema político argentino, donde coaliciones competitivas reemplazaron a los partidos dominantes durante el periodo 1983-2001. En el marco de la “modernidad líquida”, aquí y en el mundo han surgido personalidades o liderazgos que son acompañados por fuerzas políticas pero que no provienen de ellas, más allá de tener -o no- experiencia política y gestión previa. Desde Emmanuel Macron (Francia) hasta Donald Trump (Estados Unidos) y Jair Bolsonaro (Brasil), pasando por Gabriel Boric (Chile), Pedro Castillo (Perú) y Gustavo Petro (Colombia), solo para citar algunos ejemplos, las estructuras partidarias han quedado anquilosadas como una burocracia que frena las ofertas electorales competitivas y, en muchos casos, ganadoras.


Esto describe una realidad: aun cuando consideramos a los partidos políticos como la savia de la democracia, como la escuela formativa de dirigentes, si no se renuevan o facilitan el acceso a la ciudadanía para renovar las dirigencias y candidaturas, inexorablemente perecen. De hecho, las PASO nacieron de la necesidad de limitar la dispersión de opciones en la elección general, a la vez que se amplían las posibilidades de participación para candidatos y ciudadanos en las primarias.


Esta mayor participación es la que genera la resistencia de los gobernadores oficialistas. Prefieren evitar el surgimiento de listas críticas de las gestiones provinciales y nacionales que puedan recibir los votos independientes, el apoyo de quienes están cansados ante la falta de resultados y la impericia.
Repasemos ahora los principales elementos de las PASO y sus efectos.

La simultaneidad, aspecto fundamental, impide que en provincias con marcado empleo público se vuelque el “aparato” a favor del opositor más débil y, a posteriori, con menores chances en la elección general.
En otro orden, tanto para los partidos como para la ciudadanía, ¿elecciones obligatorias o voluntarias?

Las PASO obligan a las fuerzas políticas a abrir la competencia para acceder a las elecciones generales, favoreciendo así la democratización interna de los partidos políticos y un ordenamiento de la oferta electoral.
Cuando la ciudadanía no está obligada a votar en las elecciones primarias se produce un aumento del abstencionismo, por lo cual las candidaturas resultan definidas por un grupo pequeño de votantes que, generalmente, son afiliados partidarios pero no representan al votante promedio.

♎♎ Cómo cambiar un sistema electoral que tiene más de medio siglo

De esta manera, la obligatoriedad fomenta la participación de toda la ciudadanía en la elección e implica la presencia de candidatos competitivos en las generales.

El interés por eliminar las PASO

La derogación de las PASO es una tentativa recurrente de los oficialismos de turno, al considerar -desde nuestra perspectiva, equivocadamente- que así recuperarán la concentración del “poder de la lapicera” para definir las listas de candidatos.
Los Gobernadores argumentan que es una cuestión de costos, inclusive con el histrionismo de considerar cuántas ambulancias se podrían comprar mediante el ahorro de ese “gasto”.
Este análisis es particularmente peligroso, ya que la posibilidad de participación ciudadana siempre es una inversión en más y mejor democracia. Si fuera por ahorrar, no sería necesario tener legisladores ni estructuras ejecutivas y, por ende, presenciaríamos una ruptura del sistema democrático. Una cosa es la racionalidad ante una crisis económica profunda, pero otra muy distinta es sacrificar la genuina participación ciudadana.

En tren de racionalidad, la Boleta Única de Papel1 cubría este aspecto del ahorro, al proponer boletas separadas por niveles y un solo día de votación para todos los cargos nacionales, provinciales y municipales. Esto reduciría la cantidad de veces que se llama a los ciudadanos a votar, evitando efectos de arrastre entre categorías de distintos niveles y simplificando costos, no solo de papel, sino también de logística, organización y de recursos económicos y humanos.

Una norma así debería ser una invitación a adherir, ya que el respeto por el federalismo en ámbitos provinciales y municipales así lo aconseja y obliga.
En cuanto al argumento de la falta de competencia, es falso que las PASO no sean utilizadas. En la elección legislativa de 2021, Juntos por el Cambio tuvo competencia interna en diecisiete distritos; el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, en más de diez; y hasta el Frente de Todos registró dos o más listas en cinco distritos, siendo el caso más renombrado el de la interna a Senador por Santa Fe, protagonizada por el Gobernador Omar Perotti y el entonces Ministro de Defensa, Agustín Rossi.

También dentro del espacio oficialista, muchas candidaturas a cargos legislativos municipales en la provincia de Buenos Aires se resolvieron por el sistema de PASO. Incluso, existe un efecto invisible de las primarias cuando se acuerdan listas de consenso que contemplan distintos intereses como respuesta preventiva ante la amenaza de la disputa entre postulantes.

Si bien esto es difícil de medir, dentro de las agrupaciones se sabe que negociaciones así existen. El Gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, es quien más defiende la eliminación de las PASO, pero en las elecciones de 2021 tuvo compitiendo cinco listas internas en su agrupación. Podríamos pensar que el objetivo que lo alienta está posibilidad de retomar el “manejo de la lapicera” para definir las candidaturas, algo que evidentemente no puede hacer si las PASO se mantuvieran vigentes.

III. Ley de Lemas o doble voto simultáneo y acumulativo: ¿una variante o un retroceso?

El mecanismo que tienen algunas provincias para la selección de candidaturas es la llamada Ley de Lemas, por la cual dentro de un mismo espacio (o lema) se presentan distintas candidaturas (o sublemas) que suman sus votos para luego trasladarlos al lema más votado. De este modo, puede suceder que el candidato más votado no sea quien gane, ya que el cargo queda para el lema que más votos sume entre sus diversos postulantes. Así sucedió en Santa Cruz durante 2015, cuando Alicia Kirchner fue elegida como Gobernadora a pesar de que el candidato más votado había sido Eduardo Costa.

En las elecciones generales de Santa Cruz realizadas en el año 2015, Alicia Kirchner fue electa gobernadora gracias a la aplicación de Ley de Lemas, que le permitió asumir el cargo pese a haber sido la segunda candidata más votada en términos individuales. Fuente: Escrutinio Provisorio Elecciones Generales 2015, Provincia de Santa Cruz.

Este sistema es una carambola que roza con la inconstitucionalidad, ya que el ciudadano emite su voto para una agrupación sin saber, finalmente, a qué candidato estará favoreciendo. Esta “maravilla” de la democracia es utilizada, además de la mencionada Santa Cruz, en Formosa y Misiones, aunque en estos casos no rige para la categoría ejecutiva. Sin embargo, parece un fenómeno en expansión ya que se ha aprobado un proyecto en San Luis, Chubut lo está evaluando2 y San Juan adoptó el sistema de lemas luego de derogar las PASO y modificar la ley que impedía reformar las reglas 18 meses antes del acto electoral.

¿Por qué es necesario defender las PASO en esta instancia?


Porque si bien es una ley perfectible y mejorable, se encuentra vigente, por lo cual no es aconsejable reformar un tema sensible tan cerca del inicio del cronograma electoral. Incluso cuando es una norma en materia electoral, que requiere mayorías especiales en el Congreso (voto afirmativo de 129 Diputados y 37 Senadores), no es menos cierto que aunque su derogación pueda ser legal al alcanzar esos números, sería de todos modos deslegitimada al no contar con el más amplio consenso posible (como sí se logró con la postergación del calendario electoral en 2021).
Se debe considerar esta cuestión con una mirada ciudadana y estratégica, tomando a las PASO y a toda ley electoral como una política de Estado, no en base a una especulación coyuntural para beneficio de unos y en detrimento de otros.
La ciudadanía demanda medidas racionales de la dirigencia política, espera que se encuentre a la altura de las circunstancias y todos confiamos en que así ocurra en este caso, ya sea por virtud o porque no quede otro remedio.

1 Específicamente, el modelo que la Red Ser Fiscal propuso y fue parcialmente tomado, impulsado y aprobado por
la Cámara de Diputados, mientras duerme “el sueño de los justos” en el Senado.

2 N. de la R.: con posterioridad a la redacción del presente artículo, la Legislatura de Chubut finalmente derogó las
PASO, aunque las reemplazó por un sistema de internas cerradas ya que las divisiones de los bloques oficialistas impidieron la adopción del mecanismo de lemas.

El artículo precedente fue publicado originalmente en Revista Observatorio de Reforma Electoral de la Ciudad, Nro 11, de febrero/23

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