24/04/24

Fue el capitalismo (y no Marx) el que sacó de la pobreza a los trabajadores y los liberó de la esclavitud

CAPITALISMO: ¿ESCLAVITUD O LIBERTAD?

En cuanto a si el sistema capitalista es responsable de la «esclavitud» política, económica y social que han experimentado algunos países, o simplemente un vocero y gran productor de riqueza, mucho se ha dicho.

Lo primero que tenemos que tomar en cuenta, es que la libertad económica es, en sí misma, un componente esencial de la libertad general, ya que es un medio que ejerce y conserva el auge civil y político de toda nación.

Por lo tanto, existe una correlación directa y muy estrecha entre libertad económica y renta per cápita.

Y es que, a medida que la libertad gana terreno, se producen pequeños cambios en la legislación, la justicia, el gobierno, etc. Es como un círculo virtuoso de riqueza y bienestar, Sin embargo, durante el paso del tiempo, se ha venido señalando al capitalismo como principal promotor de la esclavitud obrera y enemigo potente de la libertad colectiva e individual. Pero, ¿Qué tanto de esta afirmación es verdadera?

De entrada, debemos tener presente que la esclavitud es mucho más antigua que el sistema capitalista.

De hecho, los primeros escritos en los que se tiene constancia de la presencia de esclavos fueron en Mesopotamia y también ocurrió en el Antiguo Egipto, Grecia y Roma fueron sociedades basadas en el esclavismo. Debido a su gran tamaño, Roma albergó esclavos de una multitud enorme de nacionalidades tanto de Europa como de Asia o África. Un caso similar al romano es el de China, allí, curiosamente, empezó como castigo para los criminales. Pero bueno, vamos al tema central del artículo, durante la mayor parte de la historia humana, el poder político, el privilegio económico y el estatus social fueron el resultado de la capacidad física para conquistar y gobernar. Saquear y esclavizar los productos ajenos era la forma de posesión de los medios para conferir riquezas y lujos en aquellos tiempos, pudiendo vivir de lo que producen.

La superstición y la ideología primitiva fueron fundamentos complementarios de la esclavitud y el trabajo forzado. Reyes y príncipes, faraones y sacerdotes utilizaron herramientas psicológicas y culturales para manipular las mentes de los demás y aceptaron el gobierno minoritario en busca de poder como algo preconcebido e inevitable. Con todo esto, los anticapitalistas incurren en el error de pensar que el capitalismo tiene sus raíces en el colonialismo y sus dinámicas esclavistas, cuando la realidad es otra, 5.000 años de esclavitud terminaron con el surgimiento del capitalismo hace unos 200 años, y es que el sistema de libre mercado reemplazó los métodos de producción artesanales por el uso de maquinarias, lo cual permitió una producción mecanizada que fue de la mano del desarrollo científico tecnológico, con estos avances se pudo erradicar la esclavitud que ejercía una gran mayoría de poderes económicos hacia los obreros. El éxito del capitalismo no dependía de la existencia de la esclavitud, sino de su abolición.

Uno de los mayores exponentes de la economía clásica y de libre mercado, Adam Smith, en su obra principal, Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, publicada en 1776, se opuso a la esclavitud. Smith reconoció que lograr que los dueños de esclavos se solidarizaran con sus cautivos sería muy difícil, pues significaba reconocer la gravedad de cometer tal situación, y consideró importante advertir también que la esclavitud era un sistema económicamente poco práctico, ineficiente, y mucho más costoso que el mero recurso el trabajo ordinario. En la misma línea se manifestaron autores como David Hume, que criticaron la esclavitud no sólo con argumentos morales que ya aparecían en la Escuela de Salamanca, pero también con razonamientos económicos.

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El capitalismo no hunde sus raíces en la esclavitud, sucede, más bien, al contrario. El impacto del libre mercado en el bienestar de las personas se hace evidente a través de comparaciones históricas más largas. En tan solo 200 años la situación económica de la humanidad se ha transformado dramáticamente. En 1820 la población mundial era de apenas 1.000 millones de habitantes y aumentó tan sólo a 1.500 millones en 1900. Ahora, en 2017, asciende a más de 7.400 millones. Por otro lado, solo en la década de 1930, entre 5 y 9 millones de personas murieron en la Unión Soviética por las hambrunas que trajo la colectivización socialista (sistema contrario al capitalismo) de la agricultura.

La producción moderna no es simplemente una acumulación de edificios y de equipo de propiedad de Das Kapital y operada por trabajadores fungibles. Más bien, es una red coordinada de personas que poseen diferentes tipos de Das Human Kapital. En el mundo desarrollado, el capitalismo en realidad transformó a casi todos los individuos en trabajadores asalariados, pero también los sacó de la pobreza y los hizo más prósperos de lo que Karl Marx (fundador del llamado Socialismo Científico) hubiera imaginado.

No sabemos exactamente cómo llegaran a desarrollarse los sistemas económicos en un futuro. Pero una cosa sí es bastante clara: Mientras elijamos políticas cercanas al libre mercado, el crecimiento económico será más eficiente, rápido y duradero, y menos personas tendrán que vivir bajo la desigualdad y la pobreza.

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