28/03/24

Solo la libre competencia y la libertad política garantizan el liderazgo económico y tecnológico del mundo

LA INTERDEPENDENCIA ARMADA Y LA LIBERTAD DE LOS MERCADOS GLOBALES

Debemos comenzar por precisar que parte del título que antecede este artículo fue tomado del paper académico titulado «Weaponized Interdependence» Henry Farrell and Abraham L. Newman, publicado por la revista International Security, Vol. 44, No. 1 (Summer 2019), pp. 42–79. D. Del cual haremos algunas citas y comentarios sobre las mismas para los efectos de las ideas a ser expuestas y discutidas en el presente ensayo.

Las premisas que sustentan la libertad de los mercados globales

Los defensores del libre mercado y el libre movimiento de los factores de producción a escala global, han partido de las premisas económicas e históricas de que la libertad de los mercados, tanto de bienes y servicios, debe estar inmersa en un esquema político-jurídico, donde las libertades naturales y fundamentales del ser humano estén garantizadas, en igualdad de condiciones jurídicas y de oportunidades, tanto para la actividad empresarial como para el ciudadano común, libre de cualquier intervención estatal y coacción política. Y sólo con una intervención estatal reducida que no cause distorsiones en los mercados y. asegure el buen funcionamiento de los mismos.  

Otro de los principios sobre los que han garantizado la libertad de los mercados globales es la existencia de instituciones internacionales que coadyuvaron a generar eficiencias de mercado.

Lo hicieron a través de la reducción de costos de transacción, el desarrollo de las ventajas comparativas y competitivas de las naciones, por medio de la apertura a los mercados de bienes y servicios globales y al sistema financiero internacionales, así como al estímulo a la inversión extranjera directa respectivamente.

Dependencia recíproca

Siguiendo con este orden de ideas, reconozcamos que la interdependencia comercial tiene beneficios no sólo para el mundo corporativo mundial, sino principalmente para los consumidores globales. Tanto en términos de acceso a los productos y servicios con mejores precios, calidad y diversidad. Pero mencionemos la presunción de que esa interdependencia iba a servir como un eventual amortiguador o freno ante cualquier tensión de índole política o geoeconómica que pudiese surgir. En este sentido, sería conveniente mencionar a los mayores exponentes teóricos de la interdependencia complejas, como los son Robert Keohane y Joseph Nye. Éstos han sostenido que la globalización implica el desarrollo de “redes de interdependencia”, que han dado como resultado una dependencia recíproca, que tiende a hacer las estrategias coercitivas menos efectivas.        

   Continuando con el hilo de los principios antes señalados, es importante destacar al filósofo de la Universidad de Harvard Francis Fukuyama, y el cual en su célebre obra titulada El fin de la Historia y el Último Hombre (1992), vaticinó el fin de luchas ideológicas entre el capitalismo y el comunismo.

Esto daría como un hecho inmutable el triunfo que el orden internacional democrático-liberal, frente al comunismo, producto de la desaparición del bloque soviético.  Algo que los hechos posteriores demostraron que esta presunción pecó de un exagerado optimismo.

La interdependencia armada bajo los imperativos geopolíticos y geoeconómicos

Paradójicamente, la dinámica misma de los flujos a través de las fronteras de bienes físicos, servicios financieros, y de información, producto de la apertura global de los mercados, crearon, junto a otros factores socio históricos, varios riesgos para la libertad de los mercados globales y para todo el esquema de interdependencia económica global que se tejió según los principios arriba expuestos.

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Se ha producido el ascenso de China como potencia económica del alcance global, bajo un esquema de capitalismo de Estado, y dirigido por un régimen con estructura política totalitaria. Está acompañada del resurgimiento en Rusia de un retoño político de la fenecida URSS, liderada por Vladimir Putin. Todo ello trajo como consecuencia el gradual socavamiento y puesta en entredicho de la legitimidad, y los valores compartidos de lo que ha significado la globalización económica mundial, por medio del uso de lo que se ha catalogado como la interdependencia armada. Esta se entiende como la utilización de las redes económicas globales para lograr objetivos estratégicos, por parte de las naciones que la aplican.

Estas pueden ser sanciones económicas, arancelarias, limitaciones al comercio y las inversiones, intervención estatal para favorecer grupos nacionales determinados, control a nodos de información, etc. A ello habría que sumarle la aparición de fuerzas políticas en el seno mismo de las sociedades occidentales que han venido cuestionando, junto con grupos proteccionistas, la libertad de los mercados globales. Esto no es nuevo, pero ha cobrado mucha fuerza en los últimos 12 años.

El ejemplo de Gran Bretaña

Históricamente, este tipo de políticas han estado presentes en el devenir de la historia económica de la humanidad de los últimos 200 años, tal como el historiador Harold James. Dice que este fenómeno existió también en períodos anteriores a la globalización, tal como hoy en día es conocida. En tal sentido, el citado autor señala que

En la primera era de la globalización, la expansión del comercio, con flujos de capital y mano de obra, en todas las economías unidas en lo que parecía ser una creciente y probablemente irreversible red, estaba centrada en la infraestructura comercial proporcionada por Gran Bretaña, y en particular en la infraestructura financiera de la City de Londres.  Harold James. Cosmos, Chaos: Finance, Power, and Conflict. International Affairs, Vol. 90, No. 1 (January 2014), pp. 37–57, at p. 43

Siguiendo con este orden de ideas, el citado autor sostiene que,

El hecho de que Gran Bretaña fuera el centro de comercio, finanzas y seguros, dio a sus planificadores militares, y sus decisores políticos, una visión única de cómo y dónde fluyen los flujos globales de las mercancías y cómo podían interrumpirse esos flujos.Ibid., p. 54. 

Comparación con la situación actual

Ese escenario guarda una gran similitud, y salvaguardando las diferencias entre ambos periodos en cuanto a actores y circunstancias históricas se refiere, con los conflictos geoeconómicos y geopolíticos actuales entre China y los Estados Unidos, principalmente, y el resto de sus respectivos aliados. Se puede encontrar un patrón común de naturaleza política, que ha conllevado a distorsionar el libre desenvolvimiento de los mercados globales, a través de lo que se ha definido como la interdependencia armada. Se han comenzado a utilizar mecanismos de coacción de índole comercial que han afectado las redes de cadenas de valor y de suministros energéticos, como armas de expansión geopolítica, principalmente en el actual escenario de los mercados globales.

A título ilustrativo, podemos mencionar el conflicto referente a la soberanía de Taiwán, la guerra contra Ucrania, la fijación de los volúmenes de producción de petróleo por parte del grupo ad hoc llamado OPEP + productores no OPEP, y la elevación de las tarifas arancelarias, entre otras contiendas.

Vuelta a los principios liberales

Esta interdependencia armada ha tenido sobre la eficiencia y el libre flujo de los mercados globales y de las fallas que estos mercados han sufrido por estas adversas y equivocadas intervenciones emanadas de los propios estados-naciones. Es de suma importancia señalar que ha sido el libre espíritu del ingenio humano y su ánimo emprendedor, junto a los mecanismos de la libre oferta y la demanda, lo que han marcado el éxito de los mercados globales en suministrar bienes y servicios de mejor calidad y precios a los consumidores mundiales.

Y es esto es, para los que hemos defendido los principios básicos de la libertad de estos mercados, lo que habrá que seguir destacando en defensa de los principios que sustentan el desempeño eficiente de los mismos. Haciendo hincapié en que los países que logren mantener los principios básicos y elementales de la libre competencia y libertades políticas e individuales básicas, serán los únicos en poder seguir a la cabeza del liderazgo tecnológico y económico mundial.

Publicado en Juan de Mariana

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