20/04/24

La dolarización no resolvió todos los problemas de Ecuador, pero solucionó uno: la inflación

La inflación en Ecuador: desmontando mitos sobre la dolarización

Hace un par de semanas el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) salió con un ⬅⬅grafiquito bastante mal hecho y peor aún interpretado con respecto a la inflación acumulada en Ecuador. Como no podía ser de otra manera, Cristina lo utilizó de inmediato para afirmar que: “La inflación no para con una dolarización. Ecuador tiene una inflación acumulada del 355 por ciento de 1999 al 2022, frente a una inflación del 75 por ciento en Estados Unidos”.

Para empezar, quisiera preguntarles a los argentinos: ¿Cuál es la inflación acumulada de su país en el mismo período de tiempo (1999-2022)? Porque, aunque la aseveración de Cristina fuera correcta -que no lo es- la comparación que les debería preocupar no es la de Ecuador con Estados Unidos si no la de Argentina con una economía dolarizada. Como pista les diré que tan solo contando los datos del 2017 hasta el 2022 Argentina ya ha acumulado alrededor de un 300 por ciento de inflación.

Leer más: La experiencia de Ecuador y su réplica en la Argentina: ¿alcanza con dolarizar?

Además, quisiera comentarles que en 1999 aún no estábamos dolarizados y que fue en ese año que sufrimos una crisis financiera e inflacionaria que nos llevó al repudio de la moneda. En el año 2000 recién se decreta la dolarización, pero como deben intuir este no fue un proceso automático. Existió un proceso paulatino de canje de monedas que se extendió más de un año por lo que la inflación acumulada entre el año 1999 y 2000 es de alrededor del 150 por ciento. Es decir, casi la mitad de la inflación acumulada que Cristina le adjudica a la dolarización fue sin estar realmente dolarizados.

De la misma manera que dolarizar Ecuador no fue un proceso automático, la reducción de la inflación tampoco lo fue. Primero, pasamos por un proceso de desaceleración inflacionaria, es decir, no es que dejamos de tener inflación, pero sí vimos como esta iba siendo cada vez menor año a año: en el 2001 llegamos a una inflación del 37.7 por ciento, en el 2002 bajó al 12.5 por ciento, en el 2003 al 7.9 por ciento y en el 2004 por primera vez tuvimos la misma inflación que EEUU llegando al 2.7 por ciento.

A partir de allí Ecuador no ha superado la barrera de los dos dígitos. La inflación más alta que hemos tenido fue durante la administración de Rafael Correa, aliado internacional de Cristina Kirchner y orgulloso miembro del socialismo del siglo XXI creado por Hugo Chávez. Bajo ese gobierno alcanzamos un 8 por ciento pero una vez que terminó nuestra inflación ha llegado a ser incluso menor que la de EEUU. Es más, si analizamos la inflación acumulada desde el año 2004, la de Ecuador fue del 53 por ciento y la de EEUU del 47 por ciento. Ni siquiera la “crisis” inflacionaria de EEUU nos ha afectado, mientras en el 2022 la inflación de EEUU fue del 8 por ciento la nuestra estuvo alrededor del 3 por ciento.

Es cierto que Ecuador sigue siendo un país relativamente pobre. Sin embargo, a partir de la dolarización se pudo evidenciar una gran explosión de creación de riqueza. Fenómeno que fue desaprovechado debido a que el gobierno de Correa desincentivó la iniciativa privada, despilfarró recursos, subió impuestos, aranceles y creó barreras comerciales. Como consecuencia de ello, en 2014 el Ecuador enfrentó nuevamente una debacle económica -por primera vez- desde que se tomó la decisión de dolarizar.

Sería iluso creer que la dolarización resuelve todos los problemas. Resuelve uno: la inflación. 

Artículo publicado en Fundación Bases

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