Pedro Castillo ¿se aleja de los radicales?

Desde la renuncia del presidente del Consejo de Ministros, Guido Bellido, hasta la designación de Mirtha Vásquez en su reemplazo, se ha venido hablando de un supuesto alejamiento de Pedro Castillo de la izquierda radical de Perú Libre, para acercarse a la izquierda caviar peruana y la improvisación para designar cargos “a dedo”. Una lista de ministros y congresistas con serios cuestionamientos por apología al terrorismo, corrupción y vínculos con el Movadef (Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales), ha sido motivo para expresar el rechazo de los ciudadanos al primer gabinete de Pedro Castillo, siendo el primer caso la renuncia del ex canciller Héctor Béjar, un ex guerrillero formado en Cuba y cuestionado por falsas acusaciones a la Marina de Guerra del Perú como los causantes del terrorismo de los años 80.

Pese al alejamiento de personajes como Héctor Béjar y Guido Bellido, es imprescindible realizarnos esta pregunta ¿el supuesto alejamiento marca diferencia entre los objetivos de la izquierda radical y caviar en imponer su modelo autoritario a través de la asamblea constituyente?

La respuesta es que no. Y como lo expresó el congresista Alejandro Cavero “rostros distintos, pero con las mismas ideas”. Son los mismos discursos atestados de propuestas populistas como dar dádivas, incrementar los impuestos y hacer un gobierno “del pueblo”, que finalmente no reactiva la economía, genera más conflictos y divide a los peruanos.

No olvidemos que la izquierda caviar continúa destruyendo uno de los sectores productivos como minería, que aporta alrededor del 10% del PBI y genera 211 mil puestos directos de trabajo. La última muestra de la mano dulce del Estado, ha sido el anuncio de un subsidio de 70 soles para trabajadores formales que ganen hasta 2,000 soles al mes. Este subsidio pretende estabilizar el poder adquisitivo de las personas frente a la subida de precios en la canasta básica. Además, no se ha aclarado la vigencia de la entrega del bono ni mucho menos se ha mencionado las consecuencias que ello conlleva.

Mientras la PCM mostraba la mano dulce, el MEF muestra su mano ruda disfrazada, con el anuncio de un alza en el impuesto a la renta para personas que ganen más de 500 mil soles al año, porque al ministro de Economía y Finanzas, Pedro Francke, le genera picazón en el ojo e hincón en el hígado que los peruanos puedan tener automóviles valorizados en 150 o 200 mil dólares. Definitivamente, Churchill no se equivocaba al decir que el socialismo es la prédica a la envidia.

Las excusas frente a estas medidas han sido decir que los pagos en tributos deben ser por equidad, es decir, que quien más gana más paga, pero el mantra que la izquierda radical de Pedro Castillo y los caviares manejan es que todos seamos iguales, entonces ¿igualdad es que unos paguen para beneficio de otros?

La mañana del martes 26 de octubre, el dólar alcanzaba casi los 4 soles, después de las declaraciones (25/10) del jefe de Gobierno pidiendo al Congreso una ley para estatizar el gas de Camisea. Esta posible ley,  ya por sí misma, es mala. Cabe recordar y reflexionar lo que en 1769 nos decía Turgot: “toda ley innecesaria es un mal por el solo hecho de ser una restricción a la libertad, libertad que por sí misma siempre es un bien”.