19/10/2025

Francisco, el gran outsider que quiso convertir a China al cristianismo y al mundo en una sola fe

Además de buscar reunir a la familia cristiana bajo un mismo techo (católicos, protestantes y ortodoxos) y de mejorar el diálogo interreligioso entre el cristianismo, el judaísmo y el Islam, el Papa Francisco tenía un gran objetivo que pudo cumplir: evangelizar China. Luis Rosales, coautor junto a Daniel Olivera del libro “Francis a Pope for our time”, escribe sobre el legado que dejó en la Santa Sede el primer Papa latinoamericano y los desafíos a los que se enfrenta el cristianismo tras su muerte.

¿Por qué Bergoglio sería considerado, tras su muerte, el primer antisistémico o el gran antisistémico? 

El sistema por excelencia, la casta por excelencia, es la curia romana. Son aquellos cardenales que están desde hace años a cargo de los dicasterios y las diferentes organizaciones centralizadas o descentralizadas que conducen a la Iglesia Católica, no solamente en el Vaticano físicamente, sino también ubicados en toda Roma y en edificios que pertenecen a la Santa Sede. Eso es un verdadero sistema. El acto de elegir al líder de la Iglesia en Latinoamerica, durante el año 2013, fue un acto totalmente disruptivo de ese sistema.

Fue una elección inédita. Porque Juan Pablo II no fue antisistémico. Ideológica y estratégicamente era el Papa que ese tiempo requería. Joseph Ratzinger, es decir, Benedicto XVI, fue quizás el más sistémico de todos los Papas: muy culto y preparado, respondía claramente a los requerimientos del sistema. Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, llegó y pateó el tablero.

En el libro que publicamos en 2013, editado por Humanist Books y Newsmax (Francis a pope for our time) escribo sobre los objetivos centrales que perseguía el Papa Francisco: fortalecer el ecumenismo. Esto es, reunir a la familia cristiana bajo un mismo techo. 

Ese propósito, que es unir a los cristianos que reconocen al Papa de Roma – los católicos que son unos 1.500 millones-, junto con los otros 1.000 millones que no lo reconocen, o sea: 700 millones de los cuales son protestantes tanto en su versión inglesa, como luterana o calvinista, y 300 millones ortodoxos, que responden a los patriarcas nacionales de cada capital de los países de mayoría ortodoxa. 

Y otro objetivo era el diálogo interreligioso, que estableció o que se establece entre las religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam, otra iniciativa que Francisco también promovió y mucho. 

Pero podemos decir que el Papa descansa en paz porque cumplió su legado y su gran objetivo que es el de evangelizar China. El jesuita Matteo Ricci (1552-1610) estuvo a punto de convertir al emperador chino al catolicismo, y no lo logró. Los jesuitas quedaron con esa asignatura pendiente que era lograr evangelizar el gigante asiático

En la actualidad cobra mucha dimensión esto porque China es el país más poblado y con menos influencia de religiones del mundo. Por la tradición confuciana del imperio y la tradición atea después del maoísmo, prácticamente no ha tenido penetración religiosa importante. Y estamos hablando del 20% de la humanidad. 

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