Además de buscar reunir a la familia cristiana bajo un mismo techo (católicos, protestantes y ortodoxos) y de mejorar el diálogo interreligioso entre el cristianismo, el judaísmo y el Islam, el Papa Francisco tenía un gran objetivo que pudo cumplir: evangelizar China. Luis Rosales, coautor junto a Daniel Olivera del libro “Francis a Pope for our time”, escribe sobre el legado que dejó en la Santa Sede el primer Papa latinoamericano y los desafíos a los que se enfrenta el cristianismo tras su muerte.

¿Por qué Bergoglio sería considerado, tras su muerte, el primer antisistémico o el gran antisistémico?
El sistema por excelencia, la casta por excelencia, es la curia romana. Son aquellos cardenales que están desde hace años a cargo de los dicasterios y las diferentes organizaciones centralizadas o descentralizadas que conducen a la Iglesia Católica, no solamente en el Vaticano físicamente, sino también ubicados en toda Roma y en edificios que pertenecen a la Santa Sede. Eso es un verdadero sistema. El acto de elegir al líder de la Iglesia en Latinoamerica, durante el año 2013, fue un acto totalmente disruptivo de ese sistema.
Fue una elección inédita. Porque Juan Pablo II no fue antisistémico. Ideológica y estratégicamente era el Papa que ese tiempo requería. Joseph Ratzinger, es decir, Benedicto XVI, fue quizás el más sistémico de todos los Papas: muy culto y preparado, respondía claramente a los requerimientos del sistema. Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, llegó y pateó el tablero.
[Porqué hay que mirar al Norte de América cuando pensamos en quien será el sucesor de Francisco]
— Visión Liberal (@vision_liberal) April 21, 2025
Por @diegohhormazaba ✍️
✝️ El cónclave secreto de 138 cardenales electores deberá decidir ahora qué Iglesia quiere para el futuro tras la muerte del Papa Francisco.
⭕ El Polaco San… pic.twitter.com/sWo8vmNeAU
En el libro que publicamos en 2013, editado por Humanist Books y Newsmax (Francis a pope for our time) escribo sobre los objetivos centrales que perseguía el Papa Francisco: fortalecer el ecumenismo. Esto es, reunir a la familia cristiana bajo un mismo techo.
Ese propósito, que es unir a los cristianos que reconocen al Papa de Roma – los católicos que son unos 1.500 millones-, junto con los otros 1.000 millones que no lo reconocen, o sea: 700 millones de los cuales son protestantes tanto en su versión inglesa, como luterana o calvinista, y 300 millones ortodoxos, que responden a los patriarcas nacionales de cada capital de los países de mayoría ortodoxa.
Y otro objetivo era el diálogo interreligioso, que estableció o que se establece entre las religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam, otra iniciativa que Francisco también promovió y mucho.

Pero podemos decir que el Papa descansa en paz porque cumplió su legado y su gran objetivo que es el de evangelizar China. El jesuita Matteo Ricci (1552-1610) estuvo a punto de convertir al emperador chino al catolicismo, y no lo logró. Los jesuitas quedaron con esa asignatura pendiente que era lograr evangelizar el gigante asiático
En la actualidad cobra mucha dimensión esto porque China es el país más poblado y con menos influencia de religiones del mundo. Por la tradición confuciana del imperio y la tradición atea después del maoísmo, prácticamente no ha tenido penetración religiosa importante. Y estamos hablando del 20% de la humanidad.

Uno puede decir que tal vez respecto a la iglesia católica y la demografía mundial, el pasado está en Europa, el dinero está en los Estados Unidos, el presente está en Latinoamérica y África y el futuro claramente en Asia.
En 2018, Francisco firmó un concordato con China que pasó bastante desapercibido, pero es el legado del Papa, un jesuita en el trono de Pedro. Y el concordato establece un acuerdo entre el Partido Comunista y el Vaticano a través del cual acuerdan el procedimiento para elegir los obispos chinos. De esa forma el gobierno chino autoriza a la iglesia católica de Roma prácticamente a ser casi la única iglesia o religión de las importantes autorizadas a operar en territorio chino.
Con el fallecimiento del papa Francisco, la Iglesia Católica se alista para uno de los momentos más solemnes y simbólicos de su tradición: el cónclave, el encuentro reservado de cardenales que tiene como objetivo elegir al próximo Sumo Pontífice.
— Visión Liberal (@vision_liberal) April 21, 2025
Este proceso, lleno de ritos… pic.twitter.com/6TJLVwz71B
Creer que la agenda de Bergoglio estaba centrada en los minutos que le daba a Cristina Kirchner o a Mauricio Macri o en el rosario que mandaba a Milagro Salas, era estar realmente confundido.
El legado de Francisco es, fue y será evangelizar China.