05/11/2025

En medio de acusaciones de fraude, el fundador de Cardano visitó Argentina y sugiere que el país se “deshaga del Banco Central”

El mensaje de Charles Hoskinson durante su visita al país fue claro: Argentina sirve tanto como una advertencia sobre los fracasos de los sistemas financieros centralizados como un faro de esperanza sobre lo que la tecnología blockchain puede ofrecer. Y no es para menos, ya que los argentinos tienen alrededor de USD 100 mil millones en criptoactivos. Se hizo tiempo para participar de la inauguración de las oficinas de IO, donde se reunió con Ulises Barreiro, actual CEO de Token Mithrandir. Mientras todo esto ocurría, Cardano, su empresa, enfrenta una acusación explosiva de desvío de aproximadamente 600 millones de dólares.
Hoskinson (CoinEdit)

El cofundador de Cardano, Charles Hoskinson, trajó un mensaje audaz a Buenos Aires, presionando por la descentralización e incluso sugiriendo que Argentina podría deshacerse de su banco central. Durante un recorrido ideológico por la ciudad, Hoskinson no solo vio a Argentina como una parada más. Lo calificó como un símbolo en la lucha filosófica más grande del movimiento global de criptomonedas. “Elijo ir a países que tienen libertad”, dijo, según una publicación de LibertarianWeb en X.

Lo cierto es que Argentina es un país donde los ciudadanos ya tienen alrededor de USD 100 mil millones en criptoactivos, una gran parte de su PIB nacional de aproximadamente USD 700 mil millones. Esto pone de manifiesto la cantidad de argentinos que buscan opciones financieras fuera del sistema bancario habitual.

Para Hoskinson, esto es más que una estadística económica; Es un presagio de un cambio sistémico. “En cinco años, se puede tener dinero privado”, declaró. Pero su visión viene con una sugerencia controvertida: “Simplemente deshacerse del banco central”.

Tal sugerencia, aunque extrema para la mayoría de los economistas convencionales, a menudo encuentra una audiencia receptiva dentro de muchas partes de la comunidad de criptomonedas. Para Hoskinson, Argentina sirve tanto como una advertencia sobre los fracasos de los sistemas financieros centralizados como un faro de esperanza sobre lo que la tecnología blockchain puede ofrecer. La pérdida de confianza de los inversores en las empresas centralizadas ha creado un terreno fértil para la adopción de blockchain.

Con una de las tasas de adopción de criptomonedas per cápita más altas del mundo, Argentina demuestra el tipo de entorno en el que puede prosperar la misión a largo plazo de Cardano de sustituir la confianza por el código y el control centralizado por el consentimiento descentralizado.

Las ambiciones de Hoskinson no se limitan a las fronteras nacionales. Respaldado por el ecosistema en expansión de Cardano, está considerando una nueva frontera: las stablecoins que preservan la privacidad. En una entrevista reciente en el podcast Conversations with Leaders de eToro, hizo hincapié en la creciente demanda de efectivo digital que no rastrea cada transacción en un libro de contabilidad público.

“Tal vez la gente no quiera tener una stablecoin en la que cada vez que compran algo sea rastreado para siempre por todos en todas partes”

Si bien el mercado de stablecoins está valorado actualmente en alrededor de USD 243 mil millones, la mayoría de estas monedas operan en cadenas de bloques públicas como Ethereum y Solana, lo que hace que sus historiales de transacciones sean abiertos y fácilmente rastreables. Por el contrario, Hoskinson imagina una stablecoin que imite la privacidad del dinero físico, una idea que podría redefinir la forma en que la gente piensa sobre el dinero digital y la libertad personal.

EXCLUSIVO: Un miembro de la comunidad Cardano cuenta como “allegados a Karina Milei” le pidieron 100 mil dólares a Charles Hoskinson para que se reuniera con Milei

Entre sus reuniones por el país, Charles Hoskinson se hizo tiempo para participar de la inauguración de las oficinas de IO en la Ciudad de Buenos Aires. Allí, mantuvo un encuentro cara a cara con Ulises Barreiro, actual CEO de Token Mithrandir, un token destinado a la forestación del planeta y la Educación financiera.

Mientras todo esto ocurre, Cardano enfrenta una acusación explosiva de desvío de aproximadamente 600 millones de dólares en ADA. Charles Hoskinson, figura tutelar del proyecto, promete una auditoría. El asunto podría redefinir la confianza en el mismo corazón de la gobernanza descentralizada.

Según él, la mayoría de los 350 millones de ADA en cuestión habrían sido reclamados por sus compradores iniciales a lo largo de siete largos años, y la insuficiencia restante entregada a Intersect, el órgano de gobernanza comunitaria. «IOG nunca se ha apropiado de semejante botín», afirma categóricamente, descartando la idea de una caja negra oculta.

Frente al alboroto, la Fundación Cardano e Input Output Global han encargado una auditoría externa «forense». El informe, prometido para las próximas semanas, debe rastrear cada ADA desde 2015. Hoskinson, «profundamente herido» por el escepticismo imperante, anuncia que pronto confiará su cuenta X a un equipo de medios. Un gesto que ilustra la tensión entre la transparencia radical y el agotamiento personal.

Hoskinson, que intervino recientemente en la Paris Blockchain Week 2025, abogaba por una «economía colaborativa» capaz de rivalizar con las Big Tech que pronto serán reguladas. Ironía del calendario: el escándalo revela cuánto la legitimidad de una red se basa menos en su código que en la confianza, siempre frágil, entre fundadores y comunidad.

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