
En la fila de felicitaciones que a Trump le parecen más importantes se encuentran Modi (India), Erdogan (Turquía), Meloni (Italia), Netanyahu (Israel), Orban (Hungría), y hasta Putin (Rusia), aunque Milei (Argentina) y Bukele (El Salvador) busquen ponerse en el centro de atención, con felicitaciones adelantadas y cataratas de posteos a favor del nuevo presidente de Estados Unidos.
Lo cierto es que tras la victoria holgada del candidato Republicano, India, Turquía, Rusia y Arabia Saudita quedaron robustecidos. Todos quedan, “desde adentro”, beneficiados con la multipolaridad.
Los demócratas dieron por hecho el ‘voto latino’ que terminó virando de color al rojo
China e Irán quedarán por estas horas más expectantes. Sin embargo, es la Unión Europea (y, por supuesto, Ucrania) la gran perdedora, ya que depende de la administración estadounidense en varios niveles, imposibles de desarmar en poco tiempo.
No es para menos. Quince millones de votos perdieron los demócratas (aliados de estos últimos) del 2020 al 2024. La apatía hacia una gestión que se mostró tibia y no robusteció para nada el rol de Estados Unidos en el mundo, además de la pérdida de votos latinos, árabes y afroamericanos, explica el desastre demócrata de la contienda electoral.

Trump jamás lo reconocerá en público pero visualizó, desde 2017, un mundo multipolar (firma de los Acuerdos de Abraham, alianza militar con India). Por eso reconoció el rol de, entre otros países, Arabia Saudí, Turquía y hasta de Rusia. Todo ese terreno perdido desde 2022, por decisión demócrata, es lo que buscará reconquistar Trump, aunque China lo observará con cautela.