#Ecuador2021: ¿Un giro hacia la libertad o aún más populismo de justicia social?
Este domingo 7 de febrero, los 17 millones de ecuatorianos nos jugamos una de las elecciones más importantes en los últimos tiempos. En un contexto de evidente fragmentación e inestabilidad política, existen un total 16 candidatos presidenciales dentro de las distintas tendencias. De los cuales todos, desde la izquierda, la derecha y aquellos con miedo a definirse políticamente, proponen prácticamente lo mismo: empleo, salud y emprendimiento, esta última palabra ya banalizada por los típicos políticos que al llegar al poder no hacen más que exprimir la liquidez del privado.
Pese a la presencia de tantos candidatos presidenciales, todas las expectativas se resumen solamente a dos de ellos: por un lado, Andrés Arauz, alguien anónimo hace algunos meses y hoy candidato por el partido de Rafael Correa, ex presidente del Ecuador, exponente y coideario del socialismo del siglo XXI junto a Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Cristina Fernández de Kirchner y Evo Morales.
Personaje expatriado y prófugo de la Justicia ecuatoriana por casos de corrupción relacionados a Odebretch. Mientras por el otro lado, se encuentra Guillermo Lasso, quien va por su tercera candidatura a la presidencia de la República, perdiendo en el 2013 y en el 2017 bajo graves sospechas de fraude electoral, en un sistema criticado internacionalmente por la ausencia de un Estado de Derecho genuino y una separación de poderes palpable. Accionista principal de un banco privado. Quien propone un gobierno con tendencia liberal y democrática.
La importancia de estas elecciones se debe al posible regreso de una izquierda corrupta, autoritaria, criminal, demagógica y populista. La misma que tiene claras intenciones de llegar a instaurarse en poder de manera indefinida. Como sus aliados en Venezuela.
El nuevo candidato ‘delfín’ del correísmo. Andres Araúz, se presenta como oposición y alternativa al antiguo vicepresidente de Rafael Correa y actual presidente del Ecuador, Lenin Moreno. Quien llego al poder gracias al correismo y hoy en día le da la espalda para desmarcarse políticamente por su pésimo gobierno durante estos últimos 4 años.
Andres Arauz que ha desarrollado ensayos para eliminar la dolarización al Ecuador de forma “amigable”, negando el gran éxito del dólar en el país. Denunciado por la revista Semana de Colombia por haber aceptado miles de dólares de parte de grupos paramilitares. Parte de la cúpula cercana del correísmo, de quienes la mayoría están presos o están huidos de la Justicia del país por enriquecimientos ilícitos. Quien ha usado las desgracias del pasado como campaña sucia para deslegitimar calumniosamente a su adversario Guillermo Lasso; avivando el odio generalizado al rico, pero normalizando la tolerancia a los corruptos, criminales y deshonestos. Si no fuera suficiente, en su afán desesperado de llegar al poder, se encuentra comprando votos, ilusionando a los más necesitados, ofertando un bono de 1000$ dólares para millones de ciudadanos, monto por extraer de las reservas internacionales de un país quebrado como es el Ecuador.
Candidato que, en medio de toda esta crisis política, sanitaria y económica, por increíble que parezca, tras una baja sin precedentes del apoyo al partido del correismo. Arauz aún encabeza la intención de voto a nivel nacional, seguido muy de cerca por el candidato de la centroderecha Guillermo Lasso; quien ha realizado un plan de gobierno pragmático y responsable, orientado a la reducción de impuestos, mejor calificación del riesgo país, impulso del mercado de valores, atracción de inversión extranjera, mayor eficiencia del gasto público, zonas libres de impuestos para empresas que deseen formar parte del Sistema Nacional de Salud, independencia académica en colegios y universidades, apertura de mercados en suscripción de nuevos tratados internacionales, incentivos a la creación de nuevos programas estudiantiles, vinculación de los jóvenes al mercado laboral y una lucha frontal contra el mal regional del crimen organizado.
A pesar de que las encuestadoras se han convertido en nuevos agentes políticos, contando con la misma credibilidad de aquellos individuos y colectivos que las financian para sacar números a su favor a la opinión pública. Todos los pronósticos apuntan a que llegará a concretarse una segunda vuelta electoral entre ambos candidatos.
Las esperanzas de un país que esta cansado de la corrupción, de la inseguridad, de la impunidad, del clientelismo y de la pobreza se encuentran depositadas en el candidato del voto útil Guillermo Lasso, aspirando que, en esta, su tercera candidatura presidencial, de existir transparencia en el proceso electoral, pueda llegar a Carondelet para concretar lo que tanto anhela, y sobre todo necesita nuestro país, un cambio de paradigma sustancial al fracasado Socialismo del siglo XXI. Encaminarnos rumbo a un Ecuador libre, prospero y a la vanguardia de un mundo cada vez más globalizado. Caso contrario, se repetirá la misma triste historia de siempre, la distopía de un régimen totalitario, que distribuye igualitariamente la pobreza, la miseria y el hambre en su gente
Después de todo, como diría Einstein: “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. No repitamos los errores del pasado. Es hora de aspirar cambios. Es momento de aprender de la experiencia e impulsarnos al futuro.