Más allá de lo abultado de las obligaciones desde este momento a enero, hasta fines de 2027 el Gobierno deberá seguir afrontando fuertes vencimientos. La gran mayoría fue contraída en las dos gestiones de Caputo, con Cambiemos y LLA. El 38% responde a bonos privados, el 21% al FMI y el 12% a bopreales. De fondo, el economista Ricardo Arriazu confiesa: “Si devaluamos explota todo por los aires, incluso Milei”

Pese al escándalo mediático montado por la denuncia de Fabiola Yáñez a Alberto Fernández, la porno-política que volvió a mostrar escenas dantescas en el Congreso y el burdo aumento que se pactó en el Senado, hay un tópico del que poco se habla pero que mucho preocupa, y es la bendita economía y cómo hará el Gobierno para afrontar el pago de deudas hasta el final de sus cuatro años de gestión.
La dos derrotas parlamentaria que sufrió La Libertad Avanza en menos de 24 horas en el recinto de Diputados empeoraron las relaciones dentro de La Libertad Avanza, que llegaba ‘caldeada’ a la sesión tras la visita de algunos diputados a represores como Astiz o Donda.
— Visión Liberal (@vision_liberal) August 21, 2024
Un pedido… pic.twitter.com/YPUKPUsvQh
Primero lo primero. Por el momento, el Gobierno deberá enfrentar vencimientos de deuda en dólares por USD61.600 millones. El panorama luce complejo visto desde una actualidad con reservas netas negativas de al menos USD5.000 millones según algunas estimaciones de las consultoras.
Si bien en el corto plazo ya resulta desafiante el acumulado de obligaciones abultadas entre septiembre y enero por un total de USD7.400 millones (USD9.700 M si se suma el Bopreal), la agenda de pagos seguirá firme y casi el 60% del total corresponde a deuda tomada durante la anterior gestión del ministro de Economía, Luis Caputo. Esa cuenta llega a casi 72% si se le suman los recientes bopreales.
Un cálculo del jefe de Research del Romano Group, Salvador Vitelli, mostró que en lo que queda del 2024 restan por pagar un total de USD4.600 millones, sumando las obligaciones con bonistas privados, con organismos internacionales y los bopreales.
Pero la cuenta no termina ahí para el actual Gobierno, más allá de que en enero enfrentará pagos por USD4.800 millones, tal como estimó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). En la totalidad del 2025 los vencimientos ascenderán hasta los USD18.000 millones. Al igual que en todos los años recientes y por venir, el grueso de los vencimientos ocurrirá en enero y julio, tal como ocurrió en 2024, en un asunto que incluso determinó el primer déficit financiero de la actual gestión. En esos dos meses, el presidente Javier Milei y su equipo económico deberá afrontar las obligaciones de los bonos privados.

Casi el 60% del total corresponde a deuda tomada durante la anterior gestión del ministro de Economía, Luis Caputo. Esa cuenta llega a casi 72% si se le suman los recientes bopreales.
Ese ítem, el de la deuda contraída con el sector privado durante el boom financiero del Gobierno de Cambiemos entre 2016 y 2017, y luego renegociada durante el primer año de la gestión del exministro de Economía, Martín Guzmán, es la principal explicación del grueso de los vencimientos para los próximos tres años y medio, hasta las próximas elecciones presidenciales. Tal como detalló Vitelli, en ese período, del total de USD61.600 millones a pagar, el 38% corresponde a bonos soberanos, por un total de USD23.500 millones.
[ECONOMÍA]
— Visión Liberal (@vision_liberal) August 21, 2024
⭕ @jpmorgan le dio una "palmadita" a la Argentina al abrir la ventana a una posible mejora para el país en su estatus de mercado emergente.
📊 El índice MSCI podría generar una bocanada de casi 1000 millones en inversiones en las acciones del país.
🔎 La noticia… pic.twitter.com/mTUboqpYui
El segundo ítem en relevancia es el de los pagos al FMI, en devolución del préstamo que inicialmente había pedido el Gobierno de Cambiemos hacia 2018, cuando se había agotado el acceso al crédito con privados, bajo la gestión Caputo, y que luego fue renegociado también por Guzmán. En lo que queda del 2024 los pagos al Fondo solo suman unos USD772 millones, tal como detalló la OPC, pero hacia adelante continuarán generando impacto sobre las reservas. Hasta fines del 2027 representará un total de USD12.700 millones, es decir el 20,5% del total de la deuda a vencer.
Los bopreales, emitidos por la actual gestión de Caputo para solucionar el conflicto con los importadores por la deuda comercial contraída ante la falta de acceso a divisas, se llevan el tercer puesto de relevancia: totalizan USD7.400 millones y representan el 12% del total de deuda.
Las cuentas siguen hacia 2026, cuando los pagos deberán llegar a un total de USD18.700 millones. Y llegarán a su punto más álgido hacia 2027, cuando se deberán afrontar vencimientos por USD20.300 millones.
Para peor, la Justicia estadounidense habilitara que se embarguen activos que tiene el Estado argentino depositados en una cuenta del Banco Central en la Reserva Federal (Fed). Según estimaciones privadas, sería un total de US$187 millones.
Es que la jueza Debra Ann Livingston, de la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, confirmó el dictamen en primera instancia de la jueza Loretta Preska, de la Corte del Distrito Sur de esa ciudad, quien habilitó que los acreedores de la Argentina embarguen bonos del Tesoro de Estados Unidos que el país tenía en su poder. Son títulos que se usaron como garantía de pago de los bonos Brady, emitidos a principios de 1990 y que vencieron en marzo de 2023.
Hasta fines del 2027, los pagos de deuda al Fondo Monetario Internacional representará un total de USD12.700 millones, es decir el 20,5% del total de la deuda a vencer

Los fondos Attestor Master Value, Trinity Investments, White Hawthorne, Bison Bee LLC y Bybrook Capital Master compraron deuda argentina en default desde 2001 a tenedores que nunca ingresaron a ninguno de los tres canjes que emitió el país, en 2005 (bajo la gestión de Néstor Kirchner), 2010 (Cristina Kirchner) y 2016 (Mauricio Macri).
De fondo y planteando un panorama oscuro, el economista Ricardo Arriazu -uno de los más escuchados por Milei- habló en un almuerzo del Rotary Club Argentino. Rodeado de otros ortodoxos hizo una defensa férrea del plan de Gobierno y coincidió con Caputo de que no se puede liberar el cepo y hasta propuso “trabajar todos los días en sacar una medida que vaya flexibilizando”.
Luego, advirtió que si el gobierno devalúa, como sugieren algunos especialistas y exigen los productores del campo, “vuela todo por los aires”. “La mayoría de los economistas cree que hay que devaluar, yo creo que no. Si devaluamos se acabó (Javier) Milei, se acabó todo”, alertó Arriazu frente a sus colegas.
Ricardo Arriazu
Asesor económico del Gobierno
“La mayoría de los economistas cree que hay que devaluar, yo creo que no. Si devaluamos se acabó (Javier) Milei, se acabó todo”
Arriazu proyectó que de acá a fin de año el Gobierno va a comprar 6.000 millones de dólares reservas, producto de las liquidaciones del sector exportador. En un punteo, el economista dijo que el Gobierno se equivocó en pensar que las Leliq eran un problema y aseguró que fue un error la velocidad de la baja de las tasas de interés en junio. Al fin de la charla insistió con el manual que siempre promueven desde la ortodoxia: bajar carga impositiva; quitar regulaciones financieras y rearmar otra reforma laboral.