El zar del lujo: cómo Bernard Arnault se convirtió en la persona más rica del mundo

El empresario francés, dueño del grupo LVMH, es el primer europeo en encabezar el ranking global de multimillonarios con un modelo de negocios muy agresivo y apalancado en los mercados asiáticos

Por primera vez en la historia de Forbes, un empresario europeo es el hombre más rico del mundo. El podio que dejó Elon Musk (golpeado por comprar Twitter) es para Bernard Arnault cuyos poder y fortuna no tienen nada que ver con el universo tecnológico sino con la exclusiva, glamorosa y carísima moda.

En efecto, el “rey del lujo” es un imperio exclusivo con más de 80 mil millones de ingresos declarados en 2022 y abarca varias industrias, todas relacionadas al deseo y el placer en su estado más capitalista: vinos, champagnes, modas, cueros, perfumes, cosméticos, relojes, joyas y otros objetos titilantes. ¿Sus marcas? Las exclusivas: Louis Vuitton, Christina Dior, Fendi, Dom Perignon.

La idoneidad para combinar lo exclusivo en un mundo globalizado y lo tradicional en un mundo que exige renovación permanente es la clave del éxito de Bernard, quien define con estas palabras los valores fundamentales de su trabajo:

Sea creativo e innovador: creatividad y innovación forman parte de nuestro ADN. A lo largo de los años, han asegurado el éxito de nuestras Maisons y han establecido su legitimidad. Esta combinación de creatividad y innovación es la base de nuestras Maisons y figuras en el corazón del delicado equilibrio requerido para renovar continuamente nuestra oferta mientras miramos resueltamente hacia el futuro, siempre respetando nuestra herencia única;

Ofrecer excelencia: dado que LVMH encarna el mundo de la artesanía en su forma más noble y lograda, prestamos una atención meticulosa a los detalles ya la perfección. Nunca comprometemos la calidad. Del producto al servicio, cultivamos nuestra diferencia a través de esta constante búsqueda de la excelencia;

Cultivar un espíritu emprendedor: LVMH tiene una organización ágil y descentralizada que fomenta la eficiencia y la capacidad de respuesta. Estimula la iniciativa individual al confiar a cada persona responsabilidades significativas. Nuestro espíritu emprendedor fomenta tanto la asunción de riesgos como la perseverancia. Requiere pensamiento pragmático y habilidad para motivar equipos, llevándolos a lograr objetivos ambiciosos.

Los tres pilares que sustentan el negocio “Arnault” explican cómo es posible hacer negocios en el mundo sobre todo, en Europa, Entendió que se puede ofrecer exclusividad a mercados eclécticos y abiertos, como el chino o el japonés. Que un “objeto” de lujo como el champagne Dom Perignon puede ser de vanguardia aunque la primera cosecha sea de 1921.

Arnault ocupó un lugar destacado en la lista de los más ricos del mundo durante más de 15 años. Algunos podrían pensar que su ascenso a la cima este mes, con un patrimonio neto, según Forbes, de US$180.000 millones, es una casualidad cíclica, el resultado de que las acciones tecnológicas estadounidenses pasaron de moda, Musk inmoló su fortuna teniendo un momento de gloria. Sin embargo, por muy diferente que sea Arnault, de 73 años, de un magnate de la tecnología, el francés también ha reinventado el mundo de los negocios. En palabras de Luca Solca del banco de inversión Bernstein, ideó un concepto paradojal: “vender exclusividad por millones”.

Para lograrlo, ha llevado tácticas comerciales de estilo estadounidense a una de las industrias más tradicionales y la adaptó a un mundo global, premium e instagrameable. Es un enfoque que otros deberían imitar.