Con un historial de nueve defaults, Argentina enfrenta altas tasas y desconfianza. El gobierno actual redujo el gasto, saneó el Banco Central y busca garantías para evitar incumplimientos. “La cordura debe primar para ampliar opciones de refinanciamiento y evitar otra crisis”, asegura Aldo Abram, de Libertad y Progreso.

Algunos legisladores de la oposición proponen boicotear los créditos que se están negociando con Estados Unidos. Lo primero que se debe entender es que cuando vence una deuda hay tres posibilidades: 1) No pagarla; 2) Que te lo refinancien o que otro te preste para abonarle al anterior acreedor; o 3) Pagarla. En la Argentina, para poder gastar de más, nuestros gobiernos se endeudaron durante décadas hasta acumular pasivos que no podían refinanciar e hicieron lo primero. Es decir, nueve veces se les dejó de pagar a argentinos y extranjeros lo que les prestaron. Luego, les dieron bonos a cambio de los que ya tenían impagos, reconociéndoles mucho menos de lo que le prestaron. Por supuesto, todos los ciudadanos tuvimos que sufrir las consecuentes crisis que así se generaron.
Con semejante prontuario de estafador que construyeron las anteriores gestiones, muy pocos están dispuestos a prestarle al Estado argentino y, si lo hacen, es con altas tasas de interés o condicionamientos. El actual gobierno se ha venido manejando como puede para seguir cumpliendo con lo vencimientos de un enorme pasivo heredado. La clave fue empezar a gastar menos de lo que le ingresa, incluyendo el pago de los intereses, para no seguir aumentando la deuda. Por otro lado, cuando hubo que abonar el capital, si el acreedor no se lo refinanciaba, buscó otro que le prestara para poder cancelarlo. De esa forma, se evitó incumplir los compromisos heredados y que los argentinos sufran otra crisis.
[“La incertidumbre política es la principal amenaza a la estabilidad económica de Argentina”] por @aetchebarne
— Visión Liberal (@vision_liberal) October 9, 2025
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Un dato a tener en cuenta es que, hasta fines de 2023, el Banco Central acumuló una enorme deuda remunerada con los bancos locales, para financiar los excesos de erogaciones del sector público. Si hubiera emitido por todo lo que le pidieron las gestiones del pasado, la inflación hubiera sido mucho más alta o, incluso, se podría haber ido a otra hiperinflación. Así que el actual gobierno lo que hizo fue pasar esos pasivos al Tesoro, que es el que se lo gastó. De esa forma, saneó al Banco Central para que pueda bajar la inflación.
Si tenemos en cuenta esa transferencia de deuda, el total de lo que debe el Estado ha bajado, cumpliendo con los pagos. Así, se empezó a diluir la fama de “estafador serial” que los gobiernos anteriores gestaron, para empezar a alentar a argentinos y extranjeros para que empiecen a ahorrar e invertir acá.
Ahora, el gobierno de Estados Unidos propone darnos un crédito, que no necesariamente se desembolsará; pero que estará disponible para el caso en que el Estado argentino no pueda conseguir los recursos para pagar algún vencimiento. Esto funciona como una garantía que facilitará que haya otros inversores que quieran prestarle al Tesoro Nacional para que pueda afrontar los vencimientos de capital. En definitiva, esto es lo que haría cualquier persona o empresa que tiene una deuda y recurre a alguien que puede garantizar el pago, para que sea más fácil y barato refinanciarla. Incluso, es lo que se hace cuando se alquila una propiedad.

Sin embargo, parte de los legisladores de la oposición quieren poner trabas a ese acuerdo. Ahora, si por ello no conseguimos quién nos preste para pagar lo que debemos, ¿qué proponen? Incumplir esos compromisos, entrando en una crisis y seguir agigantando nuestra imagen de estafadores. Ojo, que a los estafadores no sólo no se les presta, tampoco se invierte con ellos; por eso, durante décadas, argentinos y extranjeros sacamos nuestros capitales de la Argentina, lo que nos fue empobreciendo.
La otra opción es pagar lo que venza, para lo cual el Estado Nacional debería bajar su gasto mucho más de lo que ya lo hizo o empezar a subir los impuestos nuevamente. ¿Será eso lo que estos legisladores proponen? No lo creo; ya que son los mismos que estuvieron sancionando erogaciones sin contemplar cómo se iban a pagar y/o proponiendo que se eliminen las retenciones. Esto es una muestra de la incoherencia y demagogia con la que se maneja parte de nuestra política con tal de ganar más votos; pero, también, la explicación de por qué los argentinos tuvimos que sufrir tantas crisis.
Sería bueno que prime la cordura. Es el Poder Ejecutivo que tiene que arbitrar los medios para afrontar las deudas. A los argentinos nos conviene que se amplíen las posibilidades de refinanciar los vencimientos de capital; ya que no se puede pedir un mayor ajuste del gasto público para pagarlos o que se termine en otra crisis por no hacerlo. Teniendo un garante confiable va a ampliar las opciones de quienes le quieran prestar al Tesoro argentino y, en definitiva, es probable que ese crédito de Estados Unidos no se use o se lo utilice mínimamente.