13/10/2025

Boi­co­tear el aval de Esta­dos Uni­dos refleja la igno­ran­cia de una parte de la polí­tica

Con un historial de nueve defaults, Argentina enfrenta altas tasas y desconfianza. El gobierno actual redujo el gasto, saneó el Banco Central y busca garantías para evitar incumplimientos. “La cordura debe primar para ampliar opciones de refinanciamiento y evitar otra crisis”, asegura Aldo Abram, de Libertad y Progreso.

Algu­nos legis­la­do­res de la opo­si­ción pro­po­nen boi­co­tear los cré­di­tos que se están nego­ciando con Esta­dos Uni­dos. Lo pri­mero que se debe enten­der es que cuando vence una deuda hay tres posi­bi­li­da­des: 1) No pagarla; 2) Que te lo refi­nan­cien o que otro te preste para abo­narle al ante­rior acree­dor; o 3) Pagarla. En la Argen­tina, para poder gas­tar de más, nues­tros gobier­nos se endeu­da­ron durante déca­das hasta acu­mu­lar pasi­vos que no podían refi­nan­ciar e hicie­ron lo pri­mero. Es decir, nueve veces se les dejó de pagar a argen­ti­nos y extran­je­ros lo que les pres­ta­ron. Luego, les die­ron bonos a cam­bio de los que ya tenían impa­gos, reco­no­cién­do­les mucho menos de lo que le pres­ta­ron. Por supuesto, todos los ciu­da­da­nos tuvi­mos que sufrir las con­se­cuen­tes cri­sis que así se gene­ra­ron.

Con seme­jante pron­tua­rio de esta­fa­dor que cons­tru­ye­ron las ante­rio­res ges­tio­nes, muy pocos están dis­pues­tos a pres­tarle al Estado argen­tino y, si lo hacen, es con altas tasas de inte­rés o con­di­cio­na­mien­tos. El actual gobierno se ha venido mane­jando como puede para seguir cum­pliendo con lo ven­ci­mien­tos de un enorme pasivo here­dado. La clave fue empe­zar a gas­tar menos de lo que le ingresa, inclu­yendo el pago de los inte­re­ses, para no seguir aumen­tando la deuda. Por otro lado, cuando hubo que abo­nar el capi­tal, si el acree­dor no se lo refi­nan­ciaba, buscó otro que le pres­tara para poder can­ce­larlo. De esa forma, se evitó incum­plir los com­pro­mi­sos here­da­dos y que los argen­ti­nos sufran otra cri­sis.

Un dato a tener en cuenta es que, hasta fines de 2023, el Banco Cen­tral acu­muló una enorme deuda remu­ne­rada con los ban­cos loca­les, para finan­ciar los exce­sos de ero­ga­cio­nes del sec­tor público. Si hubiera emi­tido por todo lo que le pidie­ron las ges­tio­nes del pasado, la infla­ción hubiera sido mucho más alta o, incluso, se podría haber ido a otra hipe­rin­fla­ción. Así que el actual gobierno lo que hizo fue pasar esos pasi­vos al Tesoro, que es el que se lo gastó. De esa forma, saneó al Banco Cen­tral para que pueda bajar la infla­ción.

Si tene­mos en cuenta esa trans­fe­ren­cia de deuda, el total de lo que debe el Estado ha bajado, cum­pliendo con los pagos. Así, se empezó a diluir la fama de “esta­fa­dor serial” que los gobier­nos ante­rio­res ges­ta­ron, para empe­zar a alen­tar a argen­ti­nos y extran­je­ros para que empie­cen a aho­rrar e inver­tir acá.

Ahora, el gobierno de Esta­dos Uni­dos pro­pone dar­nos un cré­dito, que no nece­sa­ria­mente se desem­bol­sará; pero que estará dis­po­ni­ble para el caso en que el Estado argen­tino no pueda con­se­guir los recur­sos para pagar algún ven­ci­miento. Esto fun­ciona como una garan­tía que faci­li­tará que haya otros inver­so­res que quie­ran pres­tarle al Tesoro Nacio­nal para que pueda afron­tar los ven­ci­mien­tos de capi­tal. En defi­ni­tiva, esto es lo que haría cual­quier per­sona o empresa que tiene una deuda y recu­rre a alguien que puede garan­ti­zar el pago, para que sea más fácil y barato refi­nan­ciarla. Incluso, es lo que se hace cuando se alquila una pro­pie­dad.

Sin embargo, parte de los legis­la­do­res de la opo­si­ción quie­ren poner tra­bas a ese acuerdo. Ahora, si por ello no con­se­gui­mos quién nos preste para pagar lo que debe­mos, ¿qué pro­po­nen? Incum­plir esos com­pro­mi­sos, entrando en una cri­sis y seguir agi­gan­tando nues­tra ima­gen de esta­fa­do­res. Ojo, que a los esta­fa­do­res no sólo no se les presta, tam­poco se invierte con ellos; por eso, durante déca­das, argen­ti­nos y extran­je­ros saca­mos nues­tros capi­ta­les de la Argen­tina, lo que nos fue empo­bre­ciendo.

La otra opción es pagar lo que venza, para lo cual el Estado Nacio­nal debe­ría bajar su gasto mucho más de lo que ya lo hizo o empe­zar a subir los impues­tos nue­va­mente. ¿Será eso lo que estos legis­la­do­res pro­po­nen? No lo creo; ya que son los mis­mos que estu­vie­ron san­cio­nando ero­ga­cio­nes sin con­tem­plar cómo se iban a pagar y/o pro­po­niendo que se eli­mi­nen las reten­cio­nes. Esto es una mues­tra de la incohe­ren­cia y dema­go­gia con la que se maneja parte de nues­tra polí­tica con tal de ganar más votos; pero, tam­bién, la expli­ca­ción de por qué los argen­ti­nos tuvi­mos que sufrir tan­tas cri­sis.

Sería bueno que prime la cor­dura. Es el Poder Eje­cu­tivo que tiene que arbi­trar los medios para afron­tar las deu­das. A los argen­ti­nos nos con­viene que se amplíen las posi­bi­li­da­des de refi­nan­ciar los ven­ci­mien­tos de capi­tal; ya que no se puede pedir un mayor ajuste del gasto público para pagar­los o que se ter­mine en otra cri­sis por no hacerlo. Teniendo un garante con­fia­ble va a ampliar las opcio­nes de quie­nes le quie­ran pres­tar al Tesoro argen­tino y, en defi­ni­tiva, es pro­ba­ble que ese cré­dito de Esta­dos Uni­dos no se use o se lo uti­lice míni­ma­mente.

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